Las caras de Elena y Rodrigo se quedaron pálidas al ver cómo Mishal producía llamaradas de fuego con sus manos, en un intento de deshacer la ola enorme de hielo y agua que Eira estaba produciendo de manera descontrolada, como en muchas ocasiones repetidas atrás. Aldeanos y soldados de ambos bandos que se encontraban alrededor veían la escena de hielo y fuego con una profunda sorpresa mezclada con miedo por lo desconocido, pues se trataban de dos simples humanos tratando de controlar elementos de la naturaleza que van más allá de su compresión. Era el miedo a lo desconocido lo que les hizo olvidarse por un momento de la guerra.
- Eira soy Mishal -le decía el pelirrojo a la muchacha que se encontraba inconsciente tratando de congelar todo a su alrededor.
Eira se encontraba con los ojos e
