Dulce Deseo

Capítulo 5 : Maldito Español

¿Quien es este hombre o cómo se llama ?, no lo sé .

Pero todo el me hace sentirme atraída, pero sobre sus todo sus hermosos ojos.

Su mirada tan profunda son como un imán que hacen que me sienta atraída por él cada vez que los veo fijamente.

El elevador abre sus puertas. Subimos y en el no se encuentra más nadie que nosotros.

Cierra sus puertas y el presiona el botón al piso treinta.

Empieza a subir, su mano no abandona mi cintura y me deshago de su agarre colocándome al otro extremo del elevador.

Agacha la mirada sonriendo, se acerca, coloca su mano sobre mi cuello haciendome mirarlo fijamente quedanso cautivada por sus ojos.

Muerde la comisura de sus labios y se acerca besándome de manera intensa mientras su mano se cuela debajo de mi vestido y recorre mis piernas.

— Tengo curiosidad de conocer el rostro que se esconde detrás de este Antifaz —Susurra lentamente —. Necesito verlo.

—Lo siento, pero temo que te quedarás con la curiosidad.

Paseo mi dedo indice por todo sus labios y sonríe.

El elevador se detiene y abre sus puertas. Se separa de mi y toma mi mano saliendo del elevador conmigo.

Caminamos por el pasillo hasta el final y detenerse frente a una gran puerta que dice “Pent House”.

Saca de su bolsillo una tarjeta negra, la pasa sobre la rajadura de la puerta y la abre dejándome entrar.

Entramos, veo su intención de prender las luces y lo detengo.

—La poca luz que tiene la habitación es suficiente.

Musito y asiente.

Camina hasta el ventanal de la habitación,se despoja de su saco y lo coloca sobre un sofá a su lado.

Me quito mis zapatos, dejo mi bolso en el sofá y me acercó a él y miro la vista de la ciudad.

—¿No te parece que es magnífica la vista desde esta altura?

—Me parece bastante impresionante.

Coloca sus manos sobre el cristal del ventanal encerrándome entre sus brazos.

Me giro quedando ambos mirándonos fijamente

—¿No crees que es una locura venir conmigo aquí? —Musita mirando mis labios —. No, nos conocemos ni un poco.

—Entonces empecemos a conocenos.

Beso sus labios, coloxo mis manos sobre su camisa y empiezo a desabotonar su camisa de manera desesperada.

Empotra su cuerpo contra el mio contra el ventanal mientras sus manos buscan desesperadamente el cierre del vestido.

Lo encuentro y lo empieza a desabotonar, saca mis hombros de él y cae al piso dejándome sólo en bragas y con los pechos descubiertos.

Me deshago de sy camisa, mis manos bajan haciendo lo mismo con su pantalón y su bóxer.

Me sujeta por la cintura alzandome. Enrollo mis piernas sobre su cintura mientras me sujeto de su cuello y sus manos acarician mis senos.

Sus manos tocan el borde de mis bragas y jala de ellas rompiendolas casi en dos.

Camina hasta acercarse al borde de la cama y sentarse en ella. Toco su m*****o efecto y lo masajeo de arriba abajo estimulandolo haciendo que jade de placer.

—El puto preservativo —Susurra —. Esta en mis pantalones.

Me bajó de él, acostandome en la cama, se levanta y va hasta sus pantalones sacando de su bolsillo lo ya mencionado.

Veo con la poca luz en la habitación como rompe el empaque y se los coloca.

Me acuesto boca arriba y sonrio mirando la gran vista que me ofrece.

Su cuerpo es magnífico. Sus grandes brazos, sus pectorales, cada parte de el esta definido y casi completamente tatuado, incluso sus muslos y parte de sus piernas.

Se acerca quedando frente a la cama, abre mis piernas con brusquedad y se cuela entre ellas.

Con una de sus manos me sujeta por el cuello ejerciendo poca presión y entra en mi de manera lenta mientras me mira fijamente a los ojos.

Con la otra mano trata de remover mi Antifaz y lo detengo.

—Si lo haces, terminamos y me marchó.

Musito y sus facciones se endurecen.

Empieza a embestirme de manera ruda haciendo que la habitación se llene de mis gemidos.

Su agarre lo intensifica sobre mi cuello al mismo tiempo que entra y sale de mi.

Observo como los músculos de sus brazos se contraen marcando las venas de sus brazos.

— Te quiero tumbada boca abajo y con las nalgas levantadas —Espeta de manera dura con ese acento español de él .

Escucharlo hablar así hace que me ponga más cachonda.

Y eso que una petición fue una orden. Me coloco tal y como me pide , se posiciona detrás mío y me penetra nuevamente mientras su mano sujeta mi hombro controlado la situación .

Empieza a penetrante de manera lenta y luego empieza aumentar sus embestidas. Siento como su mano azota fuertemente mi glúteo derecho haciendome gemir de dolor y a la vez de placer.

Suelta mi cabello, lo enrrola en su mano y jala de él a medida que entra y sale de mi.

Empiezo a gemir de manera fuerte dejándome llevar por el placer del momento.

Siento mis piernas temblar, mientras que en mi vientre empieza a contraerse. Sin poder soportarlo más doy un ultimo gemidos dejándome llevar por el orgasmo.

Parece darse cuenta aumenta sus embestidas y da un ultimo jadeo también llegando al clímax.

Suelta mi pelo de su agarre, besa mi espalda y se deja caer a mi lado con la respiración agitada.

Me levanto de la cama, camino a la pequeña puerta a un lado de la cama encontrando lo que buscaba, el baño.

Enciendo la luz y camino hasta el lavamanos, me miró en el espejo y quedó helada.

—Qué carajos. —Musito asombrada.

Mi cuello tiene moretones gracias a su agarre de hace un momento.

Abro el grifo y lavo mis manos.

Siento como jalan el nudo que amarra del Antifaz detrás de mi cabeza, dejándolo caer mientras jalas de mi brazo haciendome girar dejando mi rostro descubierto frente a él.

—¿Por qué diablos hicistes eso? —Espetó furiosa.

—Vale, lo siento pero nececitaba conocer aquel rostro de la mujer que me traéis loco.

Tomo mi Antifaz del suelo, lo miro fijamente y golpeó su mejilla de una cahetada.

—Vete al diablo, maldito español.

Salgo rápidamente del cuarto de balo, busco mi vestido y me lo coloco rápidamente, busco mis tacones en el suelo de la habitación, lo tomo junto a mi bolso y salgo de la habitación corriendo a toda prisa por el corredor.

Presionó el botón del elevador, abre sus puertas rápidamente y subo a el presionando el botón de la planta baja.

Me coloco mis zapatos, peinó mi cabello lo mejor posible y me coloco mi Antifaz.

Al llegar al lobby, salgo rápidamente de él edificio y me acerco al valet parking que se llevo mi auto.

Le entrego la tarjeta que me dio y se marcha enseguida en busca de él.

Saco mi móvil, le marcó a Feray pero me manda directo a buzón.

Le dejo un mensaje de voz pidiéndole disculpas por marcharme y me excuso con el pretexto que tuve una emergencia.

¿Qué diablos hice?

Tuve sexo con un desconocido sin saber si trabaja o no en la empresa.

No sé en que diablos estaba el pensando esta noche...