CAPITULO 1
Casi no puedo creer que hoy este aquí recibiendo este diploma, pensar que han pasado tantas cosas en los pasados 14 años y aunque mi recuerdos de infancia son muy pocos y no fueron los mejores gracias a Annie hoy estoy aquí.
Entre los poco que recuerdo de mi niñes tengo la imagen de mi madre que siempre me pedía que me escondiera debajo de la cama y que pasara lo que pasara mantuviera silencio, me había hecho una muñeca de trapo con un cierre viejo en su espalda donde cada vez que podía escondía algo de dinero y me decía que lo guardara que ese era mi boleto a una vida mejor.
Cada vez que ella escuchaba a ese hombre comenzaba a temblar, por eso también, después ella comenzaba a beber y me escondía debajo de la cama recordándome que debía estar en silencio.
Un día John llegó con dos hombres le dieron algo a mami y muy pronto ella estaba muy extraña yo muy asustada escondida abrazando a mi muñeca escuchando todo. Uno de ellos llamó a John y le dijo —Esta vieja ya no nos sirve, es hora de que busques a una mejor ya está muy borracha y ya ni siquiera despierta.
Recuerdo que John estaba muy enojado y comenzó a golpearla de pronto le dice a uno de los tipos —Idiota la mataste ahora hay que deshacernos de ella.
Los hombres salieron del lugar recuerdo que yo no podía ni respirar del susto sólo tenía nueve años, aunque era muy pequeña para mi edad yo los había visto muy bien, pero ninguno de ellos se había enterado de que yo siempre estuve ahí viendo todo desde mi rincón, los hombres salieron del lugar y sentí que John agarró a mi madre y salió en su auto. Lentamente salí de mi escondite tomé mi muñeca busqué entre las cosas de mami, encontré una tarjeta que pensé era de ella porque tenía su fotografía escondí en un bolso de plástico algo de ropa y salí de la casa a escondidas para que nadie me viera, aunque hoy pasados los años siento lo invisible que puede ser para el mundo una pequeña como lo era yo, la verdad no sabía dónde ir, yo ni siquiera había ido a la escuela a mi edad apenas podía mantener una conversación y mucho menos sabía leer o escribir pero sin soltar mi muñeca salí de la casa y busqué un policía después de caminar unas horas sin rumbo llegué al centro de la ciudad recuerdo incluso en un momento haber visto a los hombres y también a John entre las personas aunque para ellos yo no existía. Estaba ya en el mercado de la ciudad y en un momento incluso me topé con uno de los hombres por accidente y sólo me dijo —Hey niña fíjate bien por donde caminas, no me estorbes.
Cuando lo vi me paralicé, tuve mucho miedo había mucha gente en el mercado de pronto una señora de edad con un rostro muy dulce me ve y me dice —¿Pequeña estás bien?, ¿Necesitas ayuda?
No sabía qué hacer y sólo atiné hacer lo que jamás recuerdo había hecho antes, la abracé fuerte y comencé a llorar, me preguntó que me pasaba, pero yo apenas podía hablar, me preguntó si tenía hambre, y le dije que sí sólo moviendo mi cabeza, me llevó a su casa la pobre señora vivía sola en un pequeño pero muy lindo departamento de dos dormitorios me dijo que su hijo y su nieto ya no venían y que nadie ocupaba ese lugar que me podía quedar ahí mientras tanto me ayudaba. Pasó el tiempo y con ella aprendí lentamente a hablar, a leer y escribir cuando le pude contar mi historia buscamos ayuda con un detective que ella conocía. Ella consiguió tener mi custodia legal, Annie o abuelita como le llamé de cariño era una profesora retirada y me comenzó a preparar para la escuela, muy pronto comencé a dar exámenes para poder ponerme al día con los años perdidos de escuela. En poco tiempo no sólo estaba al día, sino que, terminando mi educación superior con sólo 17 años, me había prometido convertirme en una detective para poder esclarecer el caso de mi madre y terminar con ese grupo, quería saber quién había sido mi padre, dentro de mi rogaba que no fuera John.
Hoy estoy aquí recibiendo mi diploma de graduación y Annie está aquí frente a mi ella ya tiene 82 años y aunque en estos últimos ha estado un poco enferma es muy jovial y siempre me saca una sonrisa con sus ocurrencias.
