Capítulo 2

4263 Words
Punto de vista Chloe. No podía creer lo que estaba viendo, sinceramente era la escena más horrible que había presenciado en mi vida. Me sentía una completa mierda por todo lo sucedido, jamás podría mirar a Alexander a la cara y decirle que estuve con su esposa. ¿Pero como iba a saberlo? Quizás en mi defensa podía decir que nadie mencionó nada sobre que ella estuviera comprometida, es más, Lena había sido la que comenzó a coquetearme desde el primer momento, aunque estaba segura de que tampoco sabía que Alex era mi amigo. Lo peor de todo es que me había encantado, ella era preciosa y muy graciosa, al menos en el pequeño tiempo que hablamos la noche anterior me hizo reír bastante y llegué a pensar muchas cosas estúpidas, como invitarla a salir. Cuando estuve de vuelta a la realidad, ambos estaban pasando a mi lado, tomados de la mano y con unas enormes sonrisas en sus rostros. Alexander incluso me guiñó el ojo y murmuró que nos veríamos en su casa en unos minutos, aunque ella jamás notó mi presencia. Ella se había divertido conmigo, teniendo sexo con alguien antes de casarse y yo que creía que le había gustado. ¿Porque las personas normalizan el hecho de acostarse con alguien más un día antes a tu boda? ¿Es que antes de casarse no tenías un compromiso con la persona que supuestamente quieres? Huir y volver a casa no era un opción, él se daría cuenta de que algo andaba mal y no me quedaría otra opción que confesarlo, jamás le había mentido, Alexander era como mi hermano. Froté mi rostro con frustración, sabiendo que en unos minutos debería ir a su casa para festejar la boda e inevitablemente tendría que verla a la cara y no podría evitar decirle lo que pienso en este momento. Sentí un agarre en mi brazo mientras me arrastraban a un costado de las personas y cuando giré mi rostro me di cuenta de que se trataba de una de las amigas de Lena.  —¿Que haces aquí? —murmuró eufórica— ¿Como te atreves a buscar a Lena en su boda? ¿Estás loca? —¿Olivia? ¿De que rayos hablas? —pregunté arrugando la nariz —Estoy hablando de que no importa  lo que te haya prometido mi amiga la noche anterior, es completamente imposible así que vuelve a casa —insistió —No estoy aquí por ella —suspiré— Además ¿Como piensas que la encontraría? ¡No soy una obsesiva! —susurré alterada —¿Entonces que diablos haces aquí? —¿Recuerdas que anoche mencioné algo sobre una boda? —ella asintió—, vine a la boda de mi mejor amigo —¿Tu mejor que? ¿Mejor amigo? —abrió los ojos como si hubiese visto algo aterrador—. Dime que Alexander no es amigo tuyo, por favor —Alex es mi mejor amigo desde hace años —dije furiosa— ¡Tu amiga me ha metido en un lío! —¿Como iba ella a saber eso? —levantó una ceja —¡No lo sé! ¡Está loca! —froté mi rostro— ¿Como se le ocurre hacer eso cuando estaba comprometida? —No juzgues la situación si no lo sabes —me acusó—.  Habla con ella, te dirá la verdad —¡No puede ser! —murmuré frustrada. Quería gritar —¿Porque no vienes conmigo? —miró a nuestro alrededor—, quizás podemos hablar más tranquilas ¿Como iba a tener los ovarios suficientes para decirle algo así a Alex? Caminamos en silencio hasta que Olivia desbloqueó su Mercedes Benz y me invitó a subir. Esto era realmente incómodo, no porque ella me desagradara, es más, la noche anterior me había caído super bien, pero con todo esto de Lena, las cosas se ponían cada vez peor. —Sé que todo esto es una mierda, pero nadie tiene la culpa —No sé como voy a resistir un solo segundo en esa casa —dije mirando hacia la ventanilla —¿Le dirás a Alexander?  —Definitivamente no ahora, primero tengo que hablar con Lena Olivia no dijo nada, solo asintió y respetó mi silencio por el resto del viaje, no tenia nada más para decir. Necesitaba hablar con Lena para aclarar las cosas, no podía irme de la fiesta. Definitivamente Alexander no vivía más en su antigua casa, esto era una mansión , con un patio delantero enorme, tres fuentes de agua,  canteros llenos de flores y al costado había un camino de piedras que supuse conectaba al patio trasero. Un hombre  joven con traje nos recibió en la puerta deseándonos una bonita fiesta y regalándonos un trago. —¿Que es todo esto? —no pude evitar preguntar —No lo sé, creo que lo ha organizado la madre de Lena Quizas a su madre le gustaba derrochar mucho dinero. El mismo hombre se ofreció a estacionar el auto, así que Olivia tomó su cartera y una caja enorme del asiento trasero para luego comenzar a caminar. —Si te sientes incómoda puedes venir con nosotras —¿Quienes? —Emily, Sophia y yo Asentí mientras terminamos el camino hacia el patio trasero. Levanté las cejas sorprendida por la decoración, creo que era demasiado. Rosas rojas decorando todo el lugar,  un escenario en el medio donde tenía una enorme pista de baile junto con una banda en vivo, un sector donde colocaban los regalos de los invitados, un camino de pétalos de rosas blancas que señalaban una gran carpa donde se encontraba el sector de mesas. ¿Había algo más que le faltara? Y no quería que aquello sonara mal, pero sabía perfectamente lo sencillo que era mi amigo, estaba seguro que nada venia de su parte con respecto a la decoración y el lugar. La familia de Alex siempre había sigo muy adinerada, perfecto a él jamás le había importado el lujo excesivo, sino que a pesar de que sí se daba sus gustos, jamás lo derrochaba porque si. Aunque quizás debería entender de que posiblemente a su nueva esposa le gustara festejar su boda a ese nivel y tampoco es que me quejara. Seguí mirando a mi alrededor, estaba todo tan perfectamente decorado, sin un mínimo sector vacío, el patio era gigante y las personas comenzaban a llegar con sus regalos. —Mierda —murmuré —¿Que sucede? —preguntó Olivia —No traje ningún regalo —ella rio divertida y levantó las cejas —Te doy el mío  —dijo ofreciéndome una enorme caja —¿Que? ¡No! ¡Es tuyo! —Les hice un regalo adelantado la semana pasada,no te preocupes —¿Estás segura? —Claro, además ya le hiciste un regalo —una pequeña risa se escuchó y la miré con las cejas levantadas, ella se estaba divirtiendo con la situación Mierda. En menos de lo que esperé mi mejor amigo se acercó a mi,  abriendo sus brazos para estrecharme entre ellos y decirme cuando me había extrañado. —Me alegra tanto verte por aquí —dijo entusiasmado— ¿Como has estado? —De maravilla —respondí irónicamente y el rió—. Quiero felicitarte, esto es increíble —Creo que es demasiado exagerado —murmuró—, pero mi madre y mi suegra insistieron en organizarlo todo —Es lo que creí —sonreí—, te ves guapo —También tú, me encanta tu vestido —sonrió— ¿Como estás, Oli? —Perfecta ¿Como estás tu? —dijo Olivia con una sonrisa —Feliz, feliz —sonrió— ¿Porque no vamos por unos tragos? —Iré a encontrar a las chicas, ahora vuelvo —mencionó mirándome brevemente —¿Conoces a Olivia? —indagó en cuanto ella se fue —En realidad la he conocido hace un momento, estaba acompañándome nada más —Es buena chica, quizás puedan hacerse amigas después de todo —Puede ser —murmuré—,  por cierto, quiero felicitarte por tu casa, es preciosa —¿No es perfecta? —sonrió—,me la ha regalado mi padre como regalo de bodas —Es fantástica —aclaré mi garganta—. Te traje un regalo —¿Un regalo? —sonrió—, gracias amiga. Lo abriremos con Lena luego —De acuerdo ¿Puedo dejarlo por alguna