Capitulo 2

2073 Words
Unos años atrás. Kateryn. Miro por la ventana como Enrique con Ignacio, Yasserley y Benicio estan arreglando un auto que no tengo idea de quién es, puede ser de alguno de ellos, como de la familia o hasta de algún vecino que a veces hacen esos trabajos para agarrar unos pesos salvadores, y también por culpa de Enrique porque no sabe decir que no, menos si dichos vecinos tienen hijos. Miro hacia los costados de la calle viendo a las vecinas o a las jovencitas justo en sus veredas limpiando ya que están todos sin remera, pero mi vista se centra solo en Benicio ya que uno es mi hermano, el otro mi "cuñado" y el otro mi amigo, Benicio me vuelve loca pero no puedo siquiera decirle hola que me pongo tonta, es algo automático, escucho que su auto llega, o su voz, o hasta cuando Enrique dice que viene en camino me vuelvo un ser torpe que no sabe hablar y hasta me eh llegado a caer de la misma estupidez que me da. —Tia. —me giro asustada viendo a Kiara, de quien mas me debo cuidar con mis secretos es Kiara. —¿Qué pasa?. —¿Qué haces?. —Nada, ¿Qué quieres?. —se tira en la cama acostada y me mira sonriendo, pero no una sonrisa simpática, una que da miedo—. Me vas a desarmar la cama Kiara. —No me bajo si no me dices que hacías. —No hacia nada nena. —se para comenzando a saltar en la cama y yo voy furiosa—. Deja de saltar, me quebraste la cama y me pegaron a mi... Bájate de una vez nena. —Bájame si no quieres que salte. —Nooo Kiara, bájate. —la empujo de la espalda y cae al suelo de rodillas, se para furiosa y se sube arriba mío—. ¡Aaagggg suéltame qué haces!. —caemos al suelo y me quiere golpear en la cara cosa que me desespera—. BASTA KIARAAAA. —Me empujaste, esto te pasa por empujarme. —cuando logra darme un golpe sale de arriba mío y bajamos corriendo donde la quiero agarrar—. Bastaaaa. —Me pegaste fuerte, —cuando bajo caigo acostada y ella se sube arriba mio agarrándome de los pelos tirandomelos con fuerza—. BASTA KIARAAAA... AAAAHH. —Mmmjjj. —miramos a Benicio que se limpia las manos con un trapo mientras sonríe—. ¿Otra vez peleando ustedes dos?. —Esta que me reta. —Kiara se para como si nada hubiera pasado y ahí lo hago yo con mucha vergüenza porque soy grande y una nena me tiene como quiere. —Te llama tu papá mami. —Si, después seguimos tía. —va saliendo con su sonrisa malvada que me dice que después me vuelve a molestar, pero Benicio la para agarrándola del brazo—. ¿Qué pasa tio?. —¿Mi beso? No nos vimos en todo el día. —le da un beso en la mejilla colgándose de su cuello y ahí sale—. ¿Estas bien Katy?. —Si. —me mira de pies a cabeza poniéndome incómoda. —Pareces una nena jugando. —se rie pero yo no lo hago, aprieto mis manos con deseos de llorar—. Kiara hace lo que quiere contigo. —Benicio. —mi papá aprieta el hombro de él y me mira—. ¿Qué necesitabas?. —Vine a tomar agua. —La cocina esta allá y creo que lo sabes mas que bien. —le señala donde esta la cocina y me mira de nuevo—. ¿Qué hacias con mi hija?. —Solo hablaba. —los miro que se rien de no tengo idea qué, porque muchas veces no entiendo los chistes que se hacen—. Es una nena señor. —Bien, espero que sigas viéndola por lo que es, una nena Benicio. —Si señor. Subo a mi habitación con toda la calma que puedo y en mi cuarto me lloro la vida, siempre es lo mismo, es una nena... Pareces una nena... Te vistes como una nena... Las nenas no salen... Siempre lo mismo sale de su boca, nunca me mira mas que para decirme que soy una nena nada mas, y mas lloro al darme cuenta que jamás me podría mirar de otra forma que no sea lo que dice y la hermana de su amigo, es un hombre de veintiseis años con una vida diferente a la mía que no salgo de mi casa sin permiso, y soy fea y gorda ¿qué me podria mirar?. —¿Tia?. —Dejame sola Kiara. —miro hacia el otro lado apretando la almohada con fuerza—. No quiero hablar con nadie. —Perdón tia. —se sube a la cama poniendo las manos en mi espalda. —Vete Kiara... No quiero ver a nadie. —¿Lloras porque te tiré fuerte de los pelos?. —niego sin decir nada porque tiene que ver esa situación no ella—. Perdón, yo te amo tia. —se tira arriba mío abrazándome—. Estabamos jugando no mas, no quise tirarte fuerte. —¿Qué quieres?. —Mi papá dijo si queríamos ir a tomar un heladito... ¿Quieres ir?. —¿Me compras todo lo que quiera?. —me giro un poco mirándola a la cara. —Si, sabes que si. —Esta bien... Me cambio y vamos. —me pongo un vestido amarillo hasta las rodillas con unas tiras según mi mamá super finas que muestro todo pero son como de unos cinco centímetros de gruesas, una cartera de forma de limón que me regaló Kiara y unas sandalias—. Lista. —Yo igual. —vamos abajo de la mano y Benicio esta en la puerta mirándonos fijo sin decir nada—. Listo tio. —¿Ya están listas?. —Si. —quiero que la tierra me trague, creí que Yas nos llevaba—. Podemos ir no más. —Bien. —salimos viéndolos con el auto aun, Enrique está viendo algo por debajo. —Fiiuuu que preciosa Katy. —YA TE DIJE QUE TE DEJES DE JODER. —Enrique sale de debajo del auto y le larga una llave a Nacho que se rie. —No te pongas así amigo, si tu hermana es preciosa, no voy a hacer nada que no quiera. —me rio apretando los labios cuando Nachito camina hacia mi alzando las cejas y Yas le da un semejante golpe por la espalda—. Aaaajjjj mierda. —Ya muévete y no jodas. —Yasserley me da mas plata—. Para que se compren lo que quieran. —cuando voy a agarrar la plata la aleja—. Ojo con este idiota. —Ay Yaaasss. —Nacho se ríe a carcajadas y Enrique se enfurece. —Tio basta, la tia Katy es hermosa, obvio que el tío Ignacio la mira. —Tu te callas, no opines en cosas de grandes nena. —¡Ay si, no opines!. —se pone atrás mío envolviéndome cuando Enrique la encara para darle un golpe. —Deja de hacerte la loca que vas a estar castigada. —Ahora no se puede decir nada. —Síguela no mas, tengo una lista ya. —La corto. —Bueno gente, vamos Ki así podemos comer tranquilas. —Beni las lleva a donde quieran, no se tarden mucho, vengan antes de que el sol se ponga. —Si papi. —Kiara va a los saltos al auto de Benicio subiendo atrás porque sabe que no puede ir adelante en ningún auto, me subo adelante y muy incómoda me acomodo la falda—. Rápido tio que tengo muchas ganas de comer helado. —Ni loca camino con este calor Kiara, así que tomamos el helado y nos volvemos. —No seas mala tia, salgamos un poco sino estamos encerradas. —Pregúntale a Benicio, —lo miro porque no dice nada—. Tiene cosas que hacer nena. —Esta bien, pero me debes una salida tia. —Si, pero cuando salgamos con tu papá. —Ya llegamos chicas. —Me voy a pedir de dulce de leche, vainilla y chocolate. —Yo igual. —Tomemos dos tia, mi papá me dio mucha plata mira. —abre el bolso feliz viendo la plata. —Bueno, tomemos dos o sino nos llevamos, lo escondemos del abuelo y los tíos y en la noche comemos. —Si, mejor así. —entramos de la mano con Ki, aunque nos llevamos a penas seis años siempre la llevo de la mano a todos lados, cuando nos sentamos a comer no quiero que Beni me vea comer y engordar cada vez más—. Tio... ¿Vas a ir a la graduación de tia Katy?. —¿Cuándo es?. —No hace falta Beni, en serio. —¿Cómo que no?. —No te molestes de verdad, solo salgo del secundario nada mas y encima con las notas justas. —¿Cuándo es? Quiero ir. —El sábado. —Kiara le pasa toda la información y yo no digo nada. —Bien... Ahí voy a estar. Ellos charlan a mas no poder pero yo no digo nada, me pone muy incómoda la situación, ya que yo lo miro con deseo y él como una hermana chiquita que debe cuidar de todo y todos aun de Nachito que lo hace para molestar a Enrique nada más. Nos lleva de nuevo a la casa, sin decir nada nos bajamos y espera a que entremos a la casa para poder irse. En la noche Kiara duerme conmigo abrazándome y yo pongo todo de mi para no llorar una vez más al recordar lo estúpida que fui en la tarde y en que estoy enamorada de un hombre con el que jamás en la vida podría tener alguna cosa que no sea una amistad, bueno, mas bien amigo de mi hermano desde que eran muy chiquitos. .............................. —Katy deja de comportarte como una nena por una vez en la vida, eres una mujer adulta. —me quedo callada por el reto de mi papá. —Estamos jugando abuelo. —Ya basta Kiara... Tu tia es grande y tu una nena, no puede jugar de esa manera. —me siento en el sillón y Kiara se acomoda a mi lado agarrando mi mano. —Después jugamos en tu habitación tia, no te preocupes. —Debes madurar Katy, ¿Cuándo vas a dejar de comportarte así? Ya eres adulta hija, madura. —Si papá. —Kiara aprieta mi mano y ya no digo nada. —Todos en la vida van a pasarte por arriba si sigues así... Debes tener carácter, seriedad primeramente, no tomarte todo como chiste o juego mujer. —Kiara va a hablar pero le aprieto la mano para que no diga nada—. Espero que entiendas Kateryn. —Si, entiendo papá. —Bien... Ve a ayudar a tu madre. —Si. —me paro y Kiara conmigo. —Y otra cosa. —lo miro y ya su cara cambia—. Eres una mujer cristiana Katy... Sé prudente. —No soy ni voy a ser como Marcia. —Espero cumplas. —No hables de mi mamá. —mi papá niega mirándola—. Ella esta enferma, no digas esas cosas. —Déjame sola con ella Katy. —Me la llevo conmigo mejor. —Katy... Me paro del otro lado de la puerta escuchando como le habla, muerdo mis labios con bronca porque es solo una nena y le habla como una mujer adulta, cuando ya no aguanto mas entro y me la llevo aun escuchando los gritos de mi papá pero ahora no me importa nada, salimos corriendo de la casa hasta la plaza, me siento en el cesped y ella sentada arriba mio llorando, la hamaco lentamente cantándole la canción que le cantaba cuando era chiquita y no podia dormir. —¿Porqué el abuelo es así?. —Es de otra epoca Ki... Es duro y no sabe como hablar, él dice todo así, tal como lo piensa. —Me enoja que diga esas cosas de mi mamá tia. —A mi tambien Ki, pero no podemos hacer nada... Si le dices algo no va a pensar diferente... Es mejor hacer oidos sordos. . ,
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