Me dice que es hora de que tenga un novio que ella no va a durar toda la vida, pero yo quisiera que así fuera, y aunque debo reconocer ha habido más de uno detrás de estos huesitos como dice Annie nadie ha podido llegar a mi corazón tal vez por miedo a cometer algún error y terminar como mi madre.
Por las tardes Annie y yo disfrutamos juntas de tantas cosas incluso de películas antiguas y comedias de Chaplin, nos gusta cocinar, aunque por lo general las dos somos un poco desordenadas en ese departamento de la vida.
Como terminé con honores la academia de inmediato me van a asignar a una estación de policía del área ya que yo no quiero dejar a Annie, no de la manera que lo ha hecho su hijo y nieto que jamás la vienen a visitar durante estos años sólo ha recibido con suerte unas tarjetas de navidad de hecho yo le he enviado desde hace años alguna tarjeta de cumpleaños en nombre de ellos para poder darle una alegría, ese nieto ya debe tener cerca de treinta años pero no ha asomado por aquí ni siquiera la nariz. Estoy segura de que el día que Annie no este mas ellos llegarán a tratar de llevarse lo poco que ella tiene, cada día le pido a Dios que me de muchos años más con Annie para poder darle toda la felicidad que yo se ella se merece.
Annie nunca ha querido hablar mucho del distanciamiento de su hijo algo me dice que todo sucedió después que él se casó con una mujer del lugar. La verdad que por lo poco que ella me ha contado él es un empresario al que le ha ido muy bien y que ella era muy dominante que tuvieron un hijo y que en un comienzo su hijo le enviaba dinero, pero de pronto ya no supo más sólo las tarjetas de navidad y cumpleaños es triste pensar que alguien con un corazón tan noble y grande haya sido desplazada de la familia. Nosotras no tenemos dinero de sobra, pero gracias a Dios no nos ha faltado y después de estar con Annie he tenido un techo, una cama, ropa, comida y estudios ella ha celebrado mi cumpleaños el seis de julio que fue el día que me encontró, aunque el detective que ella conocía encontró alguna información de mi al parecer mi madre si me alcanzó a registrar, pero con un padre desconocido. Legalmente mi nombre es Victoria María Sandoval, pero desde hace años mi apellido legal es Campbell como el de Annie esa ha sido su manera de protegerme por cualquier cosa de mi pasado y también ha dicho para mi futuro.
Hoy revisando entre mis cosas encontré la muñeca de trapo que mi madre hizo para mí y recordé lo que ella decía. Casi no puedo creer que durante todos estos años jamás le puse atención sólo la guardé en una gaveta como queriendo esconder con ella parte de la historia donde hubo tanto sufrimiento, el que en un comienzo me impedía expresar mis sentimientos incluso las risas o las lágrimas, era como si mi corazón bloqueaba todo tipo de emociones para protegerme.
Miré bien mi muñeca y la abracé muy fuerte y al hacerlo sentí que debajo de la ropa de esa muñeca de trapo que ni siquiera nombre llegó a tener había un cierre que se notaba estaba cocido a mano, lo bajé para revisarlo y encontré dinero y unas cartas dobladas que con los años estaban muy amarillas pero que aún se podían leer, sentí temor de lo que podía encontrar en esas líneas pero debía ser fuerte y leerlas, tal vez así encontraría alguna pista más de mi pasado y de tanto dolor que estoy segura más de alguna otra mujer ha estado sintiendo también.
He decidido hacer esto yo sola primero antes de enseñarle a Annie lo que acabo de encontrar, al parecer la primera carta fue enviada de mi abuela a mi madre.
“Querida hija, ¿Cómo has estado? muchas gracias por el dinero que nos has enviado nos ayudó a pagar las cuentas del hospital de tu hermano, gracias a Dios él está mejorando poco a poco, pero nos preocupa mucho saber de ti. Esta es la cuarta carta que te envío e incluso le he pedido a personas que viajan a esa área que te busquen en esta dirección, pero al parecer nadie ha podido comunicarse contigo, estamos muy preocupados. John se veía un hombre tan bueno cuando llegó a pedir tu mano no quisiéramos pensar que él no te permite vernos.
