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"Contrato de Amor"

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Primer libro de la Trilogía: Juegos del Destino

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¿Qué harías si por una noche de copas estás obligado a firmar un contrato de compromiso por tiempo indefinido?

Noah es un columnista que vive su vida un paso a la vez, no le gusta meterse en problemas y la vida nocturna no es su fuerte. Sin embargo, una noche, decide dejar salir todos sus instintos y se va de fiesta con su mejor amigo.

La música, el erotismo y el alcohol son tres cosas que van de la mano, y Noah decide asirse de ellos sin saber que eso cambiaría su vida por completo.

Al día siguiente, Noah se entera, de una manera un tanto peculiar, que el hombre con quien bailó de forma tan erótica la noche anterior, es Howard Génova, la persona que encabeza a diario las portadas de las revistas de economía y entretenimiento.

Por esto, Noah se verá obligado a firmar un contrato de compromiso del cual, por más que lo desee, no podrá librarse y terminará cayendo en el juego que el destino preparó para él.

Y tú, ¿lo firmarías?

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* Capítulo 1: Provocaciones *
╭──────────────────────────• ♡ HEMILSE ♡ •──────────────────────────╮ —Bebé por favor—rogó el rubio por undécima vez. —¿Cuántas veces debo decírtelo para que lo entiendas?, no me gusta ir a las discotecas, no me siento cómodo rodeado de tantas personas—Noah se había negado la misma cantidad de veces. Neithan conocía bien la actitud de su mejor amigo, las palabras de Noah no eran ciertas, no era que no le gustaran las discotecas o si quiera estar rodeado de personas, él tenía miedo de salir y conocer a alguien que llamara su atención. Su relación con Patrick le había dejado muchas secuelas obligándole a encerrarse de manera sentimental y emocional. —Noah… —No insistas más, no iré—sentenció—, además, debo culminar mi trabajo. —Mañana es domingo, Noah, no me pongas esa excusa tonta. —Soy columnista, mi trabajo nunca termina. —¡No puedes vivir encerrado! —Noah despegó su mirada de la computadora para mirar a su mejor amigo. —No vivo encerrado, no seas exagerado. —¿Cuándo fue la última vez que saliste? —conociendo perfectamente a Noah, Neithan lo interrumpió antes que respondiera—, y no hablo de ir al trabajo, hacer súper o a cualquiera de esas cosas, hablo de salir a divertirse. —Para mí es divertido las cosas que cotidianamente hago. —Eso no te lo crees ni tú. —De acuerdo—dejó la computadora a un lado—, no he tenido diversión en mucho tiempo, pero estoy bien con eso, Neithan, deja de preocuparte por mí. —Claro que me preocupo por ti, eres como si fueses mi hermano menor… —inmediatamente se corrigió—; eres mi hermano menor, no puedo verte destruir tu vida de esta manera. Desde que ese imbécil te lastimó haz estado refugiándote en tu trabajo, encerrado en tu hogar sin desear salir o darte la oportunidad de conocer a alguien, ni siquiera aceptas salir conmigo. Las palabras de Neithan contenían algo de verdad en ellas, los últimos años Noah se la había pasado refugiado en su trabajo o en su apartamento, ambos le daban lo necesario para sobrevivir y si alguna vez se aburría tenía a Orión quien le acompañaba siempre. Ciertamente su apartamento carecía de lujos y excéntricas comodidades, pero era suyo y lo hacía sentirse cómodo. Por otro lado, había escogido esa zona pensando en lo bien que le vendría estar cerca de su trabajo y lejos de los constantes embotellamientos. Además, lo más importante para él fue que en el apartamento se permitía tener mascotas y después de tanto buscar, encontrar un lugar como este era perfecto. También quedaba seca de un parque donde podía ir a correr junto a Orión sin ningún problema. Así que no era como si llevara una vida mala como Neithan lo estaba tratando de hacer ver. —Sabes bien que mi negativa