—Entonces… ¿cómo estuvo tu «No cita» con mi hermanito? — pregunto cuando veo a Emma entrar en mi habitación. Lleva una de las sonrisas más gigantescas que le pude ver en todo este tiempo que llevamos de amigas. Sus mejillas están fuertemente sonrojadas y retuerce sus dedos nerviosamente mientras se encamina a la cama, para sentarse a mi lado. Le hago un lugar más grande para así estar más cómodas las dos, ella se sienta gustosa. —Fue… —suspira ensoñadoramente y me mira a los ojos, embobada y feliz— fue una noche maravillosa. Nunca pensé que él sería así de tierno. Me corrió la silla para que yo me sentara y pidió mi comida, solo para sorprenderme. Estuvo espectacular, Nat —sonrío, no disimulando lo feliz que estoy por ellos. Nunca pensé que mi querido hermanito, estaría formalmente de no