Tu padre al igual que yo te mandamos un fuerte abrazo, tú sabes que para nosotros no es fácil poder viajar, pero esperamos muy pronto poder estar ahí y visitarte.
Te extrañamos mucho con amor mami, papi y tu hermano”
Había también un sobre con la dirección de ellos, un par de fotografías que estaban casi irreconocibles un DiskOnKey que podía ver era muy antiguo y no sabría decir si estaba en buenas condiciones una llave pequeña que era como de una caja de seguridad con los números 8914 pero sin saber siquiera a qué lugar correspondía además de unos dos mil dólares enrollados.
Me preguntaba en ese momento ¿Dónde me llevaría toda esa información? Hasta hace unas no tenía historia de mi vida, ni mi pasado y de pronto tengo abuelos y un tío.
Ahora soy una detective, así que tengo las herramientas necesarias para hacer una investigación, justo mañana se presentará ante nosotros el nuevo supervisor quien nos va a asignar algunos casos tal vez si le explico mi situación me permita hacer algo, por esta ocasión trataré de resolver esto antes de comentar cualquier cosa con Annie no quiero que se preocupe por mí.
Annie y yo tomamos desayuno juntas muy temprano ambas estamos muy emocionadas ya que hoy será un nuevo comienzo para mí, un nuevo lugar de trabajo, una nueva vida, un nuevo comienzo, con un jefe y una misión que cumplir. Yo sé que para Annie verme así significa para ella que ha cumplido una parte de su ciclo por el que ha trabajado tanto conmigo desde que se hizo cargo de mí.
Al fin nos encontramos todos reunidos y nuestro nuevo jefe de detectives aparece en la sala de reuniones, se ve que es una buena persona, aunque se nota que es muy serio y por alguna razón viene acompañado de alguien más a quien tanto mi compañera de mesa en ese momento como a mi nos llegó a desconcentrar, debe tener unos 28 años o algo así, viste un pantalón de tela y una camisa que dejan ver un poco los muy buenos atributos que hay debajo de esa ropa. Ojos café claros, tez suavemente bronceada, pelo castaño un tanto rizado, aunque corto, unas facciones muy lindas y varoniles, casi unos seis pies de estatura.
Mi compañera se acerca a mí y me dice al oído —Por Dios ese hombre si esa para cometer un crimen de violación.
Y yo le respondo —La verdad es que sería un crimen no cometerlo —y ambas reímos de pronto escuchamos que nos llaman la atención, así que juntas pedimos disculpas.
A mi compañera le asignan un caso de una chica que había estado usando tarjetas de crédito de sus ex- compañeras de trabajo, mientras tanto me llaman a mí a la oficina.
Al entrar veo al comisario, al Sheriff y al joven que nos distrajo, se presentan ante mí y me preguntan directamente si hay algo que yo deba contarles sobre mi vida. La verdad no estaba preparada para dicha pregunta, pero no me quedó de otra que contar toda mi verdad y además también contarles lo que acababa de encontrar en el interior de mi antigua muñeca. El joven resultó ser un investigador, se llama Richard Ortiz, nació en Manchester, Vermont. Es hijo de padre puertorriqueño como Annie y madre cubana, así que desde muy niño aprendió hablar español también y acababa de ser transferido a nuestra área porque deseaba trabajar como Investigador de Servicios Sociales en algunos casos muy específicos de algunos niños en el área de Connecticut y esperaban que yo les pudiera ayudar con eso y después de escuchar mi historia estaban seguros de que con mi ayuda se podría encontrar respuestas a más de un caso pendiente incluyendo el mío.
El comisario nos dijo que tendríamos una oficina pequeña que deberíamos compartir y un par de laptops. La verdad Richard es realmente muy guapo y nunca me había sentido nerviosa trabajando con ningún hombre como me estoy sintiendo ahora, frente al comisario ha demostrado ser muy serio me pregunto si es así todo el tiempo, cuando el comisario salió de la oficina después de mostrarnos nuestro lugar para que pudiéramos comenzar a trabajar Ricardo me dijo —OK linda al fin podremos hablar más relajados, podrías por favor dejar de estar tan tensa y que tal si mejor revisamos nuestra oficina.
La verdad que me sentí totalmente vulnerable con ese comentario—¿Por qué crees que estoy tensa? —le pregunté mientras tomaba asiento frente a mi escritorio y trataba de iniciar mi computadora.
Richard me miraba mientras se reía con mi comentario, caminó hacia mí, se paró detrás mío, se agachó y me dijo al oído —Puedo ver que estas apretando las manos y toda tú te vez muy nerviosa, tranquila por favor relájate vamos a pasar muchas horas juntos así que lo mejor será que nos conozcamos y nos llevemos bien.
Dijo muchas horas juntos pensaba yo, en estos momentos ya no se si es premio o tortura pasar tanto tiempo con este hombre o será por algún pecado que he cometido, pero creo que tiene razón voy a tratar de ser todo lo profesional que pueda y comenzar primero por preguntarle por los casos que él tiene pendientes.
Nuestra oficina no es muy amplia solo tiene dos escritorios pequeños, un par de sillas, un teléfono, un board en la pared, una gaveta para guardar archivos y un reloj, las paredes eran totalmente blancas, la verdad es que creo que ha ese lugar le falta un poco de color, juntamos los escritorios y puse mi silla junto a la de él para poder ver lo que me quería enseñar y mientras trataba de poner atención una parte de mi decía Vicky compórtate y concéntrate, mientras la otra parte de mi decía ese perfume me está volviendo loca como se supone que voy a poder trabajar así.
Me mostró una foto con la imagen de tres pequeños que eran hermanos una niña de ocho años y dos pequeños que al parecer eran mellizos de sólo seis años, estos niños habían escapado de la casa de sus padres y Richard tenía la idea que pudieron haber sido testigos de algo muy grave ya que después que los habían encontrado llevaban días sin querer hablar con nadie, esa historia me parecía tan cercana que no podía hacer otra cosa más que querer buscar a esos pequeños para poder ayudarles.
Richard me dijo que le habían estado mostrando los expedientes de todos nosotros antes de llegar a nuestra estación pero que cuando vio el mío vio quiso pedir de manera especial el poder trabajar conmigo le había llamado mucho la atención el cómo trabajé en la academia. La verdad me sentí muy alagada cuando escuché eso, me dijo que lo mejor sería saber y conocer a la persona que estaría conmigo tantas horas durante el día así que para romper el hielo me invitaba a almorzar y yo para no ser grosera obviamente accedí.
Salimos del lugar a caminar y nos sentamos en una plaza me dijo que su historia había sido un poco complicada sus padres tenían ya muchos años separados, su madre se fue de la casa y él sabía que su padre por ella se había alejado de su abuela y como era tan terco no se atrevía a volver para pedirle disculpas por tantos años de abandono, es el hijo mayor tiene 27 años y ahora que su hermana de 24 ha decidido comenzar a trabajar con su padre él pudo tomar la decisión de moverse y está tratando de buscar la manera de reencontrarse con su historia.
Cuando él dijo eso le pregunté —¿A qué historia te refieres?
—Por años he querido conocer a mi abuela y espero no estar muy tarde tal vez pueda convencer a mi padre y mi hermana que lo hagan también, la verdad lo único que se de ella es que se llama Annie Campbell y que vive en esta ciudad.
—Perdón ¿Dijiste Annie Campbell?
—Si como tu apellido, aunque ese es un apellido algo común.
—Yo creo saber a quién estás buscando, Annie Campbell ha sido como una madre para mí, todo lo que soy se lo debo a ella, me vio y me rescató cuando no tenía a donde ir, ella es el ser más noble que jamás haya conocido.
—Mi madre solía describirla muy distinto pero te soy honesto no creí nunca todas las cosas que ella decía, sólo nos tuvo y de pronto se cansó y se fue con otro, en eso le quitó a mi padre la mitad de su fortuna aunque eso no quiere decir que él no tenga dinero, la verdad es que hace mucho repuso eso y más con creces pero no quiere enfrentar a mi abuela y reconocer que ella tenía razón cuando en más de una ocasión le dijo que esa chica no era para él así que cuando mi hermana estuvo lista para ayudarle en los negocios yo decidí volver a lo mío y pedí traslado a esta ciudad quiero darme la oportunidad de conocerla y conocer también algo de mi pasado, ¿Tú crees que la Annie Campbell que tu conoces sea mi abuela?
—Yo creo que sí, si quieres puedo hablar con ella o llevarte a la casa, ella no habla mucho de su hijo y por lo que me dices de tu historia estoy casi segura de que es la misma persona.
—Te puedo pedir un favor cuando me presentes le puedes decir que soy un amigo primero antes de decirle la verdad de quien soy.
—No me gustaría mentirle a Annie, pero creo que tienes razón sería bueno que la conocieras primero y te darás cuenta de que ella es alguien muy especial.
—¿Qué tal si esta misma noche te llevo a tu casa a la salida del trabajo?
—Me parece una buena idea, aunque por ahora quisiera llevarme un café con un bagel a la oficina ya tengo hambre.
—Perdona te invité algo de comer y eso fue exactamente lo que no hemos hecho.
—No te preocupes mejor así algo rápido y liviano para mantener la dieta.
—Perdón, pero tú no necesitas hacer dieta yo te veo muy bien, así como estás.
Después de ese comentario sólo pude sonreír, aunque sentía los colores y el calor subir a mi cara, y como para hacerla mejor le dije —¿Y qué hay de ti?, espero no hayas dejado a ninguna familia en Vermont.
—No la verdad es que a mí no me ha ido muy bien tampoco con esto me estar siempre ayudando a mi padre y también mi carrera todas las parejas que he tenido se han aburrido de mí y como no ha habido nadie que de verdad me haya motivado lo suficiente no he hecho nada para retener a nadie en mi vida, ya te conté de mí y ahora tú, espero no aparezca un novio celoso en el trabajo.
—Eso está difícil ya que ni ha novio llego.
—¿Cómo puede ser eso?, eres una chica brillante por lo que vi en tu historial y lo que mis ojos ven ahora te ves bastante bien.
—De seguro dices eso para hacerme sentir bien, aunque muchas gracias.
—¿De verdad no te has visto a un espejo? Eres una chica muy guapa de verdad te lo digo.
—Bueno te voy a creer, aunque ya no sigas, que tal si ahora después de comprar algo volvemos a la oficina para comenzar nuestro primer caso.
Compramos un par de bagels tostados, dos cafés con sólo crema y dos de azúcar igual para los dos y unas donas volvimos a la oficina, ahí comenzamos a buscar información sobre los niños, la verdad es que, aunque a veces es difícil concentrarse con Richard debo decir que me sorprende lo inteligente que es para encontrar información creo que a pesar de todo será interesante trabajar con él.
La verdad es que esta chica aparte de linda se ve muy dulce y creo que tiene un gran potencial, aunque sé que no es buena idea mezclar las cosas me encanta ver como se pone nerviosa con mi presencia, o tal vez sea una mujer así la que siempre he necesitado en mi vida, aparte al parecer ella conoce a mi abuela tal vez está escrito que tenía que conocerla, esta relación de trabajo recién comienza veremos qué pasa en el futuro.
Richard recibió una llamada diciendo que ya tiene la dirección donde tienen a los niños para que los pudiéramos visitar así que es hora de comenzar, salimos y me pide que lo espere en a puerta que va a buscar su carro que esta al costado del edificio, cuando me doy cuenta él está manejando un Porsche Panamera 4 que cuesta unos cien mil dólares le digo —Espera este no es un carro del departamento.
—Claro que no este es mi carro, pero como no tenían nada para mí todavía he decidido usar el mío, por favor no me digas que no te gusta el color.
—Estás hablando en serio, este carro es un sueño.
—Me alegra saber que te gusta jamás había encontrado a una chica que supiera distinguir y conociera este modelo a primera vista, muchas gracias.
Me subí al carro y tardamos unos 15 minutos en llegar al lugar, era una casa normal donde estaban tratando de mantener a los chicos protegidos y tranquilos después de que habían escapado.
Cuando vi a la niña no pude sino verme en ella cuando yo tuve esa misma edad tal vez fue por eso por lo que la pequeña me abrazó fuerte con sólo verme y me dijo —¿Tú me puedes ayudar por favor? John y sus amigos son hombres muy malos nosotros vimos cuando ellos mataron a nuestra madre y sus amigas tenemos mucho miedo que nos hagan daño.
