Mi abuelo a una joven edad logro crear un imperio balístico, pero aunque ser rico y poderosos es el sueño de muchos, solo pocos eran capases de continuar con eso…
Mi abuelo era inteligente, astuto y competente en muchas tareas, pero dirigir un imperio no es tan fácil como lo parece ya que tenía ciertos problemas con algunos inversionistas…
- Santa madre, no esperaba tener tantas deudas… dice mi abuelo en su oficina.
Mientras mi abuelo estaba trabajando y organizando sus cuentas, un joven trabajador suyo entra por la puerta sin más reparos.
- Señor, perdone mi intromisión, pero me dieron una carta que debía entregársela lo más pronto posible. Dice el joven.
- ¿Quién te lo dio? Pregunta mi abuelo.
- Un joven de aspecto humilde, pero…
- ¿Pero?
- Tenía la insignia de los trabajadores de la familia Graham. Responde el joven.
- ¿Y eso es una buena noticia? Pregunta mi abuelo.
- No lose, pero esta es una familia muy reservada, rara vez se puede ver que contacten con alguien que no esté relacionado. Dice el joven.
Mi abuelo se levanta de su escritorio, toma la carta y lee…
“querido señor José, en nombre de la familia Graham esta cordialmente invitado a la fiesta de etiqueta que se dará en la misión Graham el sábado a las 8:00 de la noche, por favor preséntense con su mejor prenda.”
Familia Graham. “
- ¿ Que dice señor? Pregunta el joven.
- Hm, no es nada, solo una invitación a una aburrida fiesta. Dice mi abuelo antes de deshacerse de la invitación.
- ¿No ira? Pregunta el joven.
- Hahaha, no, por ahora eso no es mi prioridad. Dice mi abuelo.
- Señor, muchos de los que trabajamos para usted estamos preocupados, algunos creen que abran recortes, otros que estará en quiebra. Dice el joven.
- Ha, es verdad, Crofor está creciendo tanto que no puedo controlarlo, pero no tienen por qué tener miedo, no los despediré. Responde.
- Es bueno escuchar eso, la verdad, nuestra preocupación no es realmente por nuestros salarios, sino más bien perder este empleo. Dice el joven.
- Explícate mejor. Dice mi abuelo.
- Bueno, lo que quiero decir, es que usted no es como los otros empresarios de esta ciudad, no nos explota y nos paga muy bien, reconoce nuestros esfuerzos y nunca nos falta el respeto. Dice el joven.
- Bueno ahora entiendo, me alegra saber que mis empleados me respetan, yo la verdad también trabaje para muchas personas y como ustedes no recibía algo justo, así que los entiendo muy bien. responde mi abuelo.
- Señor, perdone lo que le pediré, pero enserio no quiero trabajar para alguien que no sea usted y le aseguro que mis compañeros se sienten igual. Dice el joven.
Mi abuelo era rico y poderoso, pero aun así tenía que mantener su éxito en la sima, no solo por él, sino también por sus cientos de trabajadores. Un peso que todo jefe carga hasta su final.
- Comprendo, ve a trabajar y deja la preocupación, solo tengo que controlar la velocidad de mi compañía, eso es todo. Ordena mi abuelo.
- Como ordene el jefe. Dice el joven al retirarse.
Después de eso, mi abuelo se quedó en su oficina trabajando hasta muy tarde…
- Haaa, veo que las demandas aumentaron, pero estamos retrasados por falta de minerales. Dice mi abuelo en voz baja.
Mi abuelo estaba agotado, no podía seguir, así que toma su abrigo y sombrero de copa del perchero. Para retirarse por esa noche.
- Necesito mi transporte. Dice mi abuelo a uno de sus trabajadores.
- Como ordene señor…
Mi abuelo estaba preocupado porque la demanda de sus balas aumentaba de forma descontrolada, a tal punto de que la misma fábrica no podía sostener esa cantidad… si no encontraba la forma de crecer el personal y las instalaciones antes de un mes, el honor de crofor se vería manchado.
- Haa, no puedo fallarles a mis empleados. Dice mi abuelo.
- Señor, su carruaje llego…
Mi abuelo toma su carruaje y el chofer le dice.
- ¿Adónde desea ir señor?
- Quiero dar una vuelta antes de regresar a casa. Dice mi abuelo.
- ¿Quiere que tome el camino largo señor? Pregunta el chofer.
- Claro, ve por el parque, quiero pensar un poco. Dice mi abuelo.
- Como ordene…
Muchas de las personas que trabajaban para mi abuelo se hacían ideas erróneas de él, algunos lo admiraban por crear algo maravilloso y poderosos, pero otros solo veían como un extranjero muy extraño… pero la verdad era de que mi abuelo no era nada de eso… aunque a los ojos de las demás personas era un joven muy interesante, inteligente, profesional y competente en muchas cosas, en realidad, también era un sujeto asustado y confundido por su gran logro.
Mientras mi abuelo daba un paseo en su carruaje, de la nada un carruaje más grande y costoso se acerca con la intención de hablar atreves de las ventanas…
- Señor José, es un placer conocerlo, lamento mi forma de acercarme a usted, pero reconocí su carruaje y decidí aprovechar la ocasión. Dice un extraño en el otro carruaje.
- Ya veo, no es muy cordial acercarse de forma tan misteriosa, ¿no lo cree? Dice mi abuelo.
- Como dije, decidí aprovechar la ocasión, si desea podemos ir a un restaurante para hablar mejor. Dice el extraño.
- Comprendo, pero, por ahora quiero estar solo, ya sabe, me gusta mi privacidad a la hora de recorrer un poco las calles. Dice mi abuelo.
- Comprendo perfectamente, enviare a uno de mis asistentes a su fábrica, le dará mi dirección para que estemos en contacto. Dice el extraño.
- Me parece bien. dice mi abuelo.
El misterioso carruaje se aleja lentamente de mi abuelo desapareciendo entre los edificios de la zona.
- Haa, ¿Quién era esa persona? pregunta mi abuelo.
- No lo sé, señor, pero si reconozco al chofer…
- ¿en serio? Pregunta mi abuelo.
- ¿Puedo hablar con libertad señor? Pregunta el chofer.
- Claro…
- Señor, no es por ser paranoico, pero muchas personas están en la mira de su imperio, mis amigos han escuchado historias por parte de las familias ricas, cosas extrañas… responde el chofer.
- ¿Qué historias? Pregunta mi abuelo.
- Historias sobre algunos empresarios con planes macabros, algunos fundaron sus compañías de la nada, desde casinos hasta estaciones ferroviarias. Dice el chofer.
- ¿Y qué tiene que ver conmigo? Pregunta mi abuelo.
- No lo sé exactamente, pero se dice que “crofor” puede ser el comienzo de una batalla armamentista. Dice el chofer.
- ¿De verdad? Yo solo creo municiones, no creo iniciar una guerra. Dice mi abuelo
- No es el caso, solo piénselo, su compañía crece de formas increíbles que ni siquiera usted puede controlar, su poder crecer y su fortuna igual, imagine si alguien controlara a “crofor”…
- ¿Insinúas que mi compañía es una compañía que causara destrucción? Pregunta mi abuelo.
- No señor, pero piénselo, sus balas son poderosas y mortales, sin usted, esas balas, esa tecnología balística, seria de otras manos, buenas o malas es un riesgo altísimo. Dice el chofer.
El chofer de mi abuelo era consciente del poder de un arma, pero más sobre el daño de una bala, por lo que el sabía más que mi abuelo.
- Mi chofer me regaña, increíble… yo solo quería dar un paseo. Dice mi abuelo.
- Lo lamento señor, no debí abrir la boca. Dice el chofer.
- No, de echo tiene algo de razón, hace algunos años, mi maestro me dijo algo parecido, tal vez tú también vez algo que yo no. Dice mi abuelo.
- Ya veo…
- Eres muy consiente, ¿cómo es que sabes tanto? Pregunta mi abuelo.
- Serví en el ejército ingles cuando tenía 16 años en una batalla contra los españoles. Dice el chofer…
- Mmm, serviste para tu país… veo que tienes más instintos que yo. Dice mi abuelo.
- Solo sé que una bala tiene el poder de acabar con lo que sea, entre más poderosa la bala, menos posibilidades tendrá el enemigo…
- Mmm, lléveme a casa, estoy agotado. Ordena mi abuelo.