parte? —Lo llevaré, espérame un segundo Él tomó la enorme caja y caminó hacia el sector de regalos mientras pensaba en que diablos le había comprado Olivia para que ahora lo haga pasar como mío. Espero que nada perturbador. Alexander desvió su camino en cuanto su esposa apareció en escena y el corazón se detuvo al escucharlo hablar con ella. Mierda. —Oh cariño, quiero presentarte a alguien especial Lena giró su rostro con una sonrisa pero en cuanto me miró ella se puso seria y tensa, esto iba a ser demasiado difícil. Sus ojos se clavaron en los míos sin decir nada, es más, Alex le estaba diciendo algo pero ni siquiera yo lo había escuchado. —¿Cariño?  —Si, perdona ¿Que me decías? —dejó de mirarme para prestarle atención —Decía que ella es Chloe, mi mejor amiga ¿Recuerdas que la he mencionado antes? —Mucho gusto ¿Podrías recordarme tu nombre? —me presenté con la mejor sonrisa falsa de mi vida, ella levantó una ceja y luego tomó mi mano —Lena, soy Lena Rizzo —Chloe D'angelo. Quiero felicitarte por la boda, te has casado con el mejor hombre de todo Londres —lo último lo dije en serio —Lo sé, por algo lo he elegido —sonrió falsamente— ¡Disfruta la fiesta! —Realmente deseaba que se conocieran, chicas —él estaba feliz, mierda. —Te he extrañado —dije sinceramente —También yo, ratilla —sonrió abrazándome— ¿Donde estás quedándote? —En un hotel del centro —¿En un hotel? —frunció su ceño— ¡De ninguna manera! ¡Te quedarás en casa! —¿Qué? —dijimos al mismo tiempo —¿Como siquiera pensaste que te dejaría quedarte en un hotel? Mira la casa que tengo, Chlo. Tengo habitaciones suficientes para que mi mejor amiga se quede —No quiero incomodarlos —dije mirando a ambos —No te preocupes —sonrió él— Además prometiste quedarte todas las vacaciones ¿Cuanto tiempo es? —Dos meses —murmuré y Lena cerró sus ojos —¡Genial! Además tenemos una sorpresa con mi bebé —dijo mirándola Si está embarazada me mato. —Disculpen —murmuró Olivia a mi lado—. Necesito a Chloe un momento —¿Puedes decirme de donde se conocen? —preguntó Alex entre risas —Nos acabamos de conocer, pero necesito mostrarle algo Me tomó de la mano y me arrastró lejos de ellos mientras Lena levantaba una ceja. —¿Que es lo que quieres mostrarme?  —Nada, solo quería sacarte de ese momento incómodo. Creo que lo mejor es que Alex piense que eres mi amiga antes de que ustedes dos sigan mirándose de esa manera —¿Mirándonos? —pregunte arrugando mi nariz —¡No dejaban de mirarse! Bufé disgustada hasta que miré a Sophia y Emily, quienes nos estaban esperando con unas copas. —Esto no puede ser cierto —dijo Emily divertida —No creemos más tensión chicas, Lena está demasiado afectada con todo —sugirió Sophia —No hice nada —murmuré —Debí imaginarme esto cuando mencionaste la boda anoche —mencionó Olivia —¿Porque sería tan obvio? —pregunté —La madre de Alexander pagó dinero para que su boda sea la única de hoy, por lo menos aquí —Mierda —murmuré —Es un buen momento para tomar unas buenas copas —dijo Emily —Es un buen momento para irme —acoté —¿A donde vas a irte? ¡No seas ridícula! —Olivia negaba con su cabeza—, te ayudaremos a que el día pase más rápido, pero no debes actuar como una impulsiva —No puedo soportar más mirarlo a la cara ¡Es mi mejor amigo! —Lo hecho hecho está, mejor toma una copita y charla con nosotras —Sophia me ofreció champagne —¿Desde hace cuanto conoces a Alexander? —preguntó Olivia —Desde que tenemos seis años —suspiré —Quizás si podía ser peor —murmuró Emily —Relájate, estás muy tensa —sugirió Olivia, acomodando mi cabello— ¿Te has duchado? —dijo sonriendo —¿Porque se divierten con mi situación? —tomé toda la copa de una sola vez —Lo sentimos, es que es tan extraña, pero bueno... —Bueno, pero piensa el lado positivo. Puedes ponerte un poco ebria, bailamos, te olvidas de todo esto y luego vuelves a tu hotel —dijo Emily, dándome otra copa —No lo creo —murmuré—, Alex me ha invitado a quedarme aquí —¿Que? —Estoy muerta. —acoté —¿Por cuanto tiempo? —preguntó Olivia —Había planeado pasar todas mis vacaciones en Londres —¿Todas tus vacaciones? —Sophia en serio se estaba riendo —Si, dos meses. Dos malditos meses metida en la misma casa que Lena ¿Algo peor? —Bueno, no sé si es tan malo —acotó Olivia. Todas la miramos— ¿Que? Mi teléfono comenzó a sonar, anunciando una llamada entrante. Lo saqué de mi bolso y al mirar a pantalla tenía un número que no estaba agendado, pero de todas maneras atendí. —¿Hola? —Chloe, sube a la habitación ahora —era la voz de Lena —¿Que dices? ¿Estás demente? —Necesito hablar contigo —insistió —No es el momento, déjame en paz —¡Chloe! —corté la llamada. Emily, Sophia y Olivia me miraban mientras terminaban su copa, aunque ninguna me preguntó nada, estaba segura de que habían oído la voz de su amiga. Estaba jodida. Ellas cambiaron de tema rotundamente, supongo que se dieron cuenta de que las cosas estaban demasiado tensas como para hacer preguntas al respecto. No podía negar de que eran divertidas, hasta me hicieron olvidar por un momento todo el drama y comencé a reírme de sus ridículas historias; pero entonces mi celular volvió a sonar. —¿Que quieres? —pregunté poniendo los ojos en blanco. Me disculpé con las chicas y me alejé para tener privacidad —Necesito que subas  —murmuró molesta —¿Que es lo que necesitas? ¡No quiero problemas! —¡Por favor! ¡Solo quiero hablar de una puta vez! —Está bien, solo para que dejes de molestarme. Corté la llamada una vez más  y comencé a mirar por todos lados, buscando una puerta que me llevara  a la casa. Caminé hacia una puerta enorme que estaba abierta de par en par y seguí observando. Al menos siete puertas, la sala era gigante y estaba tan decorada como el patio, pero al menos sabía que era el el primer piso, por lo que la enorme escalera del centro fue mi salvación. —Estaba buscándote —Alexander apareció con una sonrisa— ¿Donde te habías metido? —Estaba con las chicas —respondí incómoda —¿Te gusta Olivia? —interrogó—, está casada —¿Que dices? —arrugué la nariz—, ella no me gusta —De acuerdo ¿Porque no tomamos una copa? —Quiero ir al baño primero ¿Donde está? —En aquel pasillo —dijo señalando a la derecha —Prefiero ir al de arriba ¿Te molesta? —Claro que no, Muévete como en tu  casa —sonrió—, nos encontramos luego ¿Te quedarás ésta noche? —¿No quieres tener privacidad con tu esposa? —Oh si, pero hay una charla que quiero tener contigo y con Lena ¿está bien? —tragué saliva —Bueno —Por cierto ¿Has visto a Lena? —No, quizás se fugó —bromeé —Cierra la boca —dijo riendo—, tengo a alguien para presentarte Asentí, golpeé su hombro y subí los escalones mientras pensaba en querer tomar un avión de vuelta a Manhattan. ¿Qué mierda quería Lena conmigo? Comencé a mirar por todos lados, el pasillo estaba lleno de puertas como toda la maldita casa ¿Como se suponía que sabría a donde ir? Noté que había una sola abierta así que caminé hasta allí para probar suerte y efectivamente me encontré a Lena sentada en la cama. No pude evitar fijarme en lo hermosa que se veía con un vestido simple, se había cambiado. Los costados de su cabello estaban atados a tu cabeza y el maquillaje le resaltaba los ojos. Deja de mirarla, por favor.  Ella levantó su cabeza y me miró mal, levantándose rápido. —Entra y cierra la puerta —gruñó —¿Que diablos quieres de mi? —pregunté cruzándome de brazos—, con lo que ha pasado anoche fue mas que suficiente para joderme la vida —¡Cállate! —me acercó a mí y me empujó contra la pared— ¡No quiero que jamás vuelva a mencionar lo que pasó anoche! —¿Y porque no? ¿Te sientes culpable de haber traicionado a tu esposo? —levanté una ceja —¡Estaba ebria! —Claro, seguro que fue por eso, digamos que el alcohol saca tu lado gay —dije sarcásticamente —¡No soy gay! ¡Deja de joderme! ¡Estoy casada! —¿Y eso te hace ciega o que? —elevé una ceja —No tengo tiempo para tu mierda —gruñó—, solo quería hablar contigo para que te olvides de todo lo que ha pasado —Nada me gustaría más, pero ahora tú y yo estamos metidas en un lío tremendo ¿Como mierda se te ocurre? —Eres una imbécil —Si, muy imbécil —puse los ojos en blanco —Olvídate de mi —¿Que es lo que piensas? —reí sarcásticamente—.  No estaré detrás de ti, no me interesas —Entonces perfecto, porque es lo que quiero —Me parece bien Sonreí con arrogancia y pasé mi lengua por el labio inferior, notando que ella bajaba su mirada hasta allí, sin dudas no pensaba lo que su boca decía. Fue un momento de mucha tensión y en mi opinión su cuerpo demasiado cerca del mío. —¿Quieres algo más? —levanté una ceja —No quiero que me hables, que respires cerca mío y si llegar a abrir la puta boca me encargaré de que vuelvas a tu casa muy pronto —¿Porque me amenazas? ¿A que le temes? ¿Piensas que le diré a Alex? —Alexander y yo hemos tenido un acuerdo —me miró furiosa—, acordamos permitirnos una noche para ambos, así que me importa una mierda lo que pienses, no le fui infiel —¿A qué le temes entonces? Estaba segura de que iba a decirme algo pero solo gruñó furiosa y huyó de la habitación, sin entender una mierda de lo que estaba pasando. ¿Quien se creía que era? Bajé las escaleras, siguiendo sus pasos, quería llegar hasta ella antes de que saliera al patio para decirle algunas cosas pero entonces Alex se cruzó en nuestro camino, tomándola en un abrazo y luego llamándome para que los acompañara. —Estaba buscándote para presentarte a alguien —murmuró mi amigo —¿Que? —respondí sin entender. Él solo rio y caminamos unos metros más, hasta llegar al lado de una chica. —Chlo, quería presentarte a Candace Debía admitir que la chica no se veía nada mal, de hecho era preciosa. Tenía un vestido de color amarillo que le quedaba precioso con su piel bronceada, mientras que su cabello era rubio y largo. Le devolví la sonrisa y le ofrecí mi mano para saludarla mientras observaba sus ojos color miel. —Es un placer, Candace —sonreí—, me llamo Chloe —El placeres mío —relamió sus labios—. Justo Alex me estaba diciendo que te mudaste a Manhattan hace un tiempo —Si, de hecho tengo un socio que me ofreció poner un estudio fotográfico allá, estaba a punto de firmar un contrato con una revista también —¿Dónde estabas? —escuché que Alex le susurró a Lena y quise poner los ojos en blanco cuando oí un beso Eso sonaba horrible, pero no pude evitarlo. —Estaba hablando con mi madre —respondió ella de la misma forma —Conozco tu trabajo —ella sonrió—, de hecho soy modelo —¿Que te parece si vamos por una copa y charlamos sobre eso? —pregunté con una sonrisa. —Me parece fantástico Sentía la mirada de Lena sobre nosotras, ella estaba demasiado pendiente de mi cuando tenía a su marido al lado. Me limité solo a disculparme con ambos y comencé a caminar con Candace mientras charlábamos de nuestros trabajos. Ella era muy simpática, incluso me olvidé de todo el lío con Lena cuando comenzamos a bailar y toda la fiesta comenzó. Agradecía que al menos Candace no fuera tan insistente, solo en una ocasión mencionó sobre ir a una cita pero como la