Capítulo Dieciocho —¡Fu Canado! —gritó Sakul, tirándome al suelo. Se sacudió las brasas ardientes de los hombros y se lanzó a por su atacante. Tin Tin Ban Sunia retrocedió, miraba con los ojos bien abiertos a Sakul mientras avanzaba. Vi que estaba aterrorizada, pero aun así levantó su vara ardiente, lista para golpearlo de nuevo. Jabnet se interpuso entre ellos, agarrando el palo. —Deja a Tin Tin en paz —dijo mientras empujaba a la chica detrás de él. —¡Ja! —se rio Sakul—. El pequeño culo de buey quiere pelear conmigo. Jabnet retrocedió, quedándose entre Sakul y Tin Tin. Balanceó el palo, pero Sakul lo agarró y se lo arrancó de las manos. Luego tiró la vara ardiente a un lado y cayó a los pies del inconsciente Bostar. Entonces Sakul agarró a Jabnet por el cuello con ambas manos, y Ti

