*Oficina principal de Kensington & Asociados, Londres – 8:00 PM* La lluvia golpeaba los ventanales mientras Kensington giraba lentamente un whisky entre los dedos, observando desde su penthouse londinense las luces de la ciudad que se encendían una a una. Sobre su escritorio, cinco cajas de regalo devueltas, formaban una línea perfecta. Observaba la fila de regalos sobre su escritorio: un reloj de Cartier, una primera edición de "Cumbres Borrascosas", incluso el collar de esmeraldas que había pertenecido a su abuela. Todos rechazados. *"¿Qué mujer devuelve esmeraldas?"*, pensó. —*¿Ninguno la hizo cambiar de opinión?* —preguntó sin mirar a **Gareth**, su guardaespaldas personal, quien sostenía una carpeta gruesa. —*No, sir. Los rechazó todos. Incluso las rosas blancas.* Kensington

