Anthony no comprendía aun del todo cómo Dani estaba sola en el supermercado. Tal vez por ser un pueblo pequeño fue a encontrar el automóvil tal como lo había dejado se subió y regresó a casa. Anthony tomó las cosas que había comprado y se fue a la cocina. Ed apareció sentado a un lado de la isla de mármol (una decoración como mesa al centro de la cocina). —Es increíble Ed, me encontré a Dani, pero estaba sola, sin ese supuesto novio acompañándola. —No todos los hombres piensan igual, en especial cuando saben que una mujer les pertenece. Anthony se volvió a él un tanto sorprendido. —¿Qué has dicho Ed? Ed lo veía fijamente. —Es verdad, Anthony Luksic. Cuando un hombre está enamorado quiere estar las veinticuatro horas con su musa, pero cuando sabe que esa mujer le pertenece, el interé

