Ups...!!

3108 Words
Pasaron dos semanas.  Mis problemas con Dereck había logrado dejarlos de lado, igual el error estaba presente sobre todo en algunas fechas en específico, las gemelas recibían constantes visitas de Adam quien se había convertido mi niñero favorito les llevaba a la guardería y las traía en las tardes, las dos llegaban completamente agotadas.  Los adolescentes nuevos le ignoraban y los adultos tenían bastantes conversaciones pero de negocios, Patrick parecía estar completamente convencido de aprovechar las tácticas que su padre poseía como administrados y creador, Adrian estaba más inclinado a perdonarle y unirse con su padre de cualquier manera, Drake era nuestro problema en conjunto aunque logramos solucionarlo; los convencimos a Drake y su esposa de tomar sus primeros cursos universitarios en Seinvillage estaba a unas cuatro horas de acá y a ella en Westerbolwt al final tararían dos días para estar cerca, podían seguir casados, pero lejos y...> la distancia y los cambios universitarios podían permanecer juntos pero fuera de mi casa.  Lo más importante Jane y Luthor, seguíamos en una especie de guerra interna y personal, era innegable que teníamos algo pero no quería volver a salir lastimada, eran demasiadas las heridas que nos habíamos hecho nos fuimos infieles, nos dejamos, perdimos un bebé en medio de una de nuestras peleas y esta prueba que él no podía explicar que teníamos tanto que resolver que estar juntos tenía tantos significados, era tan confuso. Quería que mis hijas tuvieran más de lo que yo, pero no estaba segura de ser la pareja perfecta de Adam, le amo y deseo que tenga una vida maravillosa, quiero lo mismo para mis ocho hijos y para mí.  Finalmente decidí todos los chicos estaban ya en la casa vacacional, habíamos acordado que se irían primero y que sería un viaje de reencuentro familiar; la oportunidad de Luthor para explicarse nuestra oportunidad para saber si merecía estar en nuestras vidas; incluso he insistido en que merecía el perdón de sus hijos porque ellos habían recibido todo el amor que ese hombre aguarda en distintas maneras, pero la verdad son bastante obstinados y hasta cierto punto les encanta tenerle a prueba... en fin, todo estaban en la playa excepto Luthor, las pequeñas y yo, había unos documentos y unos tratos que quería cerrar personalmente, además era cambio de menú en los restaurantes y tenía que dejar todo listo para la temporada de invierno. Las niñas y yo nos subimos al avión privado en compañía de Adam, los cuatro estábamos en silencio hasta que Ada sufrió de miedo y su papá la cargó, le vi sostenerle la mano durante casi todo el vuelo, solo cuando quiso ir al baño le soltó, me acerqué y le di un beso gigante a mi pequeña, observé a su hermana la cual estaba dormida profundamente y me reí al ver lo opuestas que podían llegar a ser.  Al cabo de unas horas llegamos al aeropuerto y fuimos en dirección a nuestro auto, mientras íbamos de camino Serena bajó la ventana para poder curiosear.  —Oh... yo quiero vestidos y trajes de baño y más vestidos ¿Tú Ada?  —Estoy durmiendo Serena.  —Despierta, mira. —La pequeña abrió sus ojos y las dos se dedicaron a observar curiosas y completamente fascinadas el brillo del sol lugar y a la gente además de disfrutar del calor.  —Oye, ¡Adam! ¡Mamá!—dijo Ada con una enorme sonrisa para llamar nuestra atención. — ¿Podemos ir a comprar? —Sí —dije y las dos sonrieron enorme. —Pero después de bañarnos y vernos guapas.  —Bueno —dijeron al unísono. Al llegar a la casa un par de horas después escuché mucho silencio; si algo había aprendido con los Luthor era que no era silenciosos, no eran cautelosos y todo siempre se les venía abajo causaban algo más que un caos, era lo peor, la escena más ridícula de planeta.  —¡Pequeñines! —No te pega lo de madre cariñosa —Dijo Adam y le golpeé el hombro.  —Algo malo hicieron. Te dije, es mejor que viajemos todos juntos, pero no eres el tipo esposo escuchador.  Entramos a una de las habitaciones, la cual parecía la sala de juegos por el enorme televiso, la mesa de billar y ellos con sus amigas desnudos en el suelo, bien, les daré créditos, semidesnudos.  —¡BUEN DÍA! —Gritaron mis hijas y comenzaron aplaudir.  Patrick fue el primero en abrir los ojos, se puso en pie y buscó algo, se lo tiró a Daniela y luego la cargó.  —¡Quiero que todos abran los ojos, se vistan y nos encuentren abajo! Adam tomó las manos de las niñas y me hizo una seña, les contó toda una historia extrañísima sobre princesas y castillos lo importante era que ellas parecían entretenidas y también le creían.  —¿Listas? —¡Sí! —Mamá ¿puedes abrirlo? —preguntó y rodé los ojos.  Al abrir las puertas de la habitación miré un enorme área de juegos en un tono rosa princesa con orillas rojas, tenían prácticamente una casa de plástico dentro de la habitación; un fiel indicatorio de que no dormirían, había cocinitas, camas para muñecos, muchos bebés-muñecos y vestidos, los chicos sonrieron al ver a sus hermanas tan sorprendidas y ansiosas a los largo de la habitación.  —¿Les gusta? —preguntó Zack.  —¡Es genial! —Dijeron y fueron hacia los juguetes.  Miré a Adam quien también estaba emocionado y le agradecí.  —No has visto sus habitaciones, son preciosas.  —Sorpréndeme.  Me tomó de la mano y me llevó hacia una puerta dentro del maravillosos y femenino cuarto de juegos la habitación estaba decorada con paredes amarillas y celestes, los colores favoritos de mis hijas, cortinas blancas y rosadas, no sé cómo hizo para que todo combinara pero se veía precioso.  —¿Me he ganado un beso?  —No, tengo que ir a regañar a los chicos y no me escuchaste cuando dije no NOVIAS, me caen mal la mitad más uno del tiempo.  Bajé y todos estaban cocinando o intentando evadir la disputa.  —¿Qué fue primero el alcohol o la fiesta de intercambio? —Todos se quedaron en silencio. —Sí ustedes eran la especie de clientes y ellas...  —¡Jane! —Y tú Verónica, eres la que más me decepciona, siempre eres mi favorita ¿Puedes permanecer así?  —Jane, yo...  —¿En dónde está Kyle? —Todos se miraron entre sí, rodé los ojos y subí rápidamente, le encontré bastante acompañado, él sí que tenía un problema. —¡Adam!  Fui a mi habitación y me metí en el armario, busqué qué ponerme y fui por mis hijas e hice lo mismo con ellas. ¡Iríamos de compras!  Y dejaríamos a Adam histérico, tal vez después de esto no necesitaría el divorcio solo un ataúd.  Las chicas y yo nos divertimos comprando, al parecer necesitábamos demasiadas cosas y entre ellas lencería, me sentí mal al meter a mis hijas ahí, pero si Adam quería guerra la tendría. Pasamos al supermercado y me ofrecieron camarones gigantes los cuales compré, también llevé pescado, pollo y más mariscos deliciosos.  Narrador. Al entrar a casa se escuchaban los gritos de Adam por toda la casa y también la de sus hijos, las chicas estaban en un sofá algo avergonzadas, sabían que él no las echaría pero si sería duro con sus palabras, Addi se acercó a Jane y le ayudó con las bolsas de la comida.  Se pusieron a pelar camarones y Verónica se les unió un poco después, las pequeñas de la casa estaban solo jugando aunque insistían en que aquello era ayudar, Jane les pidió que distrajeran a su papá porque ya se estaba poniendo repetitivito y no le quería escuchar más.  —Algo en lo que pueda ayudar —Preguntó Daniela, la novia de Patrick a la cual Jane solía rechazar en muchos sentidos. —¿Jane?  La mujer se dio media vuelta y le entregó un grande y filoso cuchillo. —Daniela... hay cebolla y ajo por allá, pero necesito más la cebolla, puedes picar una en rodajas y otra en julianas.  Cuando los chicos bajaron Adrian y Patrick se burlaron de la novia del segundo picando la cebolla, entre Jane y Patrick se burlaron de Daniela quien en su vida no había siquiera tocado una cebolla y dudaban que supiera qué eran julianas, su padre es un crítico culinario y su madre una catadora de cervezas siempre ha comido rico pero no sabe cocinar.  —¿De qué te ríes? —preguntó Daniela a Patrick.  —De lo que sea que estés haciendo, —Le mordió la mejilla. — mi hermanita lo hace mejor.  —Tranquila, aprenderás. —Respondió Ada.  —Mmm, no creo... hay gente que no aprende jamás —Atacó Serena.  La mujer se volteó y les dio una mala mirada a ambas niñas las cuales tampoco le querían mucho, casi ninguno de los hermanos Luthor le quería pero ellos se encargaban todo el tiempo de disimularlo; era una regla entre los hermanos, lo decían una vez y no se metían más hasta que terminaran cuando se burlaban de su hermano y la estupidez que plagaba en su cuerpo por haberse fijado en la chica. Drake miró el disgusto en la mirada de la joven y decidió ayudar a su hermano.  —Fenomenal, ustedes dos conmigo. —dijo Drake cuando vio la agotada mirada de su cuñada.  —Sabes Patrick, me gustas. Odio a tu madrastra y lo grosera que...  —¡Tú le engañaste en mi cara! —Interrumpió Jane a la joven.  —¡Y le pedí perdón!  —¡Bien! Él te perdonó, yo no.  La chica tiró el cuchillo en dirección a Jane y quedó pegado en la gaveta.  —Me odia porque no quiero ser nada, me he esforzado Jane, soy una excelente hija, estudié durante años con buenas calificaciones y finalmente no deseo ser una profesional porque tengo una buena posición económica...  —Sí, es demasiado mediocre de tu parte...  —Jane, no lo necesito. No necesito trabajar y lo sabes.  —Entonces no le dirás nunca no a tus padres, un día acabarás con alguien a quien no amas en tu casa e infeliz porque no sentirás nada propio.  Jane se quedó en silencio observándole; ella era el vivo recuerdo de su hermana, siempre haciendo lo que la sociedad creía correcto sin importar lo que ella sintiese que era importante, una prioridad, lo único que siguió fue su carrera y la abandonó por el sueño de dos niños, justo ahora tengo a una hermosa chica alta delgada, piel morena, ojos verdes, inteligente en exceso, pero con un futuro planeado para ser así y lo sabe. Todos sus amores hasta ahora son pasajeros porque en algún punto le casarán con el mejor postor sin importar sus sentimientos a cambio de un fideicomiso y una pésima relación.  —Sabes, no intentaré agradarte.  —No juegues a eso... no me das lástima.  —Y tú a mí tampoco. —Dijo y se dio media vuelta para salir.  Adrian le dijo a su hermano que lo mejor era que saliera a acompañarle, ellos hablarían con Drake.  La joven salió y Patrick le siguió afuera, le abrazó mientras caminaban en la salida tarde noche, tomaron asiento en la playa y ella le regaló una sonrisa enorme antes de pedir disculpas. Los jóvenes no habían estado bien, pero se gustaban y aquello era lo importante.  —Bien, gastaré en ti y te invitaré a cenar.  —¿Hamburquesa?  —j***r, estamos en la playa.  —Yumi. —Dijo y se subió en la espalda de su novio.  Los Luthor pospusieron su cena hasta que Patrick regresase, Jane había planeado preparar camarones en salsa de tequila y limón, el favorito del muchacho.  El joven entró y su madrastra terminó la salsa, le dio su plato y fue a buscar a la chica con la cual había estado discutiendo, ella estaba en el muelle fumando tranquilamente cuando Jane le acercó un plato lleno de camarones.  —Tiene chile. —Dijo y ella asintió.  —Ya comí.  —Daniela, no quiero que le hagas daño, adoro a todos esos niños, pero Patrick... ese niño es más que mis ojos, lo adoro. —confesó. —Ha pasado por mucho así que deberás portarte como un ángel y yo seré mejor.  —Bien, le faltó crema.  —Está toda en el plato de tu novio.  —La próxima veré como lo haces es su plato favorito.  Pocos sabían que era exageradamente su favorito, él comería eso todos los días del mundo sin quejarse de algo, entonces Jane se dio cuenta de que realmente ella se esforzaba por él y le quería tanto como ella e incluso más.  Ambas ingresaron a la casa y fueron directo al sofá, ya todos estaban viendo una película, las niñas le estaban guardando espacio a su lado mientras Adam preparaba las palomitas de sabores, las quemó un poco pero eran comestibles.  —Zola, ¿Qué pasa en unos días?—preguntó Serena a la novia de Karl, interrumpiendo así la mitad de la película.  —Cumples años y tu hermana también.  —¡¡¡Sí!!! —Todos comenzaron a reír.  —Yo quiero un cachorro. —Anunció Ada.  —¡Sí, que te van a regalar en mi fiesta!  —¿Me invitas, Serena?  —Sí, claro. Somos amigas. —Adam rió al escuchar a sus hijas y sus planes, también al ver el cabello peinado de Adrián quién tenía colochos en una mitad y la otra estaba plagada de trencitas muy pequeñas.  Jane las cargó y las llevó a tomar un baño, las tres conversaron en la bañera y luego las pequeñas fueron depositadas en sus camas con sus rosadas pijamas. — ¿Puedo pasar? —preguntó Adam.  —Sí.  —¿Les leo un cuento?  —¡Sí! Adam se quedó con las niñas mientras Jane se preparaba para dormir, le esperó unos minutos pero el sueño le ganó, cuando el mayor de los Luthor se quedó a solas con sus hijas les escuchó discutir por aproximadamente cinco minutos mientras preparaban sus camas, él intentó ayudarles pero se negaron. —Ada, ¿por qué tienes el rostro arrugado?—preguntó Adam y le acarició la cabeza. La pequeña miró a su hermana y cerró los ojos aún preocupada.  —Le gusta dormir conmigo, pero en la mañana mamá nos regaña. —explicó Serena quien ante los ojos de su padre quedó como la voz de sus pequeñas hijas gemelas.  —Bien, yo las dejaré pasarse y temprano cambiaré a la que no esté en su cama, mamá no se dará cuenta si ustedes no le dicen.  Ambas pequeñas aplaudieron y Ada extendió sus brazos para que su papá le pasara de cama. Adam le dio un beso en la frente a ella y uno en la mejilla a su hermana, antes de iniciar con la lectura del cuento, las niñas rieron al escucharle hacer los sonidos de la granja y al mirar los gestos de su padre. —Bien, dulces sueños, preciosas.  —¿Hay más?  —Sí, pero es un cuento por noche. —dijo Adam y Serena se pasó sobre la cama.  —Nooo, porque aquí hay dos niñas diferentes, no nos puedes dejar con la intriga hasta mañana.  —Creo que sí.  —Dámelo, sabemos algunas letras y lo resolveremos.  —Serena, es hora de dormir.  —No, ¿qué pasa con mamá gallina?  —Cariño, lo sabrás mañana. —Patrick ingresó a la habitación y escuchó a su padre y hermanas discutir, mientras Ada se limpiaba las lágrimas.  —¡Patrick, ven a decirme lo que pasa con mamá gallina inmediatamente! —Es hora de dormir pollito. —Dijo y le cargó hacia la cama vacía.  —Es muy triste, mi hermana está llorando solo tienes que pasar las páginas ¡y leer si muere!  —Sí,  ¿qué leerás mañana? —No sé, contaré estrellas. —Cierra los ojos Serena, ¡Es hora de dormir! —Dijo en un tono autoritario Patrick y su hermana se cruzó de brazos antes de cerrar los ojos enojada. El joven se acostó en la cama con Ada y le acarició la espalda hasta que se quedó dormida, Serena se quejó durante veinticinco minutos y Adi lloró la muerte de la mamá gallina incluso dormida. Patrick y Adam salieron de la habitación en cuanto se convencieron de que estaban dormidas, el mayor le agradeció a su hijo y fue a la habitación de los demás, Karl tenía la puerta con seguro lo que indicaba que Zola podía estar ahí, Kyle estaba enviando mensajes de texto con su teléfono probablemente a Veronica y eso que no eran novios, Drake estaba con Addison mirando una película y no quiso abrir la puerta de la habitación de Adrian por los ruidos que se escuchaban desde afuera.  Luthor bajó por un vaso con agua y se encontró a Daniela dormida en el sofá, y Patrick buscando las sobras de la cena, su padre sacó de horno una pequeña porción que había escondido para comer justo en este momento cuando todos estaban en silencio y dormidos, pero Patrick aprecia quererlo más que él, pero sabía que a su hijo le encantaba y el joven había sido de gran ayuda para él.  —Toma. —El joven sonrió y negó con la cabeza.  —Tranquilo.  —Hijo.  —¿Qué?  —¿No me volverás a mirar a los ojos?  —No, eres la persona a la que he idolatrado mi vida entera. —Respondió.  Adam entendía eso, entendía que para sus hijos más pequeños el que estuviese bien bastaba, entendía que para sus hijos mayores aquello era lo lógico, normal y admisible. Finalmente, para su esposa una pesadilla y sus hijas pequeñas, para ellas él era solo un extraño. Todos en aquella casa eran indiferentes a sus gestos, no se sentía de vuelta, no se sentía en casa, no sabía nada y lo peor era que no se sentía amado.  —¿Adam? —preguntó Jane y se le acercó.  —Solo, me siento... siento que me ahogo. —El hombre arrugó el gesto y cayó sobre el piso.  —Adrian, Patrick, ayuda, alguien que llame a emergencias.  Hay una actividad en mis historias de i********: con respecto a la historia, me piden la plantilla, la resuelven, comparten y me etiquetan. No lo olviden, lo hice pensando en ustedes. @mainvillage.historias para que puedan encontrarme, en la noche, dos capítulos más. 
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