Narra Aurora. Era una niña, me encontraba jugando con mis muñecas. Cuando de repente escuche sus pasos acercarse, el miedo me invadió, deje mis juguetes y me escondí debajo de la cama. No hice ruido, solo quede quieta mientras él paseaba por mi habitación. Sin embargo, me encontró y me arrastró de mis pies para que saliera. Grite, le dije que me soltara, pero él no escuchaba solo pude sentir el ardor en mi cuerpo provocado por el cinturón. De nuevo me estaba golpeando, nunca me decía porque lo hacia, solo pude protegerme en el suelo con mis brazos. —¡Papá, detente!—grite con desesperación. Me desperté jadeando y tratando de liberarme de los fuertes brazos que me confinaban. —¡Suéltame!—grité. Me liberé instantáneamente, dejándome confundida y aterrorizada. —Aurora, estabas soñando

