Comprada por el policía millonario

Capítulo 2

Narra Aurora.

 Mis pies descalzos seguían golpeando el pavimento. La mayoría de los negocios estaban cerrados y la luz era tan tenue que no podía ver a dónde iba. En ese momento él saco lo que parecía un radio mientras caminábamos al auto.

—Todo despejado, pueden proceder—dijo de  rerepente de la nada mi comprador a través de lo parecía un radio. En ese momento aparecieron muchos policías de traje n***o con pasamontañas y armados. Todos se dirigieron al interior del local—.No te asustes todo estará bien—me dijo este hombre.

—Por favor, déjame irme—dije mentalmente. Mi miedo mantuvo mis piernas en movimiento, pero la falta de luz hizo que mi pierna cayera sobre algo que envió un dolor insoportable a través de mi pie—.¡Ay!—grité, tratando de no dejar que mi herida me detuviera. Mis pasos vacilaron, unos brazos me envolvieron. Su agarre no fue cruel, pero dejó en claro que se aferraba a lo que ahora era de su propiedad—.Déjame ir—dije desesperadamente. Aunque no tenia a donde ir. Cedí a la desesperación que había Llevaba semanas colgando sobre mí como una nube oscura, el dolor de la herida en el pie exacerbaba la sensación de impotencia que había llegado a odiar. Su voz era áspera cuando dijo:

—No estoy aquí para lastimarte, mujer. Estoy aqui para ayudar.

—¿Quién eres tu?—pregunté. Su agarre sobre mí se relajó cuando habló.

—Mi nombre es Dylan Olson. Soy policia. Estoy aqui para rescatarte. Lamento que hayas tenido miedo durante la subasta. Parecía más fácil comprar tu libertad que enfrentarte a personas que podrían lastimarte, Somos muchos policias  en esta misión, todas estarán a salvo—agregó. ¿Libertad? Apenas sabía lo que eso

significa. Nunca había sido realmente libre. Abrí la boca, pero un sollozo estaba a punto de escapar, así que lo apagué de inmediato. Quizás este hombre era el buen chico, pero tenía un miedo terrible de que si me ponía a llorar, nunca pararía. El alivio fluyó sobre mí, y lo único que me mantuvo de pie fue su abrazo. Me sentí más segura que nunca. No estaba segura exactamente por qué, pero estaba bastante segura de que tenía algo que ver con la fuerza y el poder que parecía exudar por cada poro de su cuerpo. No habló mientras yo envolvía mis brazos alrededor de su cuello y jadeaba contra su hombro. Sus manos acariciaron mi cabello y mi espalda, su toque fue reconfortante—.Se acabó. Te lo prometo, se acabó —dijo, su voz de era ronca y profunda cuando hizo un voto con tanta certeza que me hizo sentir aún más segura y sentirme protegida no era algo que hubiera experimentado en mi pasado. Estaba más tranquila.

—Pero ahora estoy en deuda contigo—señalé con voz trémula—.Acabas de desembolsar una fortuna—agregue.

Este policia había pagado más dinero por mí de lo que yo podía procesar en mi mente. Me sentía rica cuando tenía suficiente dinero para comprar una hamburguesa del menú de un restaurante, así que cifras como las que acababa de dar para ganar mi libertad me resultaban incomprensibles.

—No te preocupes por el dinero—respondió con voz ronca—.Vamos a llevarte a un lugar seguro—mencionó. Él envolvió su brazo alrededor de mi cintura y me levantó.

—¿Qué pasó?—preguntó bruscamente mientras se inclinaba para tratar de mirar mi herida.

—Creo que pisé algo—respondí.

Un pequeño rayo de luz iluminó mis extremidades inferiores.

—¡Mierda! Estás sangrando—dijo. Tenía una pequeña linterna de mano y usó la luz para mirar hacia atrás a los grandes trozos de vidrio detrás de nosotros—. Simplemente pisaste algo — dijo—.Atravesaste fragmentos de vidrio.

—Puedo llegar al auto—dije temblorosamente. Solo quería salir del área general del club.

—Lo harás, no te preocupes—refuño él mientras me entregaba la linterna que proporcionaba luz y me levantaba en sus brazos antes de que pudiera protestar. Sus largas zancadas nos tuvieron a los dos en su auto en un corto período de tiempo.  Solté un suspiro cuando se puso al volante después de envolver mi pie con su propia camiseta. No vi sus cicatrices hasta que estuvo sentado, las luces del techo iluminaban su cuerpo y rostro. Muy poco podría haber estropeado la belleza masculina de su rostro. Tenía una o dos grandes cicatrices en la mejillas y frente, pero Olson, era tan hermoso que algunas marcas no importaban. Cuando mis ojos se fijaron en su poderoso pecho y torso, pude ver que había estado en un horrible accidente en algún momento.De alguna manera, fue reconfortante que ambos fuéramos sobrevivientes. No es que deseara que Olson sufriera dolor de ningún tipo, pero sentía un parentesco hacia el hombre que era mi salvador o mejor dicho mi comprador. Podía sentir empatía por él. Las cicatrices de Olson eran externas. Los mías estaban por toda mi alma. Obviamente, ambos habíamos experimentado nuestra parte de dolor. Mi mirada se movió hacia arriba de nuevo, y encontré su hermosa mirada de ojos verdes cuando se volvió su cabeza para mirarme—.Lamento que tengas que mirar mi cuerpo lleno de cicatrices. Pero necesitabas mi camisa— dijo con brusquedad.

Me encogí de hombros. Él era impresionante, incluso con todas sus cicatrices.

—Te ves bien sin el. Pero lamento haberlo arruinado todo cuando pise el vidrio—dije.

Pareció desconcertado y luego frunció el ceño mientras apagaba la luz y arrancaba el auto. Puso el vehículo en movimiento y me pregunté, después del hecho, si Olson pensaba que necesitaba esconder su cuerpo solo porque tenía algunas imperfecciones. Quería preguntarle, pero me quedé en silencio. Había sido amable conmigo, pero era un tipo intimidante debido a su tamaño y su expresión generalmente infeliz. No me conocía lo suficientemente bien como para confiar en mí , y no parecía ser muy confiado. Como yo, parecía el tipo de hombre que no confiaba en nadie más que en sí mismo. Estaba agradecida de que él me hubiera rescatado, y haría todo lo que estuviera en mi poder para devolverle el dinero algún día, pero simplemente no estaba dispuesta a poner mi fe en nadie. Siempre había sido más seguro así. Luego vi como las chicas que había sido subastada salían del local envueltas en mantas. Habían muchas patrullas policiales y todo un alboroto, cosa que no me había dado cuenta por estar sumergida en mi situación. No tenia idea que pasaría ahora, solo esperaba que no ocurriera nada malo.