Capítulo 5

1888 Words
Gabrielle Mi padre ha congelado todas mis cuentas, no sé como rayos voy a recuperar mi carro. Después de los 20 minutos en los que mi padre y yo nos dedicamos a gritarnos como locos, no hay forma de que me dé mas dinero. En el centro comunitario, al menos pude estar haciendo algo que me gusta mucho, bailar. Dante el maestro es increíble, quiere que participe con él en el concurso que hay en 6 meses, por lo que ahora en lugar de estar 1 hora en el centro estaré dos, 3 veces por semana. Mientras que las malditas reuniones de AA son un puto fastidio, la jueza me ordenó ir mínimo a una reunión por semana durante 3 años. Apenas llevo un año. Y ya quiero renunciar. Y para empeorar todo, las clases en la universidad empiezan mañana. (…) Abro los ojos cuando el maldito cavernícola con el que vivo, me grita en la recamara —Levántate—Me dice, me siento en la cama y lo fulmino con la mirada —Son las putas 5 de la mañana, déjame dormir—Le digo muy enojada —Ya te dije en esta casa, nos despertamos a las 5 de la mañana —No, en esta casa, eres un maldito loco que quiere controlar todo —Arriba, al menos que quieras irte a la escuela sin desayunar—Gruño en frustración, me acuesto y me tapo de nuevo la cara—Te voy a llevar de nuevo a la regadera —No—Grito levantándome—Ya estoy despierta Salgo de la cama como puedo, y llego a la barra de la cocina, donde Mía también esta ahí, con su pijama y los ojos adormilados igual que yo. Me siento a su lado. —Bien chicas—Dice el maldito loco—Tenemos que establecer limites, reglas y acuerdos —¿A las 5 de la mañana? —Le digo recargando mi cabeza en mis brazos, que están sobre la barra. Solo me mira un segundo con los ojos entrecerrados —Regla uno, nos levantamos a las 5 de la mañana, y comenzamos con ejercicio o alguna actividad productiva—Me observa esperando a que diga algo, pero estoy muy cansada, la cafetera suena y nos sirve café a cada una de nosotros. Mia lo prepara con azúcar y crema, yo lo tomo así—Regla numero dos, todos aportaremos con efectivo—Cuando me ve fruncir el ceño agrega—Es decir, todo aquí tiene un costo, si quieren que la señora Wallace limpie su recamara, o les haga la comida, tendrá un costo, pagaran su parte, además... —¿Qué mierda? —Le digo molesta—Si de todos modos ya le pagas… —Pero es mi empleada, no suya, si quieren sus servicios, les costará—Aprieto los dientes—Lo que me lleva a que deberán pagar renta —¿Me estas jodiendo? —Le digo ahora mas molesta—¿Por qué habría de pagarte renta? Si tengo que pagar renta, será en otro lado, uno donde no tenga que verte… —Bien, adelante, ahí esta la salida—Me reta, mierda, ya se dio cuenta que tengo que estar aquí, cuando ve que no me muevo, puedo divisar un pequeño brillo de triunfo en sus ojos—Las fiestas, y salidas están prohibidas, a menos que se cumplan con las obligaciones de la semana —¿Y cuales son esas obligaciones? —Pregunto con algo de sarcasmo, el café, ya me ha despertado —Levantarse temprano los 5 días de la semana, el cuarto recogido siempre, 3 días de ejercicio mínimo, leer un libro por semana, calificaciones sobresalientes. ¿Entendido? —Sabes que mi padre congelo mis cuentas—Le digo entrecerrando los ojos y acusándolo —¿Qué te hace pensar eso? —Me dice con voz inocente —Tus estúpidas reglas—Suspiro—Sabes que no tengo dinero para pagarte lo que pides —Pues consigue trabajo, algo debe haber por ahí para una genio hacker ¿No? —Me dice con burla, pero aprovecho su desliz —Que bueno que admites mi genialidad—Le sonrío de medio lado —Entonces ¿Esta de acuerdo? —Mía contesta que si y yo contesto que no, el solo abre los ojos esperando a que diga algo, pero le sonrío con burla —Pero que le vamos a hacer, es lo que hay—Le digo llevo la taza ahora vacía a la tarja, la dejo ahí —No, esto empieza hoy—Me dice señalando mi taza, así que la lavo como vi muchas veces que lo hacían en casa de mi padre. Cuando llego al cuarto veo el desastre que ya tengo, pero no me importa, al final, es tan controlador, mandará a limpiarlo. Me baño, pongo unos jeans, un top, mis audífonos, tomo mi mochila con la Tablet, y salgo a la cocina, y veo a la señora Wallace, preparando el desayuno, veo la cantidad que esta haciendo, y suspiro, sin duda, no esta haciendo nada para mi. —A desayunar—Dice el cavernícola —Bueno, provecho—Les digo, sin darle el placer de que vea que gano esta partida, tomo el periódico —¿A dónde vas con eso? —Me pregunta él con una mirada seria, señalando el periódico —Supongo que si no quiero morir de inanición, debo conseguir trabajo—Le digo, aunque me fulmina con la mirada —Pensé que eras genial en las computadoras, y buscarías un trabajo…—Le aviento el periódico a sus huevos recién servidos, tirando incluso el jugo —Como quieras—Le digo saliendo por la puerta. Me voy caminando a la universidad con mis audífonos puestos. En cuanto llego me siento en una jardinera, saco la Tablet y de verdad busco trabajo, no por Isaac, sino porque también fue un trato con mi padre, ayer que nos gritamos. Si logro conservar un trabajo por 6 meses, me liberara parte de mis cuentas. Llama la atención anuncio, en la empresa Danver como office boy. Sonrío de medio lado. Marco el numero del anuncio —Danver, buenos días—Dice la voz suave de una chica —Buenos días, hablo por el anuncio de que solicitan una persona como office boy —Claro que si, nos interesaría conocer algunos datos, para agendar una entrevista. Después de intercambiar unos datos con la señorita amable, me dan cita para hoy a las 3 de la tarde. La escuela hoy es un fastidio, son presentaciones, lo único bueno es que Mia comparte clases conmigo, no sabia que estaba estudiando contabilidad. —Elle—Llama mi atención antes de ponerme los audífonos—No has comido en todo el día —Mía…—Le digo viendo el baguette que me extiende —Venga, solo en lo que consigues trabajo—Suspiro, pero la verdad es que incluso ya tengo dolor de cabeza por el hambre, acepto el baguette —Gracias—Le digo con una sonrisa —¿Iras a la capacitación? —No, ya la tomé el año pasado—Le digo sonriendo—Debo ir a una entrevista de trabajo. Le guiño un ojo, con una sonrisa. —Oh genial, buena suerte—Me desea, Mía es una de las mejores personas que conozco, es atenta y amable, comprensiva y muy lista, por eso me sorprende que este estudiando contabilidad. —Y de verdad muchas gracias Salgo para la oficina de Danver. La verdad es que me atienden muy bien, de inmediato me pasan a la entrevista. Y de inmediato me ofrecen el puesto. Mañana tengo que llevar algunos papeles, y firmar el contrato. Cuando salgo del edificio, salgo corriendo al centro comunitario para llegar a ensayar con Dante. Afortunadamente tengo mi ropa para bailar en la mochila. Es sin duda el mejor momento del día. Bailamos como locos, practicamos una y otra vez los movimientos, ha escogido una lambada con transformación a zamba, acelerando al final de la canción. Los primeros bailes son improvisados, mientras comienzan a llegar las ideas, nos complementamos tan bien, que casi parecemos gemelos. Terminamos tumbados en el piso. Riendo entre dolor, cansancio y satisfacción. —Debo irme—Le digo sonriendo y parándome como puedo —¿Ahora donde estas viviendo? —Me pregunta, Dante es básicamente el único ser humano, que sabe todo de mi… bueno además de Callaghan… El sabe que mi padre me hecho de casa, y la razón por la que hice todas esas cosas ilegales, de echo es por la hermana de Dante, Jillian. —Con los hermanos Danver—Le respondo, y el levanta la ceja —¿Y? —Pregunta curioso, mientras guardo mis cosas, y tomo del agua que me tiende —Mia es un ángel, Isaac… —Hago un gesto de desagrado por lo que ríe —¿Tan malo? —Pues… —Pero ambos reímos, Dante sabe cuando no insistir mas. —Bueno, si necesitas algo, llámame—Me dice—Sabes que te debo todo —No, olvídalo—Le digo quitándole importancia—Me voy, aun tengo que ir al hospital caminando —¿No tienes carro? —Dice confundido —Lo esta usando Isaac, hasta que saque su carro del corralón —¿Qué? ¿Por qué? —Porque esta ahí por mi culpa—El se ríe a carcajadas —Es la primera vez que te escucho reconocer que algo es tu culpa—Me río, pero tiene razón. Me despido dándole un beso en la mejilla, y salgo del centro. Cuando llego al hospital tengo que esperar un momento antes de entrar. —Hola chico—Le digo al chico que esta, tumbado en la cama con mil mangueras conectadas a su cuerpo. Esta delgado, pero aun así sus facciones lo hacen lucir como alguien imponente, siempre fue así él, aun en coma, es alguien impresionante—Tengo una gran noticia Cal—Le comienzo a contar—Voy a participar en un concurso con Dante ¿Puedes creerlo? Tomo su mano, la acaricio. Quedándome un momento así. Suspiro y siento mis lagrimas quemando mis ojos, pero respiro profundo para evitarlo. —Ah también ya vivo con Isaac y Mía Danver, y bueno… creo que no terminará bien—Comienzo a contarle todo lo que ha sucedido desde que llegue el viernes. Me recargo un momento en su cama, y el cansancio del día llega a mi —Señorita, será mejor que se vaya—Me despierta una enfermera, la misma que he sobornado para poder entrar —¿Qué sucede? —Le pregunto, y ella me extiende mi mochila —Los señores llegaron—Me informa —Mierda—Me levanto y me tapo con la capucha de la sudadera, y salgo con la ayuda de la enfermera—Gracias Joanna —De nada—Me dice, y salgo, y emprendo camino al departamento. Antes de llegar veo un mensaje de un numero desconocido, con el ceño fruncido lo abro. “No necesitas hackear mi sistema de nuevo, ya estas dada de alta en las cerraduras” Contesto solo con un “Gracias” Llego al departamento, pero antes de abrir escucho que el cavernícola esta gritando, abro la puerta cuando escucho la conversación.
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