Millie, con sus rizos rubios y ojos azules, se veía tan frágil mientras se sentaba en el sofá de la amplia sala de Adrien. Había sido llamada por él y, por su expresión, Millie sabía que no sería una conversación agradable. Adrien, con su postura dominante y sus brazos cruzados, comenzó la charla con Millie. —Millie, ¿qué le dijiste a Liliana sobre tu padre? Millie tragó saliva, sus ojos ya estaban brillosos por las lágrimas que se formaban. —Solo hablamos un poco. —Hablaste de la relación de Candy con él. —Yo... yo pensé que solo era amable al preguntar. Adrien se acercó más a ella, su mirada intensa y seria. —Lo que le dijiste a Liliana provocó que se sintiera con el derecho de besar a tu padre delante de Candy. ¿Sabías eso? Millie negó con la cabeza. —No sabía que haría es

