LA PERSECUCION

809 Words
Franchesca termina su trabajo en el hotel y está por ir a su departamento, pero cuando sale nota que un coche la sigue, luego bajan unos hombres y comienzan a seguirla, ella corría por las calles de Roma, tratando de escapar de ellos que la perseguían, había salido del hotel en dirección a su hogar, pero al notar a los hombres corre con la intención de ir a la redacción del periódico donde trabajaba, pero apenas había dado unos pasos cuando se dio cuenta de que estaba siendo vigilada, un coche n***o con los cristales tintados se había detenido junto a ella y dos hombres de aspecto sospechoso habían bajado y empezado a seguirla. Franchesca no sabía quiénes eran, pero tenía una sospecha, seguramente eran enviados de Giovanni, el joven mafioso que se había enamorado de ella en la fiesta de la noche anterior. Franchesca recordó con horror cómo Giovanni la había abordado en el salón, rodeado de sus guardaespaldas y le había dicho que era la mujer más hermosa que había visto en su vida. Franchesca había intentado rechazarlo, pero él no se había dado por vencido, le había dicho que haría lo que fuera por tenerla, que no la dejaría escapar, porque ella ya era suya. Franchesca se había sentido aterrada por las palabras de Giovanni, pero también algo atraída, tenía que admitir que Giovanni era un hombre muy guapo, con unos ojos verdes que la hipnotizaban y una sonrisa que la desarmaba, pero también sabía que era un hombre peligroso, el líder de una de las familias más poderosas de la mafia italiana y que no se detendría ante nada para conseguir lo que quería, Franchesca no quería tener nada que ver con él, pero parecía que él no estaba dispuesto a aceptar un no por respuesta. Franchesca siguió corriendo, buscando una salida, pero los hombres que la perseguían eran más rápidos y la acorralaron en un callejón sin salida. Franchesca se pegó a la pared, temblando de miedo, y les suplicó que la dejaran en paz. — Por favor, no me hagan daño, no sé quiénes son, ni qué quieren de mí, dijo Franchesca. — Lo sabes muy bien, bella, eres la novia de Giovanni y él nos ha mandado a buscarte, dijo uno de los hombres, con una voz ronca y amenazante. — No soy su novia, no lo conozco para nada, solo lo vi una vez en una fiesta y él se obsesionó conmigo, dijo Franchesca. — No mientas bella, Giovanni te quiere y tú también lo quieres, lo vimos en tus ojos cómo lo mirabas, cómo te sonrojabas cuando te hablaba, dijo el otro hombre, con una sonrisa maliciosa. — No es verdad, yo no siento nada por él, es un criminal, un asesino, un monstruo, dijo Franchesca. — No digas eso bella, Giovanni es un hombre bueno, generoso, valiente, te hará feliz, te dará todo lo que quieras, te protegerá de todo mal, solo tienes que aceptarlo y ser suya, dijo el primer hombre. — Nunca lo aceptaré, nunca seré suya, prefiero morir antes que estar con él, dijo Franchesca. Los hombres se rieron y se acercaron más a ella, con intención de agarrarla y llevársela, Franchesca se preparó para resistir, pero antes de que pudieran tocarla, se oyó un disparo y vio cómo uno de los hombres caía al suelo, con un agujero de bala en la frente. Franchesca se sobresaltó y miró hacia el origen del disparo y allí estaba Giovanni, con una pistola en la mano, apuntando al otro hombre, que se había quedado paralizado. — Suéltala, bastardo, ella es mía, dijo Giovanni, con una voz fría y furiosa. El hombre soltó a Franchesca y levantó las manos, suplicando por su vida. — Perdón, Giovanni, no sabía que era tu mujer, fue un error, un malentendido, por favor, no me mates, dijo el hombre. — Demasiado tarde, ya has cometido el error de tocar lo que es mío y por eso, vas a pagar, dijo Giovanni y disparó de nuevo, matando al hombre. Franchesca se quedó petrificada, viendo los cuerpos sin vida de los dos hombres que la habían perseguido, luego miró a Giovanni, que guardó la pistola y se acercó a ella, con una expresión de triunfo y amor. — Franchesca, mi amor, por fin te he encontrado, te he estado buscando toda la noche y no podía vivir sin verte, te quiero, Franchesca, eres mía, solo mía, dijo Giovanni, y la abrazó con fuerza, besándola en los labios. Franchesca sintió en el beso de Giovanni, una mezcla de miedo, repulsión y un deseo la invadió, no sabía qué hacer, cómo reaccionar, cómo escapar, solo sabía que estaba atrapada en los brazos de Giovanni, el hombre que la amaba y la odiaba, el hombre que la salvaba y la condenaba, el hombre que era su amor prohibido.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD