Capítulo 4 : Antifaz, Un Trago Y Algo Más

1446 Words
—Estás bellísima. Son mis palabras al ver a Feray peinada y completamente arreglada lista para deslumbrar y robarse todas las miradas esta noche. Hugo sale de mi habitación con dos bolsos de noche, me entrega uno y el otro a Feray. —Serán la sensación de esta noche —Aplaude efusivo —. Están divinas. —Nuestra mejor creación hace mucho tiempo —Frank deja un beso en nuestras mejillas —. Disfruten su noche chicas. Ambos se despiden saliendo de mi departamento. Notó como Feray acaricia sus dedos una y otra vez. —Luces bellísima, no dejes que tú inseguridad lo dañe. — ¿No crees que esto es demasiado? —Musita mirando al piso —. Siento que es demasiado. —No lo es,eres joven ,muy guapa y ya es hora de que todos lo vean. Se sonroja por mis palabras y se mira en el espejo. No miento en nada, Feray es una chica muy guapa y ya es hora de que todos empiecen a verla. Observo el reloj y ya son pasada las ocho. Fueron muchas horas pero valieron la pena. —Debemos irnos, no podemos llegar tarde. Musito y ella asiente. Salimos del departamento, al bajar y subir el auto ella me da la dirección y conduzco hasta ella. Al llegar me doy cuenta que se trata de un hotel, uno de los más lujoso de la ciudad. El valet parking nos ayuda a bajar y toma mi auto llevandoselo. En la entrada damos nuestros nombres y enseñamos nuestros carnet de trabajo. Nos dejan pasar y caminamos hasta entrar a la sala de eventos. Sonrió al ver cada detalle de la celebración. Todo es blanco y n***o con adornos decorativos de Antifaz. Ambas nos colocamos nuestros Antifaz y entramos. Nos detenemos a mitad del salón y muchas miradas que caen en nosotras. Se puede escuchar los murmullos entre ellos mientras nos miran con curiosidad. Observo a Feray y puedo notar que los nervios la están atacando nuevamente. Tomo su mano y camino con ella a la barra donde se encuentran sirviendo los tragos. —Dos shot de tequila por favor —Le sonrió al bartender. —¿Qué? —Me mira incrédula —. Nunca he tomado alcohol. —Pues esta noche lo harás, necesitas esto para calmar esos nervios. Le entrego el shot, le enseñó el mio y me lo llevo a la boca bebiendolo de un solo tiro. Hace lo mismo solo que esta arruga sus facciones haciendo una cara graciosa. Le pido otro shot de tequila al bartender y esta vez para ella una Margarita, algo más suave. Al cabo de un rato en la barra, sus nervios han desaparecido y se muestra mas relajada. Todas las miradas siguen en nosotros y sonrió al saber que somos la atracción de esta noche. Un grupo de chicas se acercan llamando a Feray, se disculpa, se levanta y se marcha con ellos a una mesa. Empiezo a mirar por todo el salón buscando eso que me inquieta. Me detengo al ver a un hombre mirarme fijamente, al hacer lo mismo siento como mi cuerpo se eriza. Me llama la atención el notar que los hombres a su lado llevan trajes y Antifaz. Este hombre solo lleva un traje de tres piezas perfectamente ajustado a su cuerpo. Su rostro se encuentra completamente expuesto como si no le importara la temática de esta fiesta. Saboreo la comisura de mis labios al ver sus voluptuosos y fuertes brazo fundido en aquel traje. La camisa blanca que trae, lleva los dos primero botones sueltos dejando a la vista parte de su torso tatuado. «Necesito ver todo su torso» Levanto la mirada enckntrandimeuns sonrisa descarada de parte de él. Es obvio que se ha dado cuenta que me lo he comido con la mirada. Muerde sus labios, pasea su lengua por el borde de ellos de manera sensual y levanta su copa en mi dirección. Repito su gesto, me tomo de un tiro mi tequila y regresó mi mirada hacia el bartender frente a mi. Le pido otro shot al bartender. —Dame un trago del mejor whisky que tengas. Escucho una voz gruesa con acento español detrás mío, muy pero muy cerca mío. Me giro y siento mi piel erizarse nuevamente. Aquel hombre esta a milímetros de mi, tanto que su respiración chocar con la mía. Miró sus labios, su barba, cada facción de su rostro hasta caer en sus ojos y es hay cuando quedó helada. Sus ojos, son tan celestes como el cielo en una tarde de verano, como el mar en sus aguas más puras. Solo una vez había visto unos ojos como estos y eso fue en mis sueños. ¿Por qué? —¿Ahora si pudo terminar de examinarme minuciosamente y deleitarse? Su voz, su acento. Hacen que me sienta completamente extasiada por él. —Ahora si pude, pero creo que ha invadido bastante algo que se llama espacio personal. Coloco mi mano sobre su pecho tocando esa parte de su cuerpo descubierta pa cuál esya adornada por unos tatuajes. Delineó con uno de mis dedos cada tatuaje logrando que sonría, lo miro fijamente mordiendo las comisuras de mis labios y lo empujó haciendo que retroceda. —Me gusta estar sola así que le agradecería respete mi espacio a solas. —La soledad es fría —Introduce las manos en sus bolsillos —. En cambio la compañía de una persona puede ser tan caliente como el infierno y tan placentera como el cielo. —Un poco de soledad nos cae bien de vez en cuando. Observo nuevamente sus ojos y hacen que mi piel se erize y mi cuerpo tiemble de solo recordar ese maldito sueño. —¿Te molesta mi presencia? —Espeta Serio —Luces desconcertada. —No tengo problemas con tu presencia. Sólo que por mi mente en estos momentos están pasando muchos pensamientos pecaminosos. Alza sus cejas en un gesto sorprendido y sonrió. El bartender le entrega su trago, toma un sorbo y lo coloca sobre el mostrador. —¿Otro shot, señorita? —Me pregunta el chico. —Mejor me pasas la botella cariño. El chico sonríe y asiente colocando la botella sobre el mostrador coloca dos recipientes. Uno con limones cortados a la mitad y en otro sal. —Esos pensamientos pecaminosos son productos a todo el alcohol y que has bebido? —Si crees que necesito estar ebria para srr directa te equivocas —Paseo mi dedo anular sobre sus labios —. Me gusta ser bastante directa en todo. Retiro mi dedo y lo lleva a mi boca chupandolo lentamente. —Eso es una indirecta muy directa, ¿No creés? —Musita mientras toma de su trago. —Si el receptor la ha captado de manera directa me doy por bien entendida —Me encojo de hombros —. Pero si quieres te lo digo tal y como lo pienso. —La segunda opción me agrada más —Sonríe ladinamente —. Me gustaría escucharlos de esos hermosos labios, chica misteriosa. Le hago un jesto con mi dedo para que se acerque, lo hace y acercó mi boca a su oído. —Me imagino esos enormes brazos tuyos enredados en mi cintura o mi cuello mientras me empotras contra ls pared y me follas de mandas salvaje. Me alejo sirviendo sonriendo y sirviéndome un shot. Saborea sus labios y sus mejillas se ponen rosadas de manera que deja ver que se ha sonrojado por mis palabras. —Las mujeres tan directas como tú son difíciles de encontrar —Coloca su mano derecha en mi cintura y hace presión de una manera firme pero sin lastimar —. Pero sobre todo son mi maldita debilidad. — Me gusta ser directa —Le susurró lentamente —. Nos ahorramos palabreos innecesarios. Sonríe negando. Está noche tenía pensado divertirme con nadie y menos de esta fiesta, oero vay aque un antojo como este no se le niega a nadie. No creo que sea alguien de la empresa, puede tratarse de un invitado. Me mira fijamente, muerdo mis labios y niega. —¿Te parece si vamos a un lugar dónde estemos a solas y más cómodos? Baja su mano lentamente por mi cintura hasta llegar a mis piernas. No hace falta ser muy inteligente para saber lo que me propone. —Me parece muy bien. Sonríe me tiende su mano para ayudarme a levantarme de mi puesto. Al caminar enreda su mano sobre mi cintura ganandonos las miradas de todo aquel que le pasamos en frente. Espero que Feray me perdone por haberme ido de tal manera que sin darle una explicación...
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