10 Muchas dudas y un aliado Clara estaba sentada frente a su computadora, con una taza de café olvidada a un lado y el cursor parpadeando en la pantalla. Había pasado horas revisando documentos y cruzando información, pero cada respuesta parecía abrir más preguntas. Las irregularidades eran cada vez más evidentes, y la conexión con el proyecto que Adriano había propuesto a su padre era innegable. Respiró hondo, tratando de aclarar sus pensamientos, pero el peso de la situación era abrumador. Tenía miedo de equivocarse, de señalar algo sin pruebas concretas, pero, al mismo tiempo, sabía que no podía ignorar lo que había encontrado. Se recostó en la silla, frotándose las sienes. Sabía que no podía manejar esto sola. La idea de involucrar a Iván cruzó su mente, pero la descartó rápidamente

