Los días pasaron y rápidamente el final de mes llegó. El cuerpo de Noah no se había recuperado por completo y aun el cansancio era notorio en sus acciones, si bien un poco de maquillaje podía cubrir sus ojeras y darle un poco de vida a su rostro, Ada conocía cada detalle de él y sabía que no sería fácil engañar a la mujer. Hoy partirían hacia Ellice, así que Noah había regresado temprano en la mañana para preparar sus maletas. Cuando se percató que era demasiado tarde y que Howard no había llegado, se dispuso a arreglar sus maletas. No se lo había pedido, pero sabía que no le daría tiempo al llegar y sinceramente no le culpaba, era conciente de cuanb ocupado debía estar. Génova llegaba a altas horas de la noche y partía a tempranas horas de la mañana, dejando a Noah prácticamente todo

