Yo abrí la puerta, Aimee llegó en pijama y preocupada. Cuando entró le expliqué lo que sucedía y ella se tranquilizó a la misma vez que me sonreía. — Necesito toallas sanitarias y unas inyecciones para el dolor — le dije — será que puedes ir a la farmacia y al supermercado para comprar lo que pido. — Sí, no te preocupes — me dijo — iré solamente a la farmacia y luego voy a mi casa para traer toallas sanitarias ya que tengo bastantes. Ella se marchó y yo me puse a esperar pero luego decidí meterme a bañar para no retrasarme tanto, después de ducharme me cambie pero espere sentada en la taza del inodoro para no manchar mi ropa interior. Aimee llegó y le grite que solamente tirara las toallas sanitarias sin entrar por lo que ella lo hizo, tuvo una buena puntería y logró que el empaque ca

