Capitulo 1

2094 Words
Me desperté con la luz del sol entrando por mi ventana. Suspire cansada, me senté en la cama para pasar mi mano por mi pelo, aunque había dormido ocho horas me sentía demasiado cansada, me hice una coleta y cerré mis ojos, me senté subiendo mis rodillas y deje mi cabeza apoyada en ellas. —Catrina—me llamo Cassie desde detrás de la puerta de mi habitación. Siempre dormía con la puerta cerrada y tapada, hiciera el tiempo que hiciese, odiaba la sensación de desprotección, que tenía al estar durmiendo, estábamos ocho horas sin tener nuestros sentidos alerta, éramos vulnerables a cualquier cosa o persona, para que mentir yo era de esas locas que creían que existían los fantasmas y posesiones, yo soy de las que se ve una pelicula de miedo y esta dos meses con el miedo en el cuerpo con la tontería de que hay gente siguiéndome por todas partes, por eso no me dejan ver cosas como expediente warren o american horror story, lo paso demasiado mal  antes, después y durante por lo que era casi imposible que yo viera una cosa de esas. —Estoy despierta—le avise. Me pase toda la tarde anterior escribiendo y preparando el discurso que íbamos a dar en r************* para explicar la razón de nuestra mudanza, claro porque decir en redes que tengo un ex acosador que si muriera haría un favor al mundo, no era algo que de debiera contar en r************* por mucho que sea algo que pase las r************* son un lugar en el que se cuentan cosas bonitas, en el que se cuenta lo bien que te ha quedado la casa, lo bien que te lo estas pasando en tus vacaciones, por mucho que el acoso y la toxicidad fuera algo que  todo el mundo sabía que había, no era algo de lo que se hablaba, era como un gran secreto a voces, mi mayor secreto. Cassie entro a mi habitación, para apoyarse en la puerta de mi habitación y mirarme. —Debemos grabar el video—me dijo. Suspire. —¿Crees que debería denunciarlo?—le pregunté. Mi amiga me miro. —¿Otra vez?—me pregunto. La mire. Llevábamos varias denuncias, la primera la hicimos en el estado de New York, por desgracia las denuncias no tenían algo común, en el momento en el que te movías de estado, la cosa perdía validez, cosa que no comprendía pero no voy a comenzar a quejarme, al llegar a Texas le volví a denunciarle, el idiota no se supo quedar en New York y dejarme en paz a pesar de tener una orden de alejamiento de  bastantes metros, pero bueno, otra orden, intente hacer a nivel nacional, incluso quería que fuera a nivel mundial pero las cosas eran demasiado complicadas, todo se complicaba, no porque hubiera mucho papeleo sino porque casi era imposible, como darte cabezazos con una pared de hormigón para intentar romperla, lo intente, con todas mis fuerzas pero nada, llegaba a una nueva ciudad, denunciaba, le ponía las denuncias correspondientes, no dejaba que eso me afectara, no podía dejar que lo hiciera, solo debía poner denuncias y asegurarme de estar segura. Era triste pero así era, no había pruebas del todo comprobables del maltrato  por lo la policía no podía hacer nada, pero claramente cuando mi cuerpo se encontrara en una cuneta, tirado destripado y dios sabe como, era el destino de las mujeres que pasamos por malas relaciones pero por mucho que ese fuera nuestro destino, nadie hacía nada para evitarlo y seguían muriendo, millones de mujeres eran asesinadas, solo por ser mujeres, esto era demasiado suplemento pero no era algo con lo que solo una persona pudiera hacer algo, y no creo que todos colaboremos porque si. —Tranquila—me dijo mi amiga. Le mire. No es que estuviera intranquila, no es que estuviera mal, no era eso, ni por asomo, estaba demasiado cansada, cansada de tener que ser yo la que estuviera en constante tensión y tener miedo, tener que andar escondiéndome y con miedo a que me