- Si señor…
Mi abuelo era terco, siempre ignoraba la idea de que sus balas eran demasiado para esa época, por lo que solo ignoro a ese chofer. La verdad, si un inventor hace algo, será firme con su creación hasta el final.
Cuando llega a su querida mansión, uno de sus sirvientes se acerca para tomar su sombrero.
- Veo que llego otra vez tarde, señor… dice su mayordomo.
- Da igual, tenía trabajo. Dice mi abuelo.
- Como siempre amo, ¿desea cenar? su comida favorita esta lista, sopa de pollo con patatas hervidas. Die su mayordomo.
- Haa, creo que no cenare hoy, iré a tomarme una ducha. Dice mi abuelo.
- Las sirvientas preparan su tina, por ahora cene un poco…
- Haa, no tengo hambre, iré a cambiarme mientras preparan mi tina. Dice mi abuelo…
- Como guste señor…
Las cosas eran complicadas para un joven millonario de 30 años, que a pesar de conseguir fortuna y fama, siempre se sentía solo y con demasiadas responsabilidades. Mi abuelo tenía mucho peso en sima, sobre todos sabiendo que existen personas que buscaran derrocar su imperio y gracias a eso debía estar siempre con la guardia alta.
- Señor, la tina esta lista. Dice una de sus sirvientas.
- Gracias, iré enseguida, por cierto, ¿alguna novedad? Dice mi abuelo.
- No mucha señor, solo u mensajero que le trajo esta carta….
Mi abuelo toma la carta y la lee.
“señor José, estamos conscientes de que usted hace todo lo posible por llevar a crofor a la cima, pero nos preocupa que sus esfuerzos no sobre pasen nuestras expectativas, hasta que no decida repartir el peso que carga, nos retiraremos como inversionistas mayoritarios”
- Haaa, otros que me dejan… dice mi abuelo desilusionado.
- ¿Sucede algo señor? Pregunta su sirvienta.
- No es nada… retírate…
- Sabe, mi esposo también es como usted, quiere esforzarse al límite sin que nadie se entere, porque siente que puede lograrlo, pero tenga en cuenta que sus hombros no pueden con tanto peso… dice la sirvienta.
- Mis hombros siempre están al límite, pero sin rendirme cargaré con mi trabajo. Dice mi abuelo
- Muchos han venido con la intención de comprar su compañía, con el dinero que el ofrecen, podría jubilarse y vivir feliz. Responde la sirvienta.
- Lose, pero, crofor no es solo un edificio ni una fábrica, muchos cuenta conmigo, si entrego mi legado a un extraño, estoy seguro que me arrepentiré toda mi vida… sé que no lo entiendes, pero muchos ven a mis creaciones, no como simples proyectiles, sino también como el futuro de la guerra, y tengo que evitar eso. Dice mi abuelo.
- Entiendo señor, pero recuerde que un hombre solo tiene un límite…
- Claro que no, nadie tiene un límite, ningún inventor lo tiene… responde mi abuelo antes de bañarse.
Mi abuelo se esforzaba mucho, mas cualquier otro empresario, ya que el sabía que poseía “algo” que muchos desean arrebatarle aunque no sabía realmente que era y debía estar con la guardia alta.
En la mañana siguiente una hermosa mujer de ojos marrones y cabello castaño se acerca a la oficina de mi abuelo… ella poseía un brazalete con las iniciales GM… aunque lo intento ocultar, mi abuelo sabía perfectamente lo que significaba.
- Es una fábrica muy interesante señor… dice la mujer.
- Lose, pero no tanto como para llamar la atención de una hermosa mujer… responde mi abuelo.
- Bueno, es curioso cómo cambian las cosas. Dice la hermosa mujer.
- Si, muy curioso, sobre todo si es una chica m*****o de la familia Graham. Dice mi abuelo.
- Es cierto lo que dicen de usted, no es tan tonto. Dice la mujer.
- ¿Qué es lo que quiere? Señorita…
- Amanda, Graham bell… señor José. Responde la hermosa dama al presentarse.
- ¿En que la puedo ayudar señora Amanda?. Responde mi abuelo
La hermosa chica se acerca y le entrega a mi abuelo un sobre…
- Mi padre desea su ayuda, a cambio de un trato que lo sacara de su pequeño inobediente administrativo señor. Dice Amanda.