de salir contigo no tiene que ver con Patrick, las dos últimas veces que me pediste salir y acepté terminé sólo en el club teniendo que lidiar con esas personas que no entienden el significado de “no gracias no estoy interesado”. Adicional a eso, debo ver cómo me voy a casa ya que a esa hora de la madrugada no pasa ni un alma, y tú, que terminaste desapareciéndote con quien sabe quién, te llevas el auto—una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al ver el rostro culpable de su amigo. —Sólo pasó dos veces, ok, y prometí que nunca ocurriría nuevamente. —Es que claro que no volverá a pasar porque no te daré la oportunidad; no iré contigo. —Nico por favor, acompáñame, lo prometiste. Neithan recurrió a su arma secreta e hizo un pequeño puchero. Sabía que Noah no podía resistirse a él actuando coqueto así que nunca dudaba en utilizarla. —No me comprarás con eso. —Vamos Nico, por favor, por favor, por favor…. —repitió una y otra vez hasta que escuchó un gruñido de exasperación por parte de Noah y entonces, supo que lo había conseguido. —Aun no entiendo como rayos eres mi mejor amigo. —Porque soy guapo y me amas—rio—. Ahora mueve ese precioso trasero que tienes y ve a vestirte que llegaremos tarde. —¡Eres un maldito grosero, Neithan! —le regañó—, además, deja de verme el trasero, lo gastarás. Lleno de indecisión se dirigió hacia el baño y comenzó a asearse. Después de unos minutos escuchó como las cosas en su habitación eran removidas y supo que Neithan debía estar buscando algo. No le molestó o se sintió extraño por ello ya que tenían la suficiente confianza como para saber que ninguno llegaría a tal punto de violar la privacidad del otro. Ellos se conocían desde que estaban en segundo año de primaria. Después de la muerte del padre de Noah, su madre buscó sobrevivir junto a él así que comenzó a trabajar en casa de una mujer adinerada. Durante el tiempo que permanecieron allí, él y su madre lograron ganarse el cariño de la solitaria mujer quien los ayudó en más de una amanera, pero la más importante fue el hecho que ayudó a pagar los estudios de Noah. Allí fue donde conoció a Neithan e instantáneamente se hicieron amigos. Durante los años siguiente Noah y Neithan fueron inseparables, no importaba si uno era el heredero de una familia rica mientras el otro era simplemente el hijo de una familia pobre, ambos disfrutaron de su amistad sin limitaciones y a través de los años su relación se volvió más sólida. —¡Sal rápido que se nos hace tarde! —¡Sólo dame un segundo! —Noah salió de la ducha cinco minutos después, con el cabello y todo el cuerpo húmedo. —Para acortar tiempo, te busqué algo de ropa. —¿Por qué he de ponerme lo que tú decidas? —No hay que perder el tiempo, nos están esperando. —Las palabras de Neithan lo detuvieron. —¿Dónde y con quien me llevas? —A Zelo, con algunos amigos. —No conozco a esos amigos que dices. —Los conocieras si salieras más conmigo. —Ya tuvimos esta conversación—tomó la ropa que Neithan había elegido para él y se la colocó—, y no deseo volver a discutir. La ropa que eligió Neithan para Noah era un pantalón n***o un poco ajustado que iba decorado con una cadena de plata y lo combinó con un suéter marrón de manga larga. Noah secó y peinó su cabello, posteriormente, eligió uno de sus relojes y se lo colocó. —Bien, estoy listo—Neithan levantó la mirada y sonrió. —¿Cómo me veo, me queda bien? —Te vez como alguien con quién saldría. —¿Acabas de ofenderme? —¿Debo sentirme ofendido? —Noah sonrió de forma condescendiente mientras se burlaba de su mejor amigo. —Ignoraré esto sólo porque sé que me amas. —Si eso te hace sentir bien. —Cállate—pidió y dejando la conversación hasta allí preguntó mientras mostraba un juego de llaves—: ¿Nos vamos? —; al segundo siguiente, estas fueron arrebatadas de sus manos. —Por supuesto, pero yo conduciré. Así me aseguraré de tener las llaves conmigo cuando desaparezcas. —No te dejaré. —Sí… pero