- Solo déjalo ir. - Pronuncia esta persona con una voz tan suave y clara. Mi corazón de alguna manera comenzó a latir con fuerza, ni siquiera podía entender la razón, pero con solo pronunciar esas palabras, sentía como una brisa suave y cálida recorrer mi interior.
- Hmmmm??, Fue lo único que pude contestar, acaso ha notado porque me encontraba en ese lugar y en esas condiciones??. Me sentía apenado darme cuenta que estaba siendo protegido por alguien extraño.
- Sí, déjalo ir, el bus de esta hora siempre viene lleno, haz como yo, siempre espero al siguiente que viene sin muchos pasajeros. – tal vez no se ha dado cuenta de que no estaba aquí por los servicios de la parada, pero para mí estaba bien, oír su voz suave hacia que mis lágrimas dejaran de brotar, haciendo que por un lapso de segundos olvidara ese dolor.
- Como lo sabes??. – Pregunto solo para seguir escuchando esa voz, ya quisiera que mis ojos recuperaran la lucidez y saber el dueño de esa melodiosa voz.
- Porque siempre es lo mismo, todos se apresuran a subir en él creyendo que sería el último, es por eso que el siguiente tienes donde elegir para ir cómodo.
- Porque estas tan seguro??, Que pasaría si, en verdad es el último bus??
- Pues entonces será solo el último del día, mañana tendré de nuevo la oportunidad de esperar, nunca me he quedado sin cómo ir a mi destino.
- Y que haces al respecto??, si te… quedarás solo aguardando??
- Entonces caminaré, quedarme a esperar no es una opción, si crees que ya no tendrás forma de seguir adelante. – No podía creer, todo lo que esta persona decía tenia gran lógica.
Definitivamente esta conversación no tenía nada que ver con el bus, por una rara sensación, todo lo que esta persona desconocida me estaba diciendo, me cambiaba la forma de ver lo que me estaba sucediendo.
- Y si nuestra vida es como un autobús??, muchas veces pensamos que no habrá otro que nos lleve a donde queramos o necesitemos ir, subimos en él aunque el viaje fuera incómodo y riesgoso, con el miedo de que fuera el ultimo, tal vez es cierto lo que dice esta persona, si solo lo dejamos ir, podría tener la oportunidad de subir en uno que el viaje se convertiría en placentera en lugar de incómoda. Obviamente tenía mucho que ver con lo que estaba viviendo, aunque creyera que mi inconveniente sea la movilidad.
- Allí viene el autobús, ten tú lo necesitaras. - Dice la persona interrumpiendo mis pensamientos para entregarme su paraguas, haciendo señales para que el autobús se detuviera y subir en ella. Yo solo quedé en silencio sosteniendo en mis manos el paraguas, no había notado que la lluvia ya no caía, ni siquiera pude fijarme en su rostro, no podría reconocerlo aunque quisiera si nos volviéramos a cruzar, ni siquiera le había preguntado su nombre. Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no pude ver que el tiempo seguía corriendo, al verlo partir un cierto vacío llego a mí, necesitaba volver a verlo, pero los milagros no existen.
Aunque no conocía a esa persona, esa conversación hizo que me confortara en gran manera, mi ropa estaba empapada con la lluvia y la brisa hacia que un fresco rodeara mi cuerpo, pero aunque así fuera por dentro tenía una cálida sensación de tranquilidad, una que hace tiempo no lo tenía y anhelaba retenerla.
Lo único que me quedaba de esa compañía era ese paraguas, no había notado lo pequeño que era, porque parecía cubrir a ambos cuerpos de esa lluvia, que abruptamente caía sin compasión, pero a decir verdad desde que se acercó a mí lo había olvidado.
- Quisiera volver a verlo, conocerlo, pero que me sucede??, me acaban de dejar el corazón herido, acaso no le temo a ser abandonado de vuelta, esta persona ni siquiera lo conozco ni el a mí, quizás solo se acercó a mí por lástima de verme mojado allí , solo habrá querido hacer algo bueno, por una persona.
Cerrando el paraguas para tomar mi camino a mi casa, sigo pensando como empezare el día, de nuevo vuelve a mí ese dolor punzante dentro de mi corazón. Camino lentamente hasta llegar e introducirme dentro de la sala observando los rastro de aquella pelea, que demostraba que la relación ya no era la misma, no era la primera vez que eso sucedía, solo que esta vez fue diferente, en esta ocasión él decidió alejarse, diciendo que ya no soportaba mi inseguridad.
Ahora que lo pienso, siempre estuve seguro de su amor hasta que lo había descubierto con otra persona, tal vez hubiera sido mejor que haya terminado en ese tiempo lo nuestro, prolongar más lo inevitable solo nos hacía más daño, aunque me aferraba a que todo volviera a ser como antes, no podía olvidar, la imagen siempre se me presentaba en la mente.
Suspirando profundamente dejo caer el paraguas a un lado del sofá, para subir las escaleras y darme una ducha, ya no quería pensar solo quería cerrar mis ojos y dormir haciendo que todo acabe con este día.