El diario de una Sugar Baby

Prologo

Nota de Wen:

Antes de empezar debes saber algo. Debes saber que es una Sugar Baby.

Puede que la sociedad nos tome como unas putas que le dan sexo a un hombre mayor por dinero y lujos, pero créeme, están equivocados.

Las Sugar Baby vivimos entre todos, escondidas. Puede que sea tu prima, tu tía, tu hermana, tu mejor amiga o incluso... tú. Puede que sea tu amiga, la que se cree que no rompe ni la vajilla más valiosa. Puede que sea tu maestra, esa: la que es estricta y te llena de trabajos.

Puede que sea tu madre.

¿Quién sabe? La mayoría de nosotras estamos en las sombras. Ocultas en bellos rostros, en bellos cuerpos o simplemente en bellos cerebros. Caminamos entre todos, dando nuestra mejor cara inocente, o tal vez, siendo las zorras más sucias.

Cada una tiene sus límites, sus gustos, sus acuerdos y claro: sus tarifas.

Nosotras no nos vendemos sexo —no claro que no—. Quien diga eso es sumamente estúpido e ignorante. El sexo es algo que damos extra, y después de que nuestro Solvente nos haya demostrado que en serio está viendo por nosotras.

¿Qué es un solvente?

El solvente es el Sugar Daddy promedio. Es aquel que velara por ti no importa para qué. Pueda que para que pagues tus estudios (en caso de que estés estudiando), puede que sea para tu familia (en caso de situación económica difícil), puede que solo sea por gusto. Como la mayoría de nosotras. El chiste es... que el solvente será tu SD, un sinónimos que nosotras utilizamos para la persona que —claramente—, nos está manteniendo o consintiendo (para que no suene feo).

Entonces debes saber, nosotras no cobramos por sexo. Sexo, lo obtienes con cualquier gente gratuitamente o con bonos con la prostituta de la esquina.

Nosotras somos: amantes, amigas, compañeras o en dado caso... novias falsas. A nosotras vienen los hombres mayores que se sienten encerrados en una vida llena de responsabilidad y que quieren que los mimen.

A nosotras acuden hombres que quieren sentirse deseados por chicas jóvenes como nosotras (aun si es una farsa). Nosotras solo fingimos, pero da igual, te darás cuenta de cada detalle en cada hoja de mi diario.

Bienvenida (o).