Todos en el lugar se quedaron mudos ya que por días habían tratado de que los niños dijeran algo y prácticamente no habían podido lograr mucho y en ese momento tal vez el sentirse comprendidos por alguien a quien su corazón sentía podía entenderlos decidieron contar su verdad, les pedí a todos que por favor me dejaran a solas con ellos.
Richard se acercó a mí y me dijo estaremos afuera. Me quede sola en la habitación y dije —Hola, mi nombre es Victoria, pero me dicen Vicky, ¿cómo se llaman?
La chica se acercó a mí y dijo —Soy Cathy y ellos son mis hermanos Jack y Aldo.
—Hola Cathy me quieres contar ¿Qué pasó con ustedes? ¿Cómo llegaron aquí? y ¿Quién es John?
—John es un hombre malo, le pegaba mucho a mami y a nuestra tía también, llevaba hombres a la casa nosotros nos escondíamos donde podíamos, escuchábamos todo el tiempo que ellos les pegaban y les daban cosas de tomar —dijo Cathy.
Cada palabra que Cathy contaba me hacía recordar mi propia historia, como es posible que esto se repita cada vez y que sean los niños quienes tienen que vivirlo, será posible que yo pueda cambiar en algo la historia de estos pequeños, así como Annie cambió la mía, estarán los niños hablando del mismo John y de ser así no voy a descansar hasta que ese maldito no termine en la cárcel o muerto porque un maldito como ese no merece estar vivo.
Les pregunté —¿Sabes qué pasó con tu mami y tu tía?
—Sólo escuchamos unos disparos y nos escondimos después no volvimos a escuchar nada más, era de noche no se veía nada en ese lugar.
—Tienes alguna idea ¿Dónde está la casa?
—No —respondió Cathy solo moviendo la cabeza.
—¿Recuerdas como es el lugar?
—Si —respondió ella muy tímidamente.
—Podrías describir la casa por dentro.
—Mas o menos, tiene 3 dormitorios dos baños, todo está un poco sucio, la casa esta como en medio de un bosque hay muchos árboles alrededor está muy escondida.
Cuando Cathy dijo eso, mi corazón empezó a latir con mucha fuerza como podía ser que los hilos del destino me pusieran de nuevo en la misma dirección, esa hubiese sido mi descripción del lugar si alguien me lo hubiese preguntado, le dije —Podrías describir a John sabes quién es él.
—John es el marido de mami, él no nos quiere, dice que le estorbamos mami siempre nos pedía que nos escondiéramos en un closet o debajo de la cama y que nos calláramos sin importar lo que escucháramos, un día John nos encontró y nos golpeó mucho mami y mi tía nos defendieron y se lo llevaron, pero después escuchábamos como las golpeaba a ellas también, John es grande, es un hombre malo y tiene amigos que son malos como él —dijo Cathy mientras sus hermanitos seguían en silencio.
—Tienen alguna idea de cómo se llama la ciudad o que tan lejos están de su casa o cualquier otra cosa que recuerden.
—No solo que tenemos mucho miedo que nos encuentre y nos golpee otra vez —dijo Cathy casi llorando, seguramente por el miedo.
—Deben estar tranquilos los vamos a proteger y podrán pedir hablar conmigo cada vez que quieran yo dejaré mi número para que me puedan llamar sólo le deben pedir a las personas en esta casa no sientan miedo por favor ¿Saben leer y escribir?
—No sabemos, jamás hemos ido a la escuela —dijo Cathy.
Cada frase y cada palabra que Cathy decía era recordar cómo era yo desde pequeña cuando Annie me encontró. Les conté que tenía una buena amiga que tal vez nos podía ayudar con eso pensando también en que ese sería un buen motivo para animar a Annie ya que desde hace unos meses la notaba un tanto desmotivada, Annie tiene 82 años ya pero la verdad es muy bella y nadie imagina su edad siempre ha sido muy jovial, se arregla muy bien antes de salir, se maquilla todos los días, siempre tiene un comentario que te saca una sonrisa, le encantan los niños tal vez por eso a pesar de los años muchos de sus ex alumnos que ahora son adultos siempre la recuerdan con cariño y más de uno la saluda cuando la reconoce en la calle.