Capítulo 4

5000 Words
Lena estaba completamente decidida a que esa chica no le arruinaría sus vacaciones, demasiado tiempo había esperado para poder salir del estudio jurídico  como para que le arruine sus dos semanas de descanso mental. Llegó hasta su habitación, tomando respiraciones para tranquilizarse mientras que abría la maleta y comenzaba a ordenar su ropa en el armario. Debía acordarse de que Alex dormiría con ella, así que dejó la mitad de los estantes vacíos y eligió una de sus prendas favoritas para colocarse. Una bikini negra, con pequeñas argollas que decoraban la parte de la copa del sostén y de la tanga, uniéndose con una tira arriba que la hacía lucir elegante. Ella miró su piel, pensando que al estar tanto tiempo dentro de las oficinas se veía realmente pálida, pero todo cambiaría en el transcurso de los días. Maldijo por lo bajo cuando se dio cuenta de que había olvidado su bloqueador solar, no era muy amiga del sol así que quizás alguna de sus amigas pueda salvarla de este lío.  Una vez que terminó de atar su cabello, se miró al espejo y suspiró largo antes de decidir bajar por las escaleras, ahora mismo comenzaba su misión de ignorar a la idiota. Escuchaba música a medida que estaba más cerca del jardín y podía notar como algunos de los chicos comenzaban a salir en escena. Caminó decidida mientras notaba la  mirada de una persona en particular desde una punta del jardín que comenzaba a ponerla nerviosa, no quería dirigir su mirada hacia allí. Alexander alcanzó a dejar su celular en una de las mesas de vidrio al mismo tiempo que su esposa llegó hacia él y le sonrió, por lo que el joven rubio intentó dejar atrás la llamada anterior y abrazar por la cintura a la ojiverde. —Te ves preciosa —sonrió —Parece que te has comprado un bañador a juego —bromeó Lena al ver a su marido —No fue mi intensión, pero nos vemos cool  —acarició su cabello—¿Quieres que te prepare un trago? —¿Puedes traerme uno de frutilla? —él asintió sonriente —¿Jugarás conmigo en la playa? —¿Jugar? —Haremos un partido de voley en la arena ¡Podemos ser un equipo! —gritó feliz mientras se iba corriendo a la cocina Ella admitía que le gustaban los deportes, pero estar en la arena le daba cierto rechazo y no es porque no le gustara la playa, sino que tenía una manía con la limpieza de su piel y detestaba sentir como la arena se metía en su cuerpo. Quizás era algo más psicológico, pero cuando era pequeña y se ensuciaba los pies o las manos  se ponía histérica hasta que la limpiaban, por lo que era bastante asquerosa con esos temas. —¿Porque tienes esa cara? —pregunta Olivia al llegar a su lado —No me gusta nada todo lo que estoy descubriendo ¿Sabes? —dice molesta —¿De que hablas? —Hablo de todo esto, tu ya sabes cual es mi problema. —Tu problema es que piensas demasiado, todo el tiempo. Y con lo otro ¿qué quieres hacer? —la miró—.Lo hecho está y quedará así. Tu sabes que no estoy de acuerdo con nada de lo que sucedió, pero te apoyo. —Tu sabes mis razones y creo que no deberíamos mencionarlo más. —Lo puedo llegar a comprender, Lena. Pero no puedo soportar verte de esta manera, eso no está bien. —Es lo que decidí para mi vida y aunque ahora quiera arrepentirme de ello, ya no puedo hacerlo. —Claro que puedes ¿Que es lo que dices? —la miró con las cejas fruncidas—. Hablas como si fueras prisionera de una situación. —Soy prisionera de mi propia vida —suspiró —Deberías haber hablado conmigo —le reclamó —Quieras o no, esto era una decisión completamente mía. —Deberías divorciarte, quizás.... —Lena colocó su mano sobre la boca de su amiga y negó. Indicándole que eso deberían hablarlo en otro lugar. —¿Donde están las chicas? —preguntó mirando a su alrededor —Parece que se hicieron muy amigas de Chad y Logan —levantó una ceja divertida— ¿Y tu? —¿Yo que? —¿Porque no te hablas con ninguno? —No sé, intentaré hablarles, parecen buenos chicos —dijo mirando al grupo —¿Porque no tomamos sol y me cuentas que es lo que descubriste? —Lena asintió La ojiverde no estaba segura de que decirle, en solo un día ya estaba estresada, arrepentida y con ganas de tomarse un avión y desaparecer. Se sentía decepcionada y una idiota, por creer que ella en primer lugar y porque pensó que era otra persona. El miedo constante de que ella pudiera abrir la boca y decir algo la perseguiría por todo el viaje, justamente asistía a esos bares gays donde absolutamente nadie de su entorno podría estar, ni siquiera los empleados del estudio de abogados. Lena jamás volvería a confiar en ella, se arrepentía absolutamente del momento en el que aceptó ir a su cuarto de hotel. El deseo no la había hecho pensar con tranquilidad, porque ahora que lo razonaba eso había sido absolutamente peligroso. ¿Que hubiera pasado si la veía alguien? ¡Ellas se atrevieron a volver todo el viaje desde el club hasta la habitación a los besos, como si todo estuviera bien! —Nunca debí acostarme con ella —murmuró una vez que se sentaron en las reposeras, alejadas de los demás —¿Tan malo fue el sexo? —cuestionó, mirándola curiosa —No es eso —gruñó—, escuché una conversación cuando subí arriba —¿De Chloe con quién? —Creo que con su novia —Olivia abrió los ojos sorprendida —¿Novia? ¿Como que novia? —Ella estaba hablando y decía algo como que volvería en unas semanas y que la extrañaba —¿Estás segura de lo que me dices? —Eso es lo que escuché ¿A quién podría decirle? —¿A su mamá? —Le dijo preciosa o algo así —bufó—, ella es una mentirosa —Bueno, no me lo esperaba —dijo pensativa— ¿Crees que deba averiguarlo? —¡Que se vaya a la mierda! ¡No me importa si tiene una maldita novia! —Entonces no sé porqué te alteras tanto, amiga —Porque me da rabia lo hipócrita que fue al decirme que le fui infiel a Alex cuando no fue así —¿Porque se enojaría contigo al serle infiel cuando ella también lo estaría siendo? ¡No tiene sentido! —Porque le molesta, por eso —se quejó—, la quiero lejos de mi. —Creí que le habías contado la verdad —Sus tragos, señoritas —Alex llegó junto a ellas, con una sonrisa. Ambas se asustaron, pero al ver su cara supieron que él no había escuchado nada—. Por lo que veo te quedarás tomando sol —dijo divertido —Lo siento, es que no me gusta mucho la arena —No te preocupes, jugaré con alguna de las chicas ¿Quieres uno? —le preguntó lo último a Olivia, refiriéndose a un trago —Gracias Alex —sonrió —¡Hey, Chloe! —gritó el rubio— ¿Que dices si hacemos un partido? Tanto Olivia como Lena miraron en su dirección, notando como Chloe se estaba abrazando con Becky mientras ambas reían de algo hasta que Alex se acercó a ellas. Los ojos de la ojiverde fueron hacia el cuerpo de la morena, quién vestía un pequeño bikini rojo, donde en el centro se encontraba un nudo que ataba las extremidades de la parte de arriba. Las piernas se notaban trabajadas, de un bronceado tímido que dejaba lucir un espectacular tatuaje en  el muslo derecho. Una serie de pequeñas flores caían desde su cintura hasta el costado de su pierna, quedando unos milímetros oculto detrás de la tanga del bikini, pero nada que no quede a la imaginación. Lena lo recordaba muy bien, la noche en la que estuvieron juntas se encargó de recorrerlo milímetro por milímetro con su boca, por lo que estaba odiando recordar ese momento. Ella le había dicho lo mucho que le gustaba su tatuaje. —Mierda, es sexy —comentó Olivia al ver a la morena —¡Cállate! —No te enojes conmigo, que no te hice nada —bufó— ¿Porque te frustra tanto? ¡Disfruta un poco del lugar y olvídate de ella! Olivia notaba como su amiga estaba tan pendiente de lo que hacía Chloe,  Lena no dejaba de mirar todos sus movimientos, incluso le prestaba aún más atención cuando ella y su amiga se abrazaban  o se hablaban muy de cerca. Los suspiros pesados y las conversaciones por la mitad terminaron de convencerla de que su mejor amiga estaba terriblemente celosa. Sintió lástima por ella, también por Alex, esta era una situación de mierda en donde los tres terminaron enredados. Lo peor de todo no era que pasen un viaje juntos, quizás lo más grave era que luego Lena y Chloe tengan que pasar tiempo solas cuando Alex trabajaba todo el día. Sinceramente no sabía si a su amiga le convenía olvidarse de ella o no, —¿Cuando volverás al trabajo? —preguntó Olivia para distraerla —No lo sé, supongo que me tomaré una semana más luego de volver a Londres —¿Tan pronto? Creí que te tomarías un mes entero —Tengo que ocupar mi cabeza en algo —Hace tres años que no te tomas vacaciones —Sabes que he tenido mucho trabajo últimamente —Si, pero nada es más importante que tu salud —puntualizó—, es la primera vez en todo este año que no te veo con ojeras debajo de los ojos —El caso de la señora Martin ha sido mas duro de lo que creí —bufó —Lo sé y eres una abogada excelente, pero rechazar algunos casos no te hará daño —Sabes que papá siempre me ha dicho que tengo que esforzarme los primeros años, solo será un tiempo —Pero ese no es el camino, tu padre sabe que eres una de las mejores, no tienes que demostrarle nada  —Quiero ser una gran abogada como él y en el último tiempo he tenido casos importantes que me servirán para mi reputación —Te han servido, Lena. Ahora deberías tomarte un respiro ¿No lo crees? —Supongo —suspiró—, lo único que me queda pendiente es el caso de Michael Relish —¿El amigo de tu madre? —Si, ese mismo. Quiere hacer un testamento, pero tengo que derivarlo a un escribano —¿Un testamento? —Está enfermo y quiere dejarle algo a sus hijos —No tenía idea de que tuviera hijos —Tampoco yo, pero bueno —suspiró  —¿Porque no vamos un poco a la piscina? —sugiere con una sonrisa—, iré algo más para tomar Lena asintió y se levantó con un suspiro mientras su amiga la dejaba sola. Mirar a los chicos y ver como todos se divertían tranquilos la hizo pensar que quizás Olivia tenía razón, estaba alejada de todos, no había hecho nada para poder interactuar con los amigos de su esposo y aunque él no le había mencionado nada al respecto, sabía que se sentiría mal si seguía ignorando a todos. —¡Es punto para mi! —gritó Chloe  —Ni lo sueñes, es punto para nosotros —respondió Alex A unos cuantos metros, Chloe, Zayn, Becky y Alex estaban jugando un partido de Voley. Era muy habitual que Alex y Chloe siempre se enfrenten para jugar, les divertía competir entre ellos porque ninguno de los dos daba el brazo a torcer. Discutían cada punto mientras que sus compañeros solo se reían y no acotaban nada, conocían muy bien a sus amigos. —¡Nos queda un punto y ganamos! —anunció Alex mientras miraba a Becky, su compañera —Veamos que pueden hacer —contraatacó Zayn —¡Me toca sacar! Becky estaba en un extremo, bromando con Alex antes de hacer el saque, mientras que Chloe y Zayn la miraban atenta. Esa jugada tenía que ser perfecta, ella lo sabía muy bien, así que el momento preciso de sacar se presentó cuando la risa de Lena se escuchó de fondo. Chloe giró su rostro para mirar a la ojiverde, encontrándose con que ella estaba riéndose de algo que le había dicho Chad, por lo que unos segundos después ambos se tiraron a la piscina. Cuando Becky se dio cuenta de ello,  hizo el saque rápidamente, el cual fue  respondido por Zayn, quien la levantó hacia arriba y miró a su compañera, esperando una respuesta pero ella estaba tan distraída que la pelota cayó en su cancha y perdieron el punto. —¿Que haces? —le preguntó arrugando su cejas— ¡Estábamos jugando! —¡No estaba mirando! ¡Becky ha hecho trampa! —contestó rápidamente —¡Avisé que tiraría! ¡No es mi culpa! —¡Ganamos! —gritó Alex con alegría —¡No ganaron! ¡Saquen de nuevo! —No, no eso no se vale —se quejó el rubio— ¡Ya hemos ganado! —¡No! ¡Ni siquiera fue un buen punto! —No sabes jugar, tontita —bromeó Alex —¿Entonces porque siempre te gano? —dijo con una ceja levantada —Porque a veces dejo que ganes, eres como mi hermanita menor —sonrió— ¿Porque los perdedores no van a preparar unos tragos para todos? —¿Porque no se van a la mierda? —contestó con el ceño fruncido —Ignórala Be, vamos por unas cervezas —le dijo Alex, mientras  abrazaba a su amiga por los hombros —No te enojes tanto, mañana les ganamos —aseguró Zayn —Es que le hemos estado ganando en todo el partido y a lo último meten esos punto ¡No se vale! —Bueno ya, deja de quejarte —rió su amigo—, vamos  a tomar algo —De acuerdo, iré a buscar algo —Bufó enojada —¿Nos metemos a la piscina? —propuso Alex —Si —Chloe lo miró con los ojos entrecerrados— ¿Que quieren tomar? —Cerveza —respondieron los tres Chloe caminó hacia la casa, enojada con ella misma por distraerse tan fácilmente, pero la consoló la idea de que quizás mañana pueda tener una revancha con Alex y sin dudas le ganaría. —¡Hey, Chlo! ¿Porque no vienes con nosotros? —preguntó Logan desde la piscina —¡Voy a buscar bebidas! Ignoró las voces de Lena y sus amigas, sabía que estaban a solo unos pocos metros de Logan así que se limitó a seguir caminando para ir a la cocina. Al llegar  se encontró con Olivia, quién estaba tomando una cerveza apoyada contra la isla. —¡Hey! —dijo ella —¿Está todo bien? —preguntó Chloe —Si, solo estaba pensando un poco —Eso es bueno... —respondió vagamente mientras abría la heladera —Si... —suspiró—,  por cierto, tengo curiosidad sobre algo —¿Sobre que? —la miró —Tengo a una amiga que es modelo en Manhattan y estaba buscando a fotógrafa para una sesión —¿Ah si? ¿Como se llama? —Alycia... ¿Crees que pueda darle tu número?  —Claro, pero dile que no estaré hasta dentro de un par de semanas —¿Tu novia no se enojará? —¿Mi novia? —preguntó arrugando la nariz —Si... —No estoy saliendo con nadie. Además que no entiendo porque se enojarían porque alguien me contacte por trabajo —Bueno, en realidad creí que tenías alguna novia por allá —¿Crees que si tuviera novia habría estado esa noche en un bar con tu amiga? —levantó una ceja —No lo sé, solo decía... —Creo que piensas muy mal sobre mi, Olivia. —No pienso mal sobre ti, era solo una pregunta —Si tuviera novia, jamás hubiese estado con alguien aquí —¿Entonces no sales con nadie? —¿Tu amiga te ha mandado a interrogarme o lo haces por tu cuenta? —Es solo mi curiosidad, Lena jamás me enviaría a buscar información —Como digas —sonrió— ¿Porque no vamos afuera y dejas de interrogarme? Quizás Olivia se había equivocado en ser tan directa con la morena, pero es que no sabía como comenzar una conversación que la llevara a ese punto, así que solo le salió preguntar aquello. Por su mirada y su seguridad podía jurar de que Chloe estaba diciendo la verdad y es que ella tampoco pensaba que tuviera una novia, pero al menos ahora tenía una respuesta concreta. Ella no pudo decirle nada a su amiga hasta que se hicieron las dos de la mañana y todos comenzaron a entrar a la casa para ir a dormir, sabían que mañana disfrutarían mejor el día. Lo que también notó fueron las miradas asesinas que Lena le dedicó a Chloe cada vez que ambas se cruzaban y se divertía sola pensando en aquello, la morena ni siquiera sabía porqué su amiga la odiaba en secreto ahora mismo. Luego de una larga ducha Lena salió de su baño ya vestida con un pijama, había escuchado entrar a Alex hace unos minutos así que supuso que él ya estaba acostado. Esperaba que realmente fuera así o  por lo menos que no le preguntara absolutamente nada, era el día menos indicado para que él comience con lo mismo de siempre. En cambio de eso, él estaba sentado en la cama, con el celular en su mano mientras murmuraba cosas que no lograba entender. —¿Está todo bien? —preguntó al ver su cara de preocupación frente al celular —Si, solo es el trabajo, ya sabes —murmuró mirándola por unos minutos— ¿Puedo preguntarte algo? —Claro, dime —contestó acostándose del lado derecho —¿Te cae mal Chloe? —ella lo miró sin entender —¿Porque lo dices? —No lo sé, noto una tensión cuando ella está ¿Te ha hecho? ¿Discutieron? —No es eso, solo que no la conozco, es todo —¿Estás segura? —Lena comenzó a ponerse nerviosa —Si, sabes que cuando no conozco a alguien soy seca al principio —bufó —Creí que había sucedido algo entre ustedes —No ha pasado nada —suspiró —¿Te parece bien que ella se quede en la casa cuando volvamos? —preguntó mirándola—, no me he dado cuenta de preguntarlo, estaba entusiasmado de volver a verla —No te preocupes, no me molesta. Además la casa es grande, tendremos privacidad todos —Si, además no es que ella vaya a hacer alguna fiesta —dijo con gracia—, quizás ahora que se han vuelto a ver con Becky estarán juntas todo el tiempo —¿Ellas tienen algo? —¿Becky y Chloe? —preguntó riendo— ¡Claro que no! ¡Ellas han sido amigas desde siempre! —Parece que son... novias —Ellas siempre fueron muy cariñosas, pero son como hermanas —sonrió—, todos suelen preguntar lo mismo, incluso piensan que Chloe y yo somos novios también —Bueno, eso sería raro —ambos se miraron y rieron—, y quédate tranquilo, ella puede quedarse luego —Gracias, Len —sonrió —¿Crees que ella sería capaz de llevar a alguien a la casa? —preguntó con la nariz arrugada —¿Chloe? —negó con su cabeza—, ella no sale con nadie y tampoco llevará a un desconocido a ningún lugar, no suele hacerlo Si, claro —Creí que tenía una novia en Manhattan —intentó indagar—, escuché que estaban hablando algo de eso con Becky —mintió —En realidad no, ella salía con una chica hace un tiempo pero la engañó, así que no ha salido con nadie desde entonces —suspiró y luego miró a su esposa— ¿Porque preguntas? —Curiosidad. Quizás mañana le hable un poco más si eso te deja  tranquilo —En realidad es para que no se sientan incómodas, ambas son buenas chicas y creo que se llevarían muy bien —Si... —Mañana iré al mercado a comprar algunas cosas para las chicas ¿Quieres ir? —¿A que hora?  —Quizás en la tarde, pero te avisaba para que pienses si te falta algo —dejó un beso en su cabello—, buenas noches, Cielo —Descansa —sonrió Cerró sus ojos mientras las palabras de Alex y Olivia resonaban en su cabeza,ambos aseguraban de que ella no estaba con nadie, pero entonces ¿Con quién estaba hablando? Pov Lena La noche estaba tranquila, no se escuchaban ruidos, parece que todos estaban durmiendo y era mi  momento para disfrutar. Había planeado levantarme una vez que Alex estuviera completamente dormido para hacer algunas cosas, pero entones unos pasos se escucharon por el corredor y segundos después la puerta de la habitación fue abierta, dejándome ver a Chloe parada allí, mirándome. —Ven conmigo —murmuró mirando hacia donde estaba acostado Alex —¿A donde? —Debo mostrarte algo,por favor —insistió Miré a Alex, quién estaba profundamente dormido y luego la miré a ella, que aún me esperaba allí. Suspiré resignada, sabía que debía levantarme para que las cosas no se complicaran aún más. Cuando salí de la habitación, me tomó de la mano sin decirme nada y comenzó a caminar por el pasillo para bajar las escaleras y guiarme hasta la cocina. —¿Que es lo que pasa, Chloe? ¿Para que me buscas? — ella soltó mi mano y se giró para mirarme —No puedo aguantar más ésta situación —susurró acercándose —¿De que hablas? En cuestión de segundos sentí sus manos sobre mis mejillas y su boca atrapando la mía en un acto desesperado. Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, su beso me tenía atrapada y por más de que la odiaba ahora mismo, no  podía apartarme de ella. Aunque no quisiera admitirlo, me encantaba besarla, sentir su cuerpo junto al mío mientras nuestros labios tenían una guerra interna. —¿Que haces? —murmuré sobre su boca—, no podemos, no Que hipócrita soné al decir aquello cuando dos segundos después volví a besarla.  Se podía ir a la mierda todo, la quería en este momento y nada podía hacerme cambiar de opinión. Abrazó mi cintura y caminamos hacia atrás hasta que mi trasero tocó contra la isla de la cocina, donde unos minutos más tarde decidí que lo mejor era sentirme allí y tener una mejor posición.  Abrí mis piernas y ella se acomodó entre ellas, sus manos acariciaban mi piel expuesta mientras que las mías apretaban su cabello haciéndola suspirar contra mi boca. Sus manos comenzaron a hurgar por debajo de la tela de seda de mi pijama, tocando mi piel. Mis talones fueron por debajo de su trasero para acercarla más a mi cuerpo y sentirla, la necesitaba como ninguna otra. Chloe subió sus manos hasta llegar a mis pechos, tocándolos suavemente, disfrutándolos y luego los apretó con deseo. Abandonó mi boca para mirarme mientras que sus dedos comenzaban a tirar de la tela, sabía que ella quería quitarla y solo sonreí mordiendo mi labio inferior. Una vez fuera, ella me tomó por la cintura y me acercó nuevamente, acercando su boca a mi oído. —Me encanta tu cuerpo —Tócame —murmuré Su boca fue hacia mi cuello, besando y chupando mi piel a su paso mientras que sus manos apretaban y tocaban mi cintura, me encantaba que hiciera aquello. Gemí cuando ella mordió el lóbulo de mi oreja, ella tenía claro cuando me calentaba. Una de sus manos comenzó a explorar mi entrepierna hasta llegar a mi sexo,sin poder evitarlo a tiempo, dejé que un grito se escapara de mis labios cuando encontró el punto sensible y me obligué a morder mis labios para que no nos descubrieran, la noche estaba demasiado silenciosa. —Me encantaría disfrutarte más, pero debemos hacer esto rápido —murmuró sobre mi boca Seguía con unos suaves movimientos mientras que su boca hacía un camino caliente sobre mi piel hacia abajo, sabía lo que quería y eso me ponía aún más ansiosa. La ayudé a quitarme el short de pijama junto con la ropa interior y quedé expuesta frente a ella, sentada en la mesada mientras que mis piernas abiertas le daban un pase directo a mi centro. Me miró por última vez, mordiéndose el labio antes de enterrar su cara allí. Su lengua comenzó a frotarse contra mi clítoris de forma lenta, envolviéndome con sus labios para crear más fricción.  Me incliné hacia atrás apoyando mis codos contra la mesada y cerrando los ojos para disfrutar de aquella maravilla. Sus manos fueron hacia mi trasero para llevarme más cerca de su boca mientras aceleraba sus movimientos, ahora lo estaba haciendo duro y rápido. La había estado deseando tanto que no pude contener por mucho tiempo mi orgasmo y cuando sentí que me temblaban las piernas cerré los ojos tan fuerte que me dejé llevar por aquella mujer. Y fue entonces que me desperté. Mi cuerpo estaba cubierto de sudor, mi respiración acelerada y aún podía sentir el temblor de mis piernas. Miré a mi alrededor, notando que aún me encontraba en la habitación. Acababa de tener un sueño húmedo con una mujer que apenas conozco y que detesto. Diablos, no podía estar pasando algo así, ella no tenía que estar en mi cabeza, no tenía porqué pensarla. Lo había soñado todo. Había sido tan real que sentía como mi centro estaba palpitando, completamente húmedo. Cerré los ojos sin poder creerlo y  suspiré resignada, esto no podía estar pasando. Me levanté de la cama para buscar una ropa interior nueva e higienizarme, colocarme una bata e ir por un vaso de agua o vodka, lo que sea que me tranquilizara. Miré a Alex que aún dormía y negué con la cabeza mientras salía de la habitación y comenzaba a bajar hacia la cocina. La poca luz que entraba desde el exterior me dejaba ver el camino, pero cuando entré a la cocina me di un susto de muerte al ver a Chloe parada allí. ¿Estaba soñando de nuevo? Ella se veía realmente hermosa, con su pijama puesto y su cabello revuelto. Se encontraba recargada sobre la isla, mientras me miraba. —¿Que mierda? —murmuré Chloe me miró por unos segundos, quizás pensando en que diría a continuación. —No fue mi intensión, creía que todos estaban durmiendo —respondió sin mirarme —No lo dije por ti —aclaré rápidamente —¿Entonces? —levantó una ceja —Solo me asusté, estas parada en el medio de la oscuridad —Es que estaba pensando algunas cosas y la verdad es que veía el camino por eso dejé la luz apagada —Está bien, no quise sonar grosera —me disculpé, arrepentida por mi tono. —Creo que ambas estamos a la defensiva —asintió mientras mordía su labio inferior Ella se movió de su lugar, acercándose aún más a mi y cuando noté que estaba más allá del límite la miré a los ojos. Por un momento el reflejo de la luz exterior chocando contra sus ojos me hizo recordar a cuando estábamos en el club, con ella bailando frente a mi. —¿Vas a besarme? —pregunté confundida, mientras miraba sus labios —¿Que? ¿Porque te besaría? —respondió abriendo la puerta que estaba al lado de mi cabeza —Lo siento, es que estoy... un poco confundida —cerré los ojos frustrada por un momento. —¿Te encuentras bien?  —Si, solo... algunas pesadillas —¿Pesadillas? —contestó abriendo un chocolate —¿Puedo comprobar algo? —pregunté mirándola —¿Algo como que? Suspiré y levanté mis manos hasta que estuvieron a la altura de su rostro. Ella estaba tan confundida como yo en este momento, solo que estaba intentando descubrir si se trataba de un sueño dentro de otro o realmente ella estaba allí. Mis manos se deslizaron por su mejilla tan suavemente que oí un pequeño suspiro, confirmando que ella también lo estaba disfrutando. —Lena —murmuró Mi boca traicionera comenzó a abalanzarse sobre sus labios y ni siquiera lo pude procesar, estaba a punto de besarla. Sus ojos me miraron por un momento pero no se apartó, simplemente se quedó allí hasta que unos fuertes pasos comenzaron a escucharse por la escalera. Ambas nos miramos y saltamos del lugar para darnos la espalda, solo un instante antes de que Alex apareciera por la puerta. —¿Que hacen? .Mi corazón latía desbocado, él estaba con el ceño fruncido y sus brazos cruzados. En sus ojos pude ver que sospechaba algo, lo conocía muy bien. Por un momento pensé en mi madre, en lo que ella diría si se enteraba de todo esto, seguramente me dejaría de hablar al igual que mi padre. Mi cabeza era un lío en este momento, sabía que esa maldita mujer  me gustaba mucho, tenía que admitirlo en algún momento, pero es que me acababa de casar con Alex, todos esperaban muchas cosas sobre nosotros y no sabía que era lo que pasaría. Definitivamente el viaje terminaría siendo más duro de lo que creí, lo único que quería era estar en paz. Al lado de ninguno de los dos.
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