No me cansaré contigo: Enamorarme de mi ex renacida

Capítulo 4 La joven del bar en Neubau

Pov de Damien

Estacionado frente al bar, dudé varias veces si descender, no sabía qué me empujaba a regresar. Tomando una gran bocanada de aire que llena mis pulmones, salgo del coche e ingreso al bar.

Había poco movimiento, así que terminó las escalas que descendían de la entrada principal al interior del establecimiento, frenó y la observo nuevamente atendiendo la barra

—“¡Wouw!"— "¿Señor, olvidadizo, regresó a cancelar la cuenta pendiente de ayer?" —exclamó ella, inmediatamente tocó la barra.

—"¿Discúlpame, no cancelé mi cuenta ayer?"—exclamó con sorpresa. Así de mal quedé después de beber esa botella de whisky.

Acercándose a mi rostro, apoyándose en la barra, susurra para mí —"¡Si ayer te fuiste sin pagar, no recuerdas que te ayudé a salir, y me dio algo de vergüenza cobrar a tu asistente!"— Yo abro mis ojos avergonzado, pero ella sonríe y continua —“¡Ya me lo iban a descontar de mi pago, pero ahora que regresaste me hiciste ganar algo más de dinero Gracias!”—, guiñado su ojo.

Aquello me causa algo de gracia, había tenido la osadía de apostar si yo regresaba qué mujer más interesante.

—"¿Cuánto te debo?"— preguntó sacando de mi cartera un fajo de billetes que deslizo por la barra en su dirección.

Ella, con sus ojos muy abiertos, dice —"¡Oye no, eso es mucho más de lo que cuesta la botella!"—.

—"¡Acepta en compensación de todo lo causado!”— “¿Pero me harías un favor?” — preguntó esperando su respuesta —“¿Claro, dime en qué te puedo ayudar?"—

Ella tomó parte del dinero para hacer el cobro adecuado y, deslizando el resto de regreso a mí, acercó mi rostro a ella mientras posó mis brazos sobre la barra para susurrar.

—“¡Quiero que aceptes salir conmigo!”—

Ella me mira desconcertada de lo que estaba diciendo y con una sonrisa me dice sarcásticamente —“¿El señor millonario está buscando una aventura?” —“¡Me alagas mucho, pero en estos momentos no deseo ninguna relación!”—

Sentí cierto miedo y receló su respuesta, a esto contestó rápidamente —“¡Discúlpame, no era mi intención, molestarte o causarte problemas, olvida mi petición!” “¡Por favor dame un trago!”— ella acude sin hacer más preguntas ni comentarios.

Durante un par de horas y varios tragos después, en lo que ella iba y venía a atenderme, tomo valor y digo mientras ella sirve mi siguiente trago —“¿Puedes decirme tu nombre?”— “¡Eres mi bar tender y lo mejor es saber tu nombre, no crees como tu cliente!”—

Para mis adentros me reprochaba "Que estúpido que dices el licor te hace actuar erróneamente”. Cuando escucho su voz cerca de mí.

—“¡Claro, señor cliente, es Alisha, pero puedes decirme Ali!"—

Encontrando nuestras miradas, me percato que está algo sonrojada, lo que ocasiona una reacción en mí, así que tomo un sorbo de mi trago y contesto —“¡Es un gusto, Damien!” —

Ella sonríe y se aleja, asintiendo con la cabeza. El resto de la noche pasó muy rápido y estaba otra vez ebrio rumbo a mi casa.

Por un par de semanas solo iba a la oficina, al bar y a casa con tal de verla, fueran así pocas palabras las que cruzamos en la noche; eso llenaba un vacío que estaba experimentando ya hace un tiempo.

Ya me había resignado el que esa mujer no aceptaría salir conmigo, pero aún, así continúe yendo al bar, las noches que ella trabajaba sin importarme que parecía un acosador.

Una de esas noches, solicite una mesa, había sido un día complicado en los laboratorios, ya que mi ascenso a tomar el poder del Grupo, estaba siendo cuestionado por los directivos y mi abuela tampoco mostraba deseos de que yo tomara las riendas —“¿se siente bien?”—, pregunto Alisha mientras posaba la botella y la copa en la mesa.

—“¡Sí, gracias!" —contesté con desgano mientras me serví el trago y luego lo consumí completo. Ella acomodó un asiento sentándose cerca, luego sacó una copa y también tomó un trago completo mientras decía —“¡Mal día, no se preocupe, todos los tenemos!”—

Yo sonreí sarcásticamente mientras ella servía la siguiente ronda, así continuamos hasta finalizar la botella.

Por fin ella aceptó mi invitación a salir, aunque dejando muy en claro que solo seríamos amigos. Ella había cerrado su corazón por una relación con un hombre que no había terminado nada bien.

Para mí era suficiente, tampoco buscaba una relación física, solo que ella generaba una confianza y atracción que no comprendía, no era como mis amigos o personas de mi clase social llenos de vanidades, envidias y máscaras de mentiras que de verdad me generaban repulsión ya hace un tiempo.

De hecho, todo empeoró en el momento en que mi ex prometida Elizabeth decidió marcharse sin explicación haciendo un show.

Esos meses conociendo a Alisha fueron cerrando la herida que tenía en mi corazón por un evento pasado con una mujer, sin darme cuenta, ella se volvió una necesidad para mí.

Ya hace dos meses aproximadamente ella tuvo un accidente en el laboratorio de la universidad generando quemaduras en una de sus manos, y no dudé ni un minuto en ofrecerle mi casa.

En ese momento mi abuela quedó totalmente encantada con ella.

Mi abuela llevaba un tiempo insistiendo con que consiguiera una prometida para poder tomar el dominio total del conglomerado, porque ante ella y la junta todavía era un niño irresponsable.

En ese momento, viendo que Alisha por su accidente tenía algunos inconvenientes económicos, le ofrecí sin pensarlo dos veces realizar un acuerdo de matrimonio. Era un ganar-ganar, yo la apoyaba a ella económicamente y así podía tomar la directiva completa del grupo.

Ella accedió, ya que mi abuela insistió mucho y ciertamente estábamos desarrollando sentimientos de cariño mutuo, o eso pensé “¡Qué Idiota!”

Todo estaba preparado, pero al momento de llegar al Registro Civil para llevar a cabo el trámite, noté cómo su mirada cambió de un momento a otro y como si algo la hubiera poseído, salió corriendo en un taxi de allí.

Totalmente descolocado y desconcertado, no entendía lo que estaba pasando. La llamé varias veces, pero no me atendía.

Así que acudí a buscarla en la universidad donde tampoco logré encontrarla, como no sabía dónde quedaba su departamento, exactamente no tuve otra opción que enviar a mi asistente a conseguir la información en la universidad de una manera que no fuera directa.