rechacé muy sutilmente no dijo nada más, incluso ella continuó siendo amable y se quedó conmigo por el resto del día. Lo más emocionante de todo fue cuando un grupo de chicos llegó. Se trataba de mis mejores amigos de toda la vida, incluso entre nosotros también había otra chica, Becky. Zayn, Oliver, Logan, Chad, Harry,Aanton, Sam, Katon, Jacob, Mason, Carter, Wesley, Nicolas, Becky, Alexander y yo habíamos formado un grupo de amigos desde los seis años, en ese entonces todos vivíamos en la misma calle y solíamos jugar cada día. La última vez que los había visto a todos juntos fue cuando hice una pequeña fiesta de despedida antes de irme a Manhattan, pero desde entonces sabía poco y nada sobre ellos. La fiesta terminó cuando el sol prácticamente ya se había escondido, había pasado el día volando y apenas estaba un poquito ebria. Lo único aburrido fue cuando ellos comenzaron a decir sus votos y cantaron luego, no pude sentirme más asqueada de ese momento, ella era tan hipócrita. No era estúpida, podía darme cuenta la cantidad de veces que ella volteaba a mirarme en secreto, incluso ella miró mi boca cuando hablamos en la habitación y no dejaba de preguntarme ¿Porque ella estaba tratándome tan mal? Okey, entiendo que haya sido una situación muy incómoda, que probablemente aquel acuerdo que mencionó sea cierto y que sea la mejor amiga de su esposo, pero en ningún momento insinué nada, ni la hice sentir incómoda ni nada por el estilo, lo único que intenté hacer era ignorarla, aunque claro, por momentos la miraba también. Sonreí mientras tomaba la última copa y veía como la madre de Alexander hablaba  sin parar con Lena y ella claramente no la soportaba. No es que quiera decir que esa mujer sea una mala persona, lo único es que no deja de hablar de sí misma  y claro, su peor defecto es que es tremendamente homofóbica. ¿Quizás por eso la ignoraba por completo? Si, no quería aguantar comentarios estúpidos. —Amiga de mi alma —Alex llegó a mi lado riendo— ¿Como pasaste la fiesta? —Maravilloso, estoy ebria —reí con lo último—, veo que tu también —¿Que sentido tendría sino? —levantó ambas cejas—. Estaba buscándote —Vez número mil —bromeé— ¿Para que me buscas ahora? —Lena me recordó algo que olvidé contarte por completo —suspiró—, prometo que quise avisarte con tiempo pero con todo el asunto de la boda y todo esto lo olvidé —¿Está todo bien? —pregunté preocupada —Si, de hecho no es nada malo —acercó su copa para brindar conmigo—. El único problema es que si tienes planes para mañana —¿Planes? —él asintió—. No, de hecho estaba pensando que hacer ¿Porque? —¿Recuerdas cuando me gradué? —asentí— ¿La casa de verano? —Nunca olvidaría esa fiesta, tus padres casi te desheredan —él rio —Esa casa ahora es mía —dijo orgulloso—, planeamos con Lena hacer unas vacaciones por dos semanas —Es un hermoso lugar —Si, de hecho lo pensamos para todos —¿Como para todos? —Si. Quise organizar unas vacaciones de reencuentro para nuestros amigos —arrugué las cejas—, los chicos además de venir por la boda se quedarán ésta noche para viajar mañana por la mañana —¿Todos se quedarán? —pregunté con ilusión —Claro, incluso vendrán las tres amigas de Lena. Serán unas semanas increíbles. Lo dudo hermano, lo dudo. Estar dos semanas metida en una misma casa con Lena y Alex  sin dudas sería una tortura, pero al menos por esos días estaría todo mi grupo de amigos para distraerme ¿Y luego que? Tendría que enfrentarme a la pesadilla de aguantar dos meses conviviendo con ambos, aunque Alex no me molestaba, el problema era ella. No sabía que podría pasar con esa maldita mujer.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD