Anuncio de Boda.

1101 Words
### Capítulo —¿Entonces está usted dispuesta a casarse con este paralítico? —Sí, señor, me casaré con usted cuando disponga. —Bueno, señorita, pongamos las cosas claras. Esto es un matrimonio por conveniencia. Quiero casarme porque no quiero atar mi vida a la mujer que amo. —Señor, estoy dispuesta a pasar el resto de mi vida con usted. —Delante de las personas seremos un matrimonio feliz, pero detrás de escena solo seremos dos personas comunes y corrientes. Dormiremos en cuartos diferentes, no tendremos sexo y, por ende, no tendremos hijos. Entonces, después de escuchar esto, ¿está usted dispuesta a casarse conmigo? —Sí, señor, me casaré con usted. —Algo que no se me puede olvidar: usted deberá continuar siendo mi secretaria. Es bastante eficiente y sabe realizar el trabajo con excelencia. —Sí, señor, no he pensado que porque me case con usted y tenga todos los millones del mundo deba dejar de ser su secretaria. Mi nombre es Laura Alcalá y mi jefe se llama Peter Smith. Nos dedicamos a la importación de petróleo internacional, lo cual ha hecho que Peter sea muy reconocido y rico. Después de terminar el trabajo, mi jefe, o mejor dicho, mi futuro esposo, se paró en su silla eléctrica frente a mí. —Señorita, debemos irnos. Ya el juez nos está esperando —dijo Peter. —¿Cómo dice, señor? ¿Nos casaremos hoy? No estoy preparada —respondí, sorprendida. —Señorita, no haremos una boda. Solo firmaremos un documento y hablaremos con sus padres, diciéndoles que estamos profundamente enamorados. Esto debe quedar entre usted y yo; nadie más puede saber nuestro trato. ¿Quedó claro? —explicó Peter. —Sí, señor, me queda muy claro, aunque preferiría hablar con mis padres primero. No me gustaría casarme sin decirles nada —contesté. —De acuerdo, señorita. Le daré esta noche para que hable con sus padres. Avíseme después de hacerlo. Prepararemos una cena especial. No quiero que su reputación se vea afectada por ayudar a este paralítico —concedió Peter. —Gracias, señor. Me voy a retirar para solucionar esto con mis padres —dije. Salí rápidamente de la oficina, pero antes de llegar a casa decidí pasar por el departamento de mi mejor amiga, Lourdes. —Laura, qué extraño verte aquí a esta hora. ¿Pasa algo? —preguntó Lourdes. —Claro que pasa algo. Me caso con mi jefe paralítico y rico —respondí. —¿Qué? ¿Pero cómo es eso? ¿Te acostaste con él? —exclamó Lourdes. —¡Ay, no! Escuché que él quería buscar a una mujer para casarse y, por supuesto, me postulé para ese trabajo. Hay muchas condiciones, pero con tal de verlo y saber que soy su esposa, me basta —aclaré. —Amiga, ¿no crees que es peligroso para tu corazón? —inquirió Lourdes. —No lo sé, pero lo que sé es que quiero casarme con él. Lo he amado tanto en silencio y esta es mi oportunidad de conquistarlo —afirmé. —¡Ay, amiga! Si es tu decisión, yo te apoyo —dijo Lourdes. —Por cierto, él prepara una cena para que mi reputación no se vea afectada y, como mi mejor amiga que eres, te necesito ahí. No sé dónde será, pero te avisaré. Ahora sí me voy, amiga. Te quiero —me despedí. —Está bien, amiga. Te quiero más. Bye —contestó Lourdes. Salí del departamento de Lourdes y llegué a casa para enfrentar a mis padres. Mi madre, María; mi padre, José; y mi hermana, Luci, estaban esperándome en la mesa para cenar, como siempre hacemos juntos. —Hija, estábamos esperándote para cenar. Toma asiento —dijo María. —Gracias, madre. Hola, papi, hermanita —saludé. —Hola, hija. Toma asiento —invitó José. —Tengo algo que decirles —anuncié. —¿Qué pasa, hermanita? ¿Al fin te vas a casar? Jajaja —bromeó Luci. —Sí, Luci, me voy a casar —confirmé. —¿Cómo que te vas a casar, hija? —preguntó José. —Hija, explícanos, por favor —pidió María. —Me voy a casar con mi jefe —dije. —¿Con tu jefe? ¿Peter, el que está paralítico? —preguntó María. —Así es, madre, y espero que entiendan mi decisión. Realmente he estado enamorada de él desde que entré por primera vez a su oficina. Él quiere preparar una cena para que todo se haga formal mañana —expliqué. —Hija, nos tomas por sorpresa, pero si dices que lo quieres, no podemos oponernos. Además, ya eres grande y puedes decidir por ti misma. Dile que iremos a la cena —dijo José. —Hermanita, te vas a casar con tu jefe rico y en silla de ruedas. Eso sí que es amor de verdad —comentó Luci. —Perdónenme por decírselo así. Es que lo decidimos de repente —dije. Mi familia entendió que me casaría con Peter porque estaba enamorada de él. Después de cenar, corrí a mi habitación y le envié un mensaje de texto a mi jefe. —Señor, ya he hablado con mis padres. Todo está arreglado. —¿Qué le dijeron, señorita? —preguntó Peter. —Tuve que decirles que estaba enamorada de usted desde el primer día que lo vi —respondí. —Ok, señorita. Solo nosotros podemos saber que eso no es así. Mañana cenaremos en mi casa con mi abuela Elizabeth. Enviaré a mi chofer para que pase por ustedes. Por cierto, tiene el día libre. Quiero que se vea muy bien arreglada, nada de vestimenta de oficina, señorita. Gracias. Descanse —indicó Peter. —De acuerdo, señor. Gracias. Descanse también —respondí. No podía creer lo que estaba viviendo de un momento a otro. Mi jefe se casaría conmigo y yo estaría muy feliz de hacerlo. Al día siguiente. Llamé a Lourdes para que me acompañara a comprar ropa adecuada para la noche. Ella pasó por mi hermana y por mí. Estuvimos toda la mañana mirando ropa, pero honestamente, no soy una persona de vestir cosas tan elegantes. —Hermana, esta es la última tienda a la que entramos. Debes llevarte de nosotras. Además, debes sorprender a tu futuro esposo —dijo Luci. —Chicas, quiero sorprender. No quiero que Peter pase una vergüenza por mi vestimenta —dije. —Pues déjate guiar por nosotras entonces. No digas nada, mídete estos vestidos y nosotras elegiremos el que mejor te quede —sugirió Lourdes. Después de vestirme y desvestirme muchas veces, finalmente nos pusimos de acuerdo con la vestimenta.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD