Una estrella muy brillante

Mi nombre es Theo Smith, tengo 24 años, estudio marketing en la Universidad de Cataluña mientras trabajo como montador de escenarios en la empresa de Simón Valladares, quién tiene cuatro años más que yo y ha sido mi gran amigo desde la infancia, él sabe todo acerca de mí, incluso conoce mi gran secreto, es por eso que me da los trabajos mejor pagados en su empresa, sólo así consigo ayudar a mi madre que padece una afección cardíaca congénita y debe ser operada cuanto antes. - ¡Theo, hoy nos toca el de Blue! – Grita Simón desde lo alto, mientras yo voy quitándome la mochila y me preparo para comenzar. - Bien, allá voy. – Digo mientras él sonríe y continúa con su trabajo. Hemos estado en una semana de festivales y han pasado distintos grupos, pero el de hoy es el más importante, lo que nos obliga a hacer un trabajo perfecto, no queremos quedar mal ante Blue, pues Simón está intentando tener un contrato con ellos para que podamos ser los tramoyistas oficiales de sus giras, algo que nos haría muy rentables y conocidos en el mundo del “detrás de escena”. Aunque también es muy importante para mí ya que es mi grupo favorito, su líder es Tayler Scott, quién no sólo canta, también toca la guitarra y el piano, pese a que ha tenido sus espacios como solista, nunca ha dejado a Blue, y es que no puede haber nadie tan perfecto como él, es hermoso, y cómo no, si su metro noventa y dos de altura te deja sin posibilidades de alcanzarlo, sus ojos azul cielo te invitan a cometer una locura y a la vez, te advierten del frío que puedes recibir si lo intentas, su musculatura tan definida, de ancha espalda, brazos fuertes y pecho marcado te llevan hacia un abismo y lo hacen ser el pecado andante más mortal del planeta, no puedo dejar de mencionar su piel dorada, su hermoso cabello ondeado, algo largo y de color castaño claro, o sus labios carnosos con esa nariz recta y mandíbula perfilada junto a su exquisito sentido de la moda que mezcla lo moderno con su lado de niño bueno y, a la vez, de rockero… Dios, es sexy. Y quizá se preguntarán si es que soy gay, pero tengo una respuesta para eso, la que les daré más adelante porque me están llamando. - ¡Theo, los cables! – Grita Memo, quién trabaja con nosotros. Camino rápido saliendo de mi ensoñación y comienzo a trabajar. - ¡Chicos! – Grita Simón después de que hemos terminado el trabajo, así que nos acercamos y formamos un círculo a su alrededor. - Sé que muchos están exhaustos, sudados y famélicos, pero necesito pedirles a tres de ustedes que se queden durante el concierto por si es necesario algo. Los que se queden tendrán acceso al show de todas formas… - Bien, esta es la mía. - ¡Yo me quedo! – Digo tratando de sonar normal. - Gracias Theo, pero ya estabas en la lista, también se quedan Memo y Bastián, a los demás, muchas gracias, hicieron un gran trabajo, nos vemos mañana. Casi todos aquí somos fanáticos de Blue y es que el género de la banda es el rock que puedes bailar y sentir en cada uno de sus acordes, pero otros también somos fanáticos de la música más romántica que toca Tay como solista, canciones que acompaña en los conciertos con su banda. Definitivamente son geniales. Comienzo a dar un recorrido por los distintos montajes para revisar que todo esté bien, eso hasta que veo a mi ídolo delante de mí acompañado de un chico mayor ¿Será su agente? - No tienes idea ¿cierto? – Dice el chico mientras Tay toma su cabello con frustración, es claro que yo no debiera estar aquí, o al menos debería hacerme notar. Intento hablar, pero entonces está ahí, la noticia más extraña que podría haber imaginado escuchar. - ¡No puedo aparecer con ella porque no siento nada por las mujeres! – Dice Tay enfadado y sentándose en uno de los