Aaron dijo que tenía una sorpresa para su esposa y que estaba más allá de su imaginación. Estaba empeñado en borrar de su mente cualquier cosa que le recordara a Jeremy.
—Pensé que eran solo ventanas —dijo Carolyn con asombro, al darse cuenta de que la habitación era mucho más grande de lo que pensaba y las cosas no eran lo que parecían.
—Eso es lo que quería que pensaran para que funcionara —dijo Aaron en voz baja y llamó a las cuatro personas vestidas con un traje, un poco lejos de la vela-li: cena.
Luces rojas brillaron sobre la mesa llena de platos con velas decoradas colocadas en lugares estratégicos tan pronto como las cuatro personas, dos mujeres, y dos hombres comenzaron a tocar el violín. El efecto fue asombroso, Carolyn miró soñadoramente hasta que escuchó la familiar voz pro
