REGIÓN DE CALABRIA.
Tony, Tony, Tony.
¿No iba a dejarme en paz? ¿Cierto?
Ese hombre se había empeñado en declararme la guerra. Me veía como una amenaza y aparentemente Renata era su amiga o alguien a quien valoraba, porque podías insultar a su madre, antes que a la esposa del Don. No podía recriminar a Gianni por la belleza de esa mujer, pues no era desagradable, todo lo contrario, sería perfecta si le pusieran una cinta en la boca y le quitaran un poco de la soberbia en los ojos. Si tenía un carácter fuerte, eso pasaba a segundo plano cuando te nutrias de la inseguridad y de sus celos enfermizos.
Pobre mujer.
Llevaba pensando en ella varios días, especialmente porque sentí que, con un solo movimiento, podría derrumbar todo lo que ella había construido. Gianni Salerno no era tan fuert