no lo creo. —El castaño se salió con la suya y al final él terminó conduciendo el auto. En el camino Neithan le comentó que irían a la fiesta de cumpleaños de un amigo, los tragos eran gratis para los que estuviesen en la lista y Neithan había hecho poner el nombre de Noah en ella. A Noah le tomó un poco más de media hora llegar al lugar. Aunque él no salía tanto como Neithan, conocía perfectamente donde irían, su trabajo le hacía conocer demasiadas cosas y, a pesar de ser un lugar exclusivo, Zelo era uno de los bares más populares de la ciudad, las personas gastaban una enorme cantidad de dinero y formaban una larga fila para poder entrar. Como se esperó, al llegar, había una enorme fila para llegar, sin embargo, Neithan lo tomó del brazo y lo condujo hacia el guardia de seguridad quien después de confirmar la lista los dejó pasar. —Las personas están locas—él nunca formaría una fila tan larga. —No están locas, sólo le gusta la música en vivo. En efecto, ese era uno de los tantos motivos, Zelo traía a las bandas y a los cantantes más populares del momento cada noche y eso atraía a todo tipo de personas. Del mismo modo, servía diferentes y exóticos coópteles que se ajustaban al gusto de cada persona y adicional, había diferentes actividades de entretenimiento. Era un lugar extenso repartido por secciones y cada una de ellas tenía diferentes actividades. —Tenemos que ir a la sección D. —Hmm. —Tomar la mano de Neithan no era nada extraño para él así que cuando el hombre puso su mano alrededor de la suya no se inmutó y simplemente se dejó guiar. En el momento en que llegaron las personas iniciaron a animarse, los presentes devoraban con la mirada al más bajo, sin importarles que estuviese acompañado o que estuviese tomado de la mano del mayor. Neithan también capto miradas, no por nada había dormido con tantas personas. El hombre poseía uno ochenta y siete metros de belleza varonil, que le hacía aún más atrayente ante los ojos de las personas y si Noah no lo viese como su hermano mayor, no dudaría en ningún instante en salir con él. Saludaron a algunas personas que, en efecto, Noah no conocía y tomaron asiento en una de las mesas del centro, desde donde podían mirar y ser vistos. —¿Qué tomarás, bebé? —Noah volvió los ojos. Neithan sólo le llamaba de esa manera cuando estaban rodeados de muchas personas para marcarlo como suyo, pero no servía de nada ya que pasando la noche Neithan desaparecería y lo dejaría libre. —Aun no quiero nada. —¿Una Collins? —ignoró completamente las palabras de Noah—, de acuerdo bebé, ya vuelvo. —Noah exhaló mientras negaba. Su mejor amigo era excéntrico y un tanto inmaduro, pero era una buena persona y no podía pedir a nadie más. Neithan había estado para él en los momentos más difíciles de su vida, era una de las razones por la cual Noah le cumplía sus caprichos a Neithan. Recordaba aun la primera vez que se conocieron, Noah acababa de entrar al colegio e iba un año por debajo de Neithan. Noah estaba jugando en el patio de juegos cuando un grupo de niños se había acercado a él para intimidarlo, resultó ser que Neithan estaba pasando justo en ese instante y ahuyentó a los niños por él. La sonrisa de Noah se hizo más grande al recordar todos los momentos en que Neithan lo había ayudado después de eso, pero fue sacado de sus pensamientos cuando su mirada se dirigió a una de las secciones del lugar. En la entrada había dos hombres corpulentos; eran altos, incluso mucho más altos que Neithan, en su mirada había malicia y una clara advertencia que le decía a las personas que no debían acercarse a ellos. Naturalmente Noah distinguió que eran guardaespaldas y su curiosidad despertó, sería una buena historia para su sección en Minzy, pero el lugar estaba muy oscuro y no pudo distinguir a nadie. —Toma. —Gracias—Noah volvió la mirada y agarró el vaso que le ofrecía su amigo. —¿Qué estabas viendo? —A los dos gigantes que están parados allí. —Oh, ese debe ser alguien de alto mando. —¿Cómo lo sabes? —Noah sintió aún más curiosidad. —Zelo no permite guardaespaldas, eso haría pensar a las personas que no es un lugar seguro y disminuiría la popularidad. Que esa persona tenga la oportunidad de tener no solo uno si no dos guardaespaldas quiere decir que es bastante rico. —¿Más que tú? —Neithan se rio y negó. —Yo también tengo la libertad de traer guardaespaldas, pero no los traje porque sé que tú me proteges. —Muy gracioso—el más joven blanqueó los ojos entendiendo las palabras de Neithan. Noah podía parecer un tanto delicado, pero sabía perfectamente como defenderse, era un Nana-dan en cinturón n***o, así que no era difícil para él protegerse en momentos de peligro, pero él no iba por la vida golpeando a las personas, le tenía mucho respeto a la disciplina. —Zelo es un lugar seguro, por eso vengo aquí. Además de su política de privacidad, impide toda clase de conflictos, entonces, como la mayoría no quieren ser vetados no causan problemas. —Hmm—le dio un pequeño trago a su bebida y cuando sintió que la prepararon justo como a él le gustaba, bebió un poco más. Las horas trascurrieron entre risas, bailes y tragos. Noah no había calculado cuántos vasos se había tomado o cuando había cambiado su trago por algo más fuerte, pero ahora estaba un poco más relajado que antes y podía admitir que estaba a gusto. Neithan como había prometido pasó toda la noche con él, pero en un punto fue Noah que se terminó separando de él por error; sin embargo, no le prestó mayor atención, el tenía las llaves y podía irse cuando le diera la gana. Con un vaso en la mano, Noah se movió hasta la pista de baile e inició a bailar. Esa noche había conocido a algunas personas que resultaron ser un poco compatibles con él al momento de entablar una conversación así que cuando lo invitaron a bailar no se negó, total, todos eran amigos de Neithan así que estaba bien. Al cabo de un rato, sintió unas manos tomar sus caderas y una respiración cerca de su oído. Noah se despegó un poco más no se alejó por completo y siguió bailando. En un punto del baile el cuerpo de el hombre se pegó por completo al suyo, podía oler la colonia del hombre combinada con el aroma del alcohol y el cigarrillo. Noah no supo por qué, pero no le desagradó por completo y siguió con sus movimientos. Se volteó para ver a la persona que lo sostenía de las caderas, encontrándose con un hombre de casi dos metros de alto, vestido con un traje azul o n***o, no podía distinguirlo realmente por la oscuridad del lugar. Este hombre llamó por completo toda la atención de Noah, el hombre tenía aquel brillo de dominio en sus ojos que le atraía. Mirándolo detenidamente, notó que el rostro del hombre era perfectamente triangular y perfilado, con una mandíbula marcada y unos labios definidos. Sus ojos los podía distinguir entre azulado y grisáceo. Podía sentir los marcados músculos del hombre por debajo de su ropa y no pudo resistir el pegarse más a él. Estos no era uno de los amigos de Neithan y ni siquiera había entablado una conversación con él durante toda la noche, pero por alguna razón no le molestó que las manos del hombre estuviesen tan inquietas. Noah sintió cada toque mal disimulado durante el baile, las manos del hombre acariciaron todo su brazo indicándole que los pusiera en su cuello, Noah siguió cada uno de sus movimientos e hizo lo que le estaba pidiendo. El porte le hacía ver como un hombre dominante, poderoso, fiero, lo que provocaba que el cuerpo de Noah reaccionase ante él. Sus miradas se fusionaron por breves segundos haciendo que el corazón de Noah se quedara estancado un segundo ante de latir más fuerte. Jadeó al sentir como rápidamente el hombre le daba la vuelta y lo atraía hacia sí, haciendo que sus cuerpos quedasen unidos. Una cálida respiración en el cuello de Noah hizo que su cuerpo se erizara, sin embargo, lo más tormentoso para él fue