2021

1062 Words
Era un día mas donde sonaba la alarma anunciando las siete de la mañana, todos los que vivíamos en ese lugar sabíamos que habia que levantarse con rapidez, la disciplina era lo primordial, como si fuéramos maquinas, podías observar a cada niño, niña, adolescente y adulto hacer la cama, perfecta y sin arrugas después de esto, coges tu bolsa de aseo y ropa de entrenamiento y te diriges a las duchas, estas se dividen entre hombres y mujeres y las colas son inmensas, mas de doscientas personas a la vez para diez duchas … A veces algún niño/a pedía ayuda y podías colarte sin que hubiera alguna pelea pero era extraño no ver sangre a primera hora de la mañana. Me puse en la cola junto a las personas que hacen mas ameno estar en este lugar, Lory la única adulta y de origen asiático que veras en todo el lugar, Megan la típica rubia engreída y que se queja por todo pero es la mejor disciplinada de todas y Sennia la mas pura y guerrera, son lo único que me anima aguantar toda la presión que tengo en este lugar sin ellas probablemente ya estaría muerta. Luego estoy yo, Aura, no veras a muchas personas llamarme por ese nombre, para todos soy la hija del jefe, algunos tienen miedo a cruzar palabra conmigo, simplemente me evitan por tener represarías y lo entiendo, no los juzgo. Ser la numero uno en el ranking de asesinos no debe inspirar mucha confianza, lo peor es que ese numero uno estaba compartido por mi peor enemigo, el dueño de mis pesadillas. Casi nos tocaba entrar a las duchas cuando apareció, el silencio se hizo por parte de nosotras, lo mire con curiosidad, su habitación estaba frente a la mía, nos podíamos ver constantemente pues estaba prohibido cerrar las puertas de noche, habíamos crecido juntos pero nuestro odio habia crecido también, siempre lo recordaba de pequeño con el pelo largo igual ahora y esos ojos brillantes azules que no quitaban la vista de los míos, mi padre habia incentivado la mala relacion que teníamos ahora, éramos rivales, el era su favorito, era el mejor, el llevaba aquí dos años mas que yo y al ser mayor que yo tenia un poco mas de experiencia, aunque no me quedaba atrás, luchábamos por la libertad, salir de este lugar tan oscuro, triste y monótono. Esta vez lo mire con mas ímpetu, parecía que nos entendíamos con la mirada, no decíamos nada y a la vez decíamos todo, estaba preocupada por el, llevaba mas de cuatro días levantándose y su cama estaba perfectamente extendida, así que se imaginaba que ni siquiera dormía, sus ojeras lo delataban un poco, se quedo embobada observando sus facciones, el habia cambiado mucho este ultimo año, volviéndose mas varonil, siempre habia pensado que era hermoso, muy hermoso, quito esos pensamientos de su cabeza, era su rival, su enemigo no podía pensar así, quito la mirada de el atendiendo a su amiga. -Aura … nos toca ¿Estas bien? - Lory le daba golpecitos en el antebrazo llamando su atención. - Si vamos. - Siguió a Lory, todas sus amigas ya se estaban duchando, Megan la miro son sonrisa picara, Aura rodo los ojos sabia que soltaría algún comentario jocoso. -Lávate bien la barbilla, tienes un poco de baba. - le señalo con el dedo su cara. - ¿De que hablas? - pregunte intentando disimular. Todas las chicas reían entendiendo el comentario. - Acabareis juntos tarde o temprano, se huele la tensión s****l cuando entrenáis hasta mi habitación. - Sennia comento soltando una carcajada. - Pero que decís …. eso es lo ultimo que haría con ese demonio … - dije intentando convencerme hasta mi misma, todas seguían a sus labores pasando un poco del tema, suspire y me dispuse a ducharme mas que atracción que la habia era miedo, pánico pues sabia que el la acabaría matando y con el odio tan profundo que le tenia sospechaba que seria doloroso. Llevaba días sin dormir replanteándose todo lo que hacia día a día sin obtener nada a cambio, le habían prometido la libertad hace muchos años si el conseguía ser el numero uno, habia estado veinte años de su vida entrenando día a día y hora tras hora por algo que nunca llegaba y ya se estaba hartando de las misiones, salían a cazar como depredadores en las misiones y podían matar hasta cinco personas en una noche sin que nadie sospechara, ni tuvieran algún tipo de policía detrás de ellos, se habia sentado millones de veces a observar el lugar donde vivía si se podía decir así, observaba a los guardias y las cámaras que rodeaban todas y cada una de las habitaciones, sabia que no estaban en un lugar visible. Se dirigió con su ropa de entrenamiento y su bolsa de aseo a la interminable cola para usar las duchas, sabia que estaban en una especie de roca o lugar rudo por las paredes de las duchas, era piedra viva que no se habían molestado en ocultar porque sabían que es inexpugnable, no habia salida alguna. Observo la cola de las chicas buscándola, llevaba días sin verla despertar pues su habitación estaba frente a la suya, la habia observado durante tantos años que esos ojos miel los tenia grabado a fuego en su cabeza, sabia como se encontraba tan solo mirandola a los ojos, ahí estaba risueña hablando con sus amigas, ella echo la vista atrás y sus miradas se cruzaron, como un imán se quedaron así durante un buen rato, le gustaría saber que es lo que piensa, miraba su pelo castaño largo pues no dejaban cortárselo, ellos deciden por ti como lo debes de llevar. Siempre habia deseado tocarla una vez sin cuchillos, sin armas de por medio pero eso era imposible, si habia cualquier tipo de contacto te cortaban la mano sin dudarlo, ella misma lo haría, sabia que el odio que tenia hacia el algún día lo a cabria matándolo, sacando el coraje y la rabia y el esperaba ese día con ansia. El habia abierto los ojos, nunca saldrían de ahí por mas que lucharan y fueran los numero uno, Vladimir hacia todo esto por algo mucho peor y sabia que esto continuaría hasta que el la matara a ella o ella lo matara a el.
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