hicieran daño, a que me hicieran sufrir, era demasiado agobiante, me daba miedo que terminara mi madre recibiendo partes de mi poco a poco, era como si me fuera quemando y destruyendo, yo era la que debía estar mal aunque fuera el quien hacía mal las cosas, siempre pagábamos los inocentes. Me levante de la cama y la mire. —Estoy tranquila, no soy yo la que he hecho las cosas mal, sino él—le dije. Cassie me miro bastantes sorprendida, no era algo que admitiera, es más, no me gustaba hablar de ello, no me gustaba recordar que era una idiota sin cerebro, odiaba con todo mi ser los errores que había cometido en mi vida, no había sido nada inteligente, había cometido demasiados errores, no porque quisiera, quería ser feliz, me hizo creer que iba ser feliz con él, que contarle las cosas iba ser lo mejor que pudiera pasarme. Desde niña pensé que las cosas, las cosas del amor eran como en los cuentos de hadas, una hermosa princesa que estaba en su hogar y le llegaba esa persona que cambiaba su vida, al principio las cosas eran así, me sentía una maldita princesa que tenía todo a su alcance pero era solo una niña pequeña que no sabía de la vida, él me llevo donde quiso, a una burbuja en la que todo eran  cosas buenas, pero cuando las cosas dejaron de ser como en un cuento de hadas, el monstruo salió, mi psicólogo me decía que la gente es siempre de una forma, que no cambian de la noche a la mañana, la gente es como es solo que llevan mascaras y es en el momento en el que todo se complica cuando sale a la luz su rostro, cuando la mascara se cae, se ve como son realmente, él nunca fue el príncipe azul que yo pensaba, era la bestia que se alimentaba de mi dolor que disfrutaba de que lo pasara mal, era un ser horrible. Ver al monstruo no me fe complicado pero saber que no era mi culpa fue lo difícil, me tuvieron que encerrar varias semanas en terapia intensiva para que lo viera, para que viera que siempre culpamos a la victima siempre alimentamos el cuento de que algo habrá hecho, algo tiene que haber hecho pero no, nadie hace algo en concreto para que un loco la mate, no, no es culpa de la victima, algo anda mal en el atacante, eso es lo que estaba claro, estuve aislada y con miles de charlas para entenderlo, me costo pero ahora lo comprendo, si yo hubiera hecho algo malo, mis problemas hubieran empezado en el instituto alguno de mis mil compañeros me hubiera hecho algo, no era mi culpa. —Esta bien que lo tengas claro—me dijo, Le mire, mis amigas, siempre estuvieron a mi lado, nos conocimos en la guardería, éramos como las bratz, un grupo de cuatro chicas que se juntaron un día y ya estuvieron siempre juntas, eso nos paso a nosotras, ellas estuvieron cuando me enamore, y a ninguna le gustaba mi pareja, hacer caso a vuestras amigas, las mujeres, al menos algunas tienen un sexto sentido en leer esto. —Ayer hable con el Miguel Ángel, cree que es una gran idea que cambie de aires—le dije. Miguel Angel, mi psicólogo, aún seguía en tratamiento por mucho que los golpes ya se me hayan curado hay heridas que tardan más en sanar, las que dañan la cabeza y el corazón, no de una forma que se ve, sino que es un fantasma invisible con el que lidio todos los días, era demasiado complicado tener que enfrentarme a cosas que no veo pero era lo único que podía hacer, luchar.  