el momento en que algo húmedo tocó aquella área sensible en su cuello. Noah no lo apartó. Quizás era por los tragos demás, o porque había pasado un tiempo en que una persona llamaba tanto su atención, pero se pegó más al hombre y comenzó a mover sus caderas restregándolas en la parte baja de aquel extraño. Era evidente que ambos necesitaban sentirse en ese instante, sus cuerpos reaccionaron a las feromonas del otro, causándoles una increíble excitación. Noah jadeaba, sintiéndose estimulado por la erección que este hombre le restregaba en su trasero y la juguetona lengua que recorría su cuello. —Sabes bien—ronroneó en su oído. La voz del hombre era profunda, varonil y totalmente seductora. —No creo que hayas probado lo suficiente como para saberlo—coqueteó descaradamente. El hombre lo giró y tomando su cuello dominantemente, se acercó hacia sus labios. —¿Puedo? —Noah sólo lo dudó por un segundo ante de ponerse de puntillas y atraer al hombre hacia él. Para Noah era una experiencia completamente nueva hacer esto con un extraño, no obstante, este hombre lo había tomado por simple minutos y había hecho que todo su cuerpo reaccionara a él y le hiciera hacer cosas que nunca creyó posible. Una de las manos del hombre sostenía su cabeza mientras que la otra se posaba fuertemente muy cerca de su trasero. Había pasado un tiempo desde la última vez que Noah besó a alguien, pero sólo le tomó un momento seguir el ritmo dándole paso a la juguetona lengua del hombre. No podía creer lo que estaba haciendo, pero tampoco podía negar que estaba disfrutando. El beso del hombre estaba lleno de dominio y Noah se dejó hacer. El cálido aliento del hombre lo rodeaba haciéndole perderse por un segundo, sin embargo, en el momento que sintió la mano de aquel extraño bajar hacia su trasero y apretarlo, Noah gimió un poco excitado, pero también se dio cuenta del lugar donde estaba y de lo peligroso que era hacer algo como eso. Rápidamente se apartó del hombre, pero no fue mucha la distancia que consiguió ya que este lo tenía fuertemente tomado. —Es tarde—murmuró un poco perdido y sin aliento—, debo irme. —El hombre gruñó sin intención de dejarlo ir. Noah le permitió darle otro beso, pero antes de que pudiese perderse nuevamente entre los brazos del hombre, se alejó. —Ven conmigo. —No puedo—demonios, su voz había salido casi como si lo estuviese lamentando. —¿Estás seguro? Podríamos pasarla bien—atrajo a Noah hacia sí y se frotó contra él sacando un gruñido de los labios de ambos—; tú también lo deseas. Era cierto, Noah deseaba al hombre, pero no tendría sexo con él y ahora ni nunca, no estaba preparado para ello y nunca lo estaría. Recordando su más oscuro secreto, Noah se apartó definitivamente del hombre. —Puede ser que también lo desee—aceptó—, pero no dormiré contigo. Mi nivel de alcohol no es tan alto para hacerlo con un extraño. —Tampoco dormiría con alguien que estuviese tan perdido en el alcohol para no saber lo que está haciendo. —No puedo dormir contigo—insistió. Claramente le gustaba el hombre y si estuviese en otra circunstancia Noah le hubiese pedido entablar una conversación y quizás más adelante podrían tener algo, pero nunca se daría la oportunidad de estar con alguien, no podía pasar por lo mismo. —Adiós—se soltó del agarre del hombre y fue en busca de sus cosas. No perdería su tiempo buscando a Neithan, algunos de sus amigos le habían dicho que se había ido con alguien y Noah supuso lo que eso significaba. Despidiéndose de las personas que había conocido y prometiendo que algún día saldrían de nuevo, tomó sus cosas y salió del lugar, pero su cuerpo y su mente aun permanecieron junto a aquel hombre con el que había bailado. ╰──────────────────────────• ♡ HEMILSE ♡ •──────────────────────────╯ "Los encuentros más importantes ya han sido planeados por las almas incluso antes que los cuerpos se hayan visto" P.G.

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