Alexander
Escupí en el suelo cuando sentí el sabor a sangre dentro de mi boca. Soy la mirada y Fernando estaba completamente irritado, las venas en su frente se marcaban a la perfección, a su lado ella lo sostenía.
En estos momentos no estoy pensando con claridad quizá porque ella esté ahí sosteniéndolo.
No sé si lo hace para que no me golpee más o porque no quiere que sea yo quien lo golpee a él.
—No vuelvas a referirte de esa manera a ella, tú eres mi amigo Alexander, pero ella es una dama.
—¿Acaso mentí? Teníamos un compromiso, creí que iba a hacer algo importante, pero lo que quería era calmar las ganas.
De nuevo Fernando dio un paso adelante intentando venir sobre mí.
—No más señor Rossi, no le voy a permitir que me falte el respeto de esta manera. Lo que haga con mi vid