Cada día era una batalla, mayor que la del día anterior pero merecía la pena, la vida no era un paseo de rosas, era demasiado complicado, si pero cada momento merecía la pena, cada instante era mejor que el otro por lo que merecía la pena, valía la pena llegar hasta el final, aunque fuera para demostrar que tenías razón sobre la teoría de la vida. —Pues vamos a ello—me dijo. La mire. Cassie agarro mi brazo como si nada para llevarme con ella a la zona que teníamos de grabación, nuestro set, un lugar en el que había una preciosa pared decorada y con algunos de nuestros premios y un sofá, en el que se sentaban Cassie y Catherine para ponernos Claudia y yo abajo, y así nos colocamos, yo entre las piernas de Cassie que me abrazaba. —Te quiero—me dijo Cassie, me beso la mejilla. No dije nada, era la forma en la que Cassie me daba su apoyo, con cariño, odiaba demasiado que hiciera eso pero no me voy a quejar, la dejo porque que te digan esas cosas siempre sube la moral de cualquiera. —Y yo a ti—le dije. Cassie beso mi mejilla, mire a Catherine que coloco la cámara, no dije nada, ella coloco la cámara para que nos colocáramos listas para grabar el video que iba a cambiar nuestra vida, no teníamos que dar explicaciones de todo lo que hiciéramos pero no se, las cosas eran complicadas para los famosos, necesitábamos tener todo bajo control, si nos íbamos a otro país y la gente no lo sabía iba a acosarnos para saber donde estábamos, pero si lo sabían el acoso sería menor, sabían donde estábamos  la cosa era menor, esperaban a encontrarte a la gente por la calle, todo era más sencillo así. —Luces—dijo Cathie. Claudia encendió las luces que iluminaban la zona y apago las cemas. —La cámara esta lista—comento Cathie sentandose. Le mire. —Pues acción—dijo Cassie. Todas nos colocamos y con un control remoto encendimos la camara. —Holaa—saludamos las cuatro al mismo tiempo. hicimos una pausa para que a la hora de editar pusieran ahí la introducción de todos nuestros videos, la cambiábamos varias veces, según la estación, adoptábamos todo a la época de año que estuviéramos y a la zona en la que viviéramos. —Este video no estaba programado pèro tenemos noticas—comentó Claudia. —Íbamos ha hacer un video de preguntas y respuestas para hacernos las interesantes pero nadie nos ha preguntado así que hacemos este video—comente. Mis amigas rieron, —No nos vamos a enrollar—comento Catherine. —Redoble de tambores—dijo Cassie. Todas fingimos tocar la batería. —Nos vamos a mudar—anunciamos. Volvimos ha hacer un silencio para que en la edición se añadiera algún efecto. —Tendréis muchas preguntas—comentó Claudia. —No vamos a mentir, no estamos segura de lo que estamos haciendo pero necesitamos cambiamos—dijo Catherine, le mire impresionada. —Hemos pasado por New York, Texas, Chicago y Los Ángeles—comento Claudia. Las mire. —Nos hemos cansado de estados unidos, y ahora que tenemos más dinero nos vamos del país—dije yo resumiendo todas las cosas que iban a decir mis amigas. Las cosas no eran tan complicados, solo debíamos decir las cosas y dejarnos de dar vueltas. —Nos vamos a España—dijo Cassie uniéndose a mi cosa de resumir todo. La primera idea era irnos a australia, o londres, pero con el tema del brexit era complicado entrar en reino unido,  y no hablemos las complicaciones de entrar en australia, demasiadas normas había por lo que entrar era complicado, necesitábamos irnos ya, no tardar y poder meternos en el lugar sin esfuerzos, todo europa era bueno para eso, cada uno en una medida pero el único lugar en el que sabíamos que era complicado buscarnos, era un lugar en el que aparte de que el idioma  fuera diferente que la gente no fuera muy colaborativa, pensamos en latinoamérica, pero las cosas ahí eran complicadas, la gente era demasiado amable y además, no lo neguemos, en algunos de esos países, la situación era demasiado complicada, españa nos daba la opción de huir por tierra, mar o aire, por lo que era un lugar relativamente más seguro, y elegimos barcelona, no solo porque era una ciudad conocida y grande sino porque había otro idioma que complicaba las cosas a quien quisiera encontrarme. Espero poder ser feliz y estar segura esta vez porque sino me iba volver loca.
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