Cuando llegamos a casa Annie salió de inmediato a recibirnos y nos dijo que tenía lista la cena, la verdad es que con tantas cosas y emociones no habíamos tenido tiempo de comer en todo el día, durante la comida Richard nos dijo que debía volver al hotel por sus cosas, Annie me miró y me dijo hija porque no vas para que le ayudes yo hoy hablé con unos vecinos para que me ayudaran a limpiar la pieza y ahora esta lista. Incluso movieron el sofá cama mientras tanto para que tengas un lugar donde dormir, después podemos ordenar algunos muebles si se necesitan. Fuimos a ver como había quedado todo, Annie incluso había colocado una cortina nueva y arreglado una mesita de noche con una luz. Richard la abrazó y le dio un tierno beso en la mejilla y le dio la gracias. Cuando terminamos de comer limpiamos todo entre Richard y yo mientras nos preparábamos para salir me dijo —Yo creo que Annie sospecha algo.
—Yo también lo creo, pienso que deberíamos decirle la verdad.
—Estoy totalmente de acuerdo, aunque no sé cómo lo tome si vamos a vivir en la misma casa, pero creo que debo hablar con ella antes de moverme aquí con ustedes.
Llamamos a Annie a la sala y le dijimos que necesitábamos hablar, Richard le dijo que teníamos dos cosas importantes que decirle —Abuela la primera cosa y también la más importante es que Vicky y yo vamos a darnos una oportunidad como novios, prometo respetarla y respetar tu casa si aún me dejas quedarme aquí.
—Ustedes creen que no me di cuenta desde que los vi juntos, sus ojos se buscan algo me dice que el destino ha movido sus hilos para unirlos de alguna forma y cuando eso sucede no importa lo que pase ni donde estén si necesitan estar juntos van a buscar la forma, yo tengo mis años y quisiera que Vicky encontrara a alguien que la haga feliz y si ese alguien resulta ser mi nieto yo seré aún más feliz, y no me digan que respetarán mi casa que tarde o temprano les puedo apostar que no van a poder, ahora ¿Qué es lo segundo que me quieren decir?
Ambos nos miramos la verdad es que no sabíamos cómo comenzar y mucho menos que le teníamos que pedir que nos ayudara con los niños fuera de su casa así que le dije —Annie necesitamos tu ayuda con tres pequeños que están casi en la misma situación que estaba yo cuando me encontraste de hecho pensamos que son víctimas del mismo hombre.
—Eso es serio ¿Dónde están esos niños?
—En una casa aquí en Hartford, pero tenemos miedo, los queremos sacar de ahí a un lugar que sólo nosotros sepamos, Richard piensa en un hotel en Boston y queríamos pedirte ayuda, están en las mismas condiciones que estaba yo cuando me encontraste no saben leer ni escribir son dos niños de seis años y una de ocho.
—Podría conseguir una o dos personas para que te ayudaran con ellos, los pobres están muy asustados —dijo Richard.
—¿Cuándo me voy?
—¿Eso significa que nos puedes ayudar? —le pregunté.
—Claro que si, en lo que yo pueda ayudar siempre podrán contar conmigo.
—Después de saber eso aún me permites que me quede aquí solo con Vicky —dijo Richard.
—Les diré una cosa a los dos y voy a ser muy clara, si en algún momento ustedes deciden estar juntos lo van a hacer aquí o en un hotel de paso o en el auto y se bien que estar solos aquí en la casa puede ayudar a que eso suceda también sé que ya son adultos así que les voy a recomendar que antes de que tengan sexo prepárense que estoy muy joven para ser bisabuela, creo que he hablado claro, ahora vayan por sus cosas que mañana tienen que levantarse temprano mientras tanto yo también voy a preparar mi maleta y algunos libros que tengo para poder ayudar a esos chicos además de cosas extras para mantenerlos ocupados de hecho sería bueno que pasaran por una tienda y les compraran algunos juguetes, cuadernos, lápices y ese tipo de cosas y también unos cambios de ropa no creo que tengan muchas cosas esas pobres criaturas.
Ambos nos miramos y respondimos al mismo tiempo —¡Ok, Annie, lo que tú digas!
Richard tomó mi mano y salimos, cuando llegamos al carro él me miró y me dijo —Todavía no puedo creer lo que acaba de pasar con mi abuela ¿Siempre es así de directa?
—Por lo general lo es, pero creo que hoy batió récords.
—Yo jamás te pediré que hagas algo que tú no quieras hacer, pero ¿crees que aguantemos mucho tiempo?
—Te soy honesta, creo que debería ir al médico, Annie tiene razón si en algún momento estamos juntos me gustaría estar preparada, o tal vez tú prefieras buscar a alguien más y no esperar por mí.
Richard detuvo su coche y me dijo —Nunca he sido un hombre que anda de aquí para allá, aunque te soy honesto no he tenido relaciones muy serias en mi vida igual he tratado de ser leal, pero hay algo en ti que no puedo entender que es y después de ese beso no quiero separarme de ti, nunca he sido fan del destino, pero imagino que algo así debió pasar para que terminemos juntos.
—¿De verdad tú sientes algo especial por mi cuando me acabas de conocer? —le pregunté.
—Te prometo que esto no es pura atracción de momento eso no quiere decir que no me guste lo que veo, de hecho, me encanta y aunque me muera de ganas por hacerte mía esperaré el tiempo que me pidas, aunque no te negaré que voy a estar rogando que no sea mucho.
—¿Qué voy a hacer contigo?
—Quererme —me respondió con una sonrisa mientras me cerraba un ojo.
En esos momentos llegamos al hotel subimos a su habitación mientras rogaba para que muy pronto pudiera guardar todas sus cosas puso las maletas sobre su cama y comenzó a guardar todo, sacó su bolso del baño y yo revisé las gavetas en caso de que se quedara algo más, antes de salir tomó mi mano me abrazó, me besó estábamos tan cerca que incluso podía sentir su cuerpo y le dije —Seamos honestos no vamos a aguantar mucho verdad, vas a hacer todo lo posible para hacerme caer en tus brazos.
—Perdóname estar solo contigo no es fácil, creo que necesito una ducha fría.
—Yo también después de sentir lo que sentí.
—¿Qué sentiste?
—Por favor no me preguntes, está bien yo también quiero hacer el amor contigo y si por mi fuera en estos mismos momentos lo haría, pero no estamos preparados con nada y cuando eso pase quiero toda una noche no sólo un rato ¿Me entiendes? quiero despertar abrazada a ti, no tener que vestirnos rápido para volver a casa como si estuviéramos haciendo algo malo, no quiero sólo sexo, quiero el paquete completo,
—Te prometo que así será, yo también tengo miedo a no ser todo lo que tú sueñas en esa primera vez.
—Tú tienes la experiencia yo de unos besos sin chiste no he pasado.
—Llevo un rato solo, y ni siquiera tengo condones en mi gaveta, pero puedo comprar si tú quieres.
—¿De verdad usarías?
—Claro que sí, es responsabilidad de los dos no sólo tuya, pero si quieres ir con un doctor vamos yo te acompaño.
—Me daría mucha vergüenza.
—No tendrías porque somos pareja, quédate tranquila.
De pronto nos sentamos en la cama y nos comenzamos a besar Richard pone su mano sobre mi pecho yo me empiezo a sentir muy agitada él lo nota y se detiene y me dice —Si no salimos ahora de aquí ahora no te prometo nada.
—Pasemos por una farmacia tú y yo sabemos que no es cuestión de días sino de horas, no me digas que no me vas a obligar porque si no lo haces tú lo voy a hacer yo.
—Creo que eres tan directa como Annie y sabes una cosa eso me encanta.
—Salgamos de aquí que otro beso así no lo resisto.
—Ni yo tampoco.
Pasamos a una tienda grande buscamos ropa para los niños, útiles de escuela, algunas películas, Playdough, unos autitos de juguete, una muñeca y accesorios, juegos de mesa didácticos, flashcards la verdad es que compramos todo lo que pensamos podía servir pobre Richard yo veía la cuenta subir y subir, antes de llegar a la caja vimos el área de la farmacia y me miró como para estar seguro que yo aprobaría la compra, y le dije —No me preguntes a mi yo no conozco la diferencia entre uno y otro eso es algo que tú conoces mejor.
—¿Eso quiere decir?
Y cuando vio que le puse una cara de todavía me preguntas, fue y agarro 2 cajas
—¿Cuántos hay en cada caja?
—Doce —me respondió.
—¿Tantos vamos a necesitar?
—Uno nunca sabe en especial si vamos a estar solos tanto tiempo si me dices que si quiero estar preparado.
—¿Cómo te gustaría que me preparara yo?
—No lo sé.
—¿Te gustaría que vistiera algo especial?
—No lo había pensado, pero debo reconocer que la ropa íntima de color rojo me vuelve loco.
—¿Por qué no comienzas a pagar mientras yo voy a checar un par de cosas para mí?
Caminé hacia el área de la ropa íntima y vi unos conjuntos muy sexy en rojo, n***o, blanco, azul y rosa no sabía bien lo que estaba haciendo así que compré en todos los colores que encontré disponibles en mi talla puse todo en un básquet y fui a una caja distinta a pagar después me encontré con Richard que acababa de terminar y nos fuimos al carro guardamos todas las cosas en el maletero de pronto me preguntó que había comprado yo y le dije que también quería estar preparada. Poco antes de llegar a la casa Richard detiene el carro en un lugar un tanto oscuro y me comienza a besar de pronto siento su mano bajo mi blusa y tocando uno de mis pechos por sobre el brasier —¿Qué vamos a hacer? —me dijo.
—Dejaré la puerta de mi pieza junta —le respondí.
—Estás hablando en serio por favor no me ilusiones.
—No tiene sentido seguir así, cada vez que me besas me estremezco, acabas de tocar mis pechos y me gustó mucho, demasiado diría yo.
—¿De verdad te gusto?
Me acerque y lo besé, él puso nuevamente su mano bajo mi blusa y la otra entre mis piernas, de pronto se detiene y me dice —No, tu primera vez debe ser mejor que esto.
Agarró su teléfono, llamó a Annie y le dijo —Abuela llegaremos en la mañana se presentó una emergencia compramos todo lo necesario para los niños no te preocupes, nos vemos a la hora del desayuno lo prometo.
Encendió el carro y volvimos al hotel bajó una de las bolsas y guardó la caja con los condones en ella y yo la de mis compras llegamos a recepción y pregunta por la suite principal, le dicen que si está disponible y pide que nos lleven una botella de champaña y unas frutas.
Llegamos y me toma en brazos para entrarme, golpean a la puerta y traen una mesa con las cosas que pidió, destapó la champaña sirvió dos copas y brindamos después me comenzó a besar y le dije —Tengo mucha vergüenza, pero compré algo que me gustaría usar esta noche —entré al baño y me puse el conjunto rojo después me cubrí con una bata del hotel y salí sintiéndome apenada sabía que ya estábamos ahí y que yo también deseaba tanto como él ese momento.
Richard se acercó me miró y me comenzó a besar lentamente, abrió el lazo de la bata y pudo ver mi conjunto íntimo de color rojo sacó mi bata y comenzó a mirarme una y otra vez tomó mi mano y me llevó a la cama sus manos comenzaron a recorrer desde mi cuello a mis piernas no hubo una parte de mi cuerpo que sus manos no hayan recorrido sin ni siquiera sacar mi ropa, verme vestida así lo excitaba demasiado se quitó toda la ropa frente a mi ahora si no había toalla ni nada reconozco que cuando vi todo eso hasta me asusté por un momento comenzó a besarme el cuello mientras sus manos entraban bajo mi brasier de pronto lo desabrochó para sacarlo dejando mis pechos desnudos, antes de besarlos trajo la champaña y vacío un poco sobre mí y después pasó su boca para entonces sus dedos jugaban entre mi bikini y yo cada vez me sentía más excitada sólo hasta que se dio cuenta que yo estaba teniendo mi primer orgasmo los quitó y me dejó completamente desnuda frente a él se puso el condón y se subió sobre mi lentamente fue abriéndose paso en mí y si es verdad que se siente dolor también es cierto que la sensación de placer lo supera no dejaba de besarme hasta que ambos acabamos, de pronto lo escucho decir —Gracias amor.
—¿Por qué me das las gracias?
—Porque me has regalado algo muy especial para ti.
—Gracias a ti por hacer este momento increíble, pero que vamos a hacer ahora?
—¿Tienes hambre?
—No me refiero a eso, aunque ahora que lo mencionas si me dio hambre.
Ambos reímos mientras al levantar las sábanas me doy cuenta de que estoy sangrando un poco le pido que me pase la bata para ir al baño y no manchar todo alcancé a llegar a tiempo, pero la verdad no sangré mucho Richard llegó a la puerta del baño a preguntarme si estaba bien yo le dije que sí que mejor pidiera algo para comer me duché rápido y al salir lo escucho decirme —El jacuzzi te puede gustar más/
—Suena interesante, pero será para la próxima—le respondí.
—¿Será que dejo hecha una reservación para mañana?
—No podemos estar durmiendo aquí a cada rato.
—¿Quién dijo que te voy a dejar dormir… ¿Te sientes mejor?
—Mucho mejor de lo que imaginé.
—¿Te sentiste bien?
—Fuiste maravilloso, yo no sé si yo fui lo que esperabas.
—Superaste con creces todas mis expectativas —mientras tomaba mi cara y besaba tiernamente en los labios.
Y mientras decía eso veía como sus manos entraban bajo mi bata para acariciar mis pechos y mientras besaba mi cuello nunca en mi vida yo había sido tan dócil ni tan entregada, sus labios comenzaron a besar mis pechos mientras abría mi bata cuando suena la puerta y ambos reímos fue al baño por otra bata sacó dinero de su billetera se lo dio al chico y entró la mesa, había ravioles de langosta, una ensalada con camarones, cheesecake de postre y una botella de vino blanco.
—¡Esto es mucho! —le dije mientras veía toda esa comida.
—Debo estar fuerte para la segunda vuelta —me respondió con una sonrisa.
—¿Piensas seguir?
—Si me dejas yo no tengo ningún problema, es más te diría que jamás he tenido tantos deseos de volver a hacerlo como ahora.
Comimos y después nos fuimos a la cama, aunque creo que la mezcla vino y champaña nos agarró a los dos y nos dormimos un rato abrazados, aunque incluso dormidos sus manos seguían acariciando mis pechos y mientras yo acariciaba los suyos él tomó mi mano y la bajo para que yo lo sintiera, comenzamos a besarnos muy apasionadamente y me subió sobre él y justo le dije —Tienes que…
—Con la emoción casi lo olvido, dame un minuto —sacó otro condón de la caja se lo puso y me dijo —¿En qué íbamos?
Me levanta y me pone sobre él lentamente pone sus manos en mis caderas lo que me ayuda a comenzar a moverme hasta que de por si mis movimientos son más rápidos y fuertes siento que cuando el escucha mis gemidos los disfruta mucho y mientras tanto sus manos recorren mi cuerpo. Esta sin duda ha sido la mejor forma de perder mi virginidad y dentro de mi estoy segura de Annie sabe exactamente que esta es la emergencia que se nos presentó.
Me desperté a las seis de la mañana y cuando abrí mis ojos vi como Richard me veía y me dice —Buenos días, amor, ¿Cómo te sientes?
—Buenos días, amor, me siento muy bien y muy feliz, gracias por hacer de ese momento algo especial.
—Fue maravilloso, me encantó sentirte en un comienzo tímida pero después muy apasionada no sé qué me diste, pero me siento contigo como nunca me he sentido antes, jamás una mujer despertó en mi esta sensación. Por favor prométeme que seguiremos juntos, cuando mi madre nos abandonó nunca quise atarme de ninguna manera a una relación he tenido miedo a la desilusión y el abandono y sólo necesité conocerte y quiero todo contigo.
—¿A qué te refieres con todo? —pregunte con muchas dudas.
—A todo, a una vida a despertar a tu lado todos los días a formar una familia a casarnos.
—No se supone que sea yo la que este diciendo todo eso además recién nos conocimos que tal si no te gusta como soy.
—Te propongo algo, durante este tiempo vamos a vivir juntos más de lo que muchas parejas lo hacen normalmente en varios meses, así que si algo no nos gusta del otro lo diremos y si algo nos gusta también, así sabremos que podemos mejorar y que es lo que más nos gusta, siempre habrá cosas en las que no estemos totalmente de acuerdo y está bien, y por favor dime si hay algo que quieres que yo haga sólo quiero que te sientas bien a mi lado.
—Me parece una muy buena idea, por lo pronto no tengo ninguna queja eres muy tierno y me has cuidado como siempre soñé que alguien lo hiciera y aunque esto pasó más rápido de lo que pensé buscaste la manera de regalarme mi primera vez de una forma muy especial.
—Me gusta saber que eres una mujer inteligente, con un corazón muy noble, que tratas de salir adelante y que a pesar de mostrarte tímida puedes ser muy sensual en la cama.
—¿Sabes que tenemos que levantarnos?
—No quiero estoy muy bien aquí contigo —me respondió mientras me abrazaba fuerte.
—De seguro Annie nos está esperando.
—Está bien que tal si para comenzar el día con motivación nos bañamos juntos.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste no te hagas ven.
Me tomó de la mano y así como estábamos me llevó al baño, dejó caer el agua tibia y me dijo —No puedo eres mucha tentación verte así desnuda frente a mí.
Yo lo miré me reí y dije —Estaba pensando lo mismo —me acerco a su oído y le digo —Llévame a la cama.
Cerró la llave en ese instante me tomó de la mano llevó cuatro toallas ya que estábamos un tanto mojados ya y las puso en la cama me recostó sacó otro condón de la cajita y comenzó a besarme el cuello los pechos mientras entraba en mi esta vez con más fuerza, soy suya soy toda suya nunca imaginé que podría sentirme así y dije —No creo que podremos bañarnos juntos —le dije.
—Te veo desnuda y es demasiado para mí.
—A mí me pasa lo mismo, ¿quieres que me bañe yo primero?
—Está bien amor, yo le llamo a Annie para decirle que llegaremos pronto.
—¿Tú crees que se enoje?
—La verdad no lo creo, pero que nos hará preguntas directas lo va a hacer y será mejor decir la verdad, yo no quiero dejar de dormir contigo.
—Ni yo tampoco.
Entré al baño para poder salir pronto del hotel. Mientras tanto Richard llamó a la tienda del hotel y pidió que enviaran una blusa de mi talla para que pusiera tener un cambio de ropa yo traía en mi bolsa otros cambios de ropa íntima que había comprado y podría usar ese día, cuando salí del baño sobre la cama estaba el bolso de la tienda con su regalo, dejé mi cabello mojado para darle tiempo a que Richard se bañara y me vestí debo reconocer que la blusa era muy linda y fina también, cuando él salió del baño se cambió rápido mientras yo trataba de no mirarlo aunque eso no es fácil, guardamos las cosas en su bolso y bajamos a recepción para entregar la llave y pagar la cuenta, llegamos a casa de Annie y cuando vio que mi pelo aún estaba un tanto mojado nos dijo —Yo les daba no más de una semana para que esto pasara pero ustedes se adelantaron bastante espero se hayan cuidado.
—Abuela por supuesto que sí, quédate tranquila —le respondió Richard.
—Para que pregunte dónde vas a dormir de ahora en adelante, mejor pasemos a tomar desayuno que deben volver al trabajo y ahí me cuentan que cosas compraron,
—¿No estas enojada conmigo Annie? —le pregunté muy apenada.
—Mi niña, ya eres adulta jamás he tenido una queja de ti, imagino que tomaron las medidas necesarias para cuidarse y mientras miraba a Richard dijo —Sólo te pido que no tomes a Vicky como pasatiempo una chica tan buena y noble como ella no se encuentra fácilmente.
—Abuela te prometo que si por mi fuera hoy mismo me casaba con ella no tengo ninguna intención de dejarla ir, pero queremos terminar con este caso primero.