fierros de apoyo para el escenario. - Si dices que eres gay ante tu público, muchas mujeres dejarán de seguirte y son las mujeres las que pagan por tus conciertos, Tayler, no puedes hacerle esto a la banda… ¡No ahora! Aguanta un tiempo hasta que puedan tener más popularidad, después puedes salir de Blue y declarar abiertamente tu homosexualidad. No debes perjudicar a tus amigos sólo por tus intereses ¡No seas tan egoísta! - ¿Egoísta? ¿Yo? – Dice Tay con sus manos en la cabeza y muy bajito, pero el hombre a su lado toma su hombro y prácticamente se mofa. - Si, porque ellos te aceptaron cuando nadie te conocía y te dieron un grupo donde pudiste lanzar tu carrera, ahora deja que ellos se hagan más conocidos y puedan sobrevivir sin ti antes de que decidas matarlos con tus intereses amorosos. El tipo se para y deja a Tay allí, sentado, con la cabeza entre sus manos y en una actitud que lo hace ver tan vulnerable como si fuera un bebé. Un dolor indescriptible se forma en mi corazón mientras escucho una especie de sollozo viniendo de él, a la distancia puedo sentir su tristeza, su anhelo de libertad y la carga tan pesada que lleva por querer ser lo que no es… Un hombre feliz. - ¿Quién eres tú? – La voz de Tay me sorprende y me hace darme cuenta recién de lo que sucede, me absorbí tanto en mis pensamientos que no presté atención a mi alrededor y no vi a Tayler acercarse sigiloso hacia mí. - ¡Yo…! ¡Auch! – Me paro tan rápido que no alcanzo a ver la madera arriba de mi cabeza y me golpeo. - Eres un idiota. – Dice un muy molesto Tayler moviendo la cabeza. - Lo siento, yo… - ¿Qué fue lo que escuchaste? – Pregunta con una voz firme y molesta. - Nada, yo… - Deja de darte vueltas y habla. – Su expresión es tan fría y tétrica que incluso me genera temor. - No escuché nada, me quedé dormido aquí y desperté recién cuando me hablaste. – Digo con voz temblorosa y no sé por qué. - No parecías dormido. – Su tono ahora es acusador. - Ah, mira, no sabía que tenía que parecerlo para estarlo. – Si, no sé quedarme callado. - Eres impertinente ¿Qué es lo que haces aquí? Y responde bien, o haré que te saquen a patadas de este lugar. - Trabajo aquí, soy montador. – Digo rápidamente y es que no me importaría que me sacaran, pero no quiero perjudicar a Simón o a los demás por mi error. - ¿Y un montador se queda dormido debajo del escenario? – Me mira con mala cara y me habla con un tono burlista - ¿Qué? ¿Estabas probando a ver si se caía? – Este hombre es un… - ¿Sabes una cosa? Ser un ídolo no te hace dueño del mundo, no tienes derecho de tratarme así. – Digo ahora enojado por su actitud. - ¿A sí? ¿Eso crees? – Pregunta en su aire de grandeza – Porque mis fans te dirían otra cosa. - ¿Y tú crees que tu fama lo es todo? ¿Qué ser una estrella es lo único que debes hacer? Demonios, no sé por qué le dije eso, sólo me recordó a la gente que se cree superior por tener algún talento, Tayler es mi ídolo, pero no por eso debe ser un idiota y aprovecharse de las circunstancias. - Sí, soy el mejor y no puedes negarlo. Ahora, al grano ¿Escuchaste todo? – Me vuelve a cuestionar, pero esta vez se coloca de espaldas hacia mí. - Si… - Digo aletargado – No fue mi intención, lo lam… - ¡Cállate! Vas a ir conmigo ahora mismo a hablar con Clayton. – Me toma del brazo enojado y me dirige hacia las escaleras improvisadas. - ¡Hey, no, suéltame! – Intento soltarme, pero su agarre es más fuerte. - ¡Que te calles! – Dice exasperado, yo me intento liberar de su agarre y es cuando nos tambaleamos en la escalera, sin quererlo, Tayler pierde el equilibro y no alcanza a tomar la barandilla, por lo que, rápidamente, tomo su mano jalándolo hacia la zona segura y cayendo yo en su lugar. Mi último pensamiento mientras caigo es que al menos lo salvé.