Ahora, abrazando a su hermana en el umbral de esta nueva etapa de sus vidas, sintió cómo la gratitud hacia Salomón se mezclaba con una determinación feroz de demostrar que merecía esta oportunidad extraordinaria. Era el comienzo de la vida que siempre había merecido, después de tantas lágrimas y lucha por vivir, estaba listo para conquistarla completamente. Minutos más tarde… Nina y Emir salieron de la habitación caminando por el pasillo de mármol pulido hacia el gran vestíbulo principal, donde Salomón los esperaba junto a las escaleras majestuosas de la mansión. El magnate estaba de pie con su postura irradiando esa autoridad natural que comandaba respeto inmediato sin necesidad de palabras. Sus ojos verdes se dirigieron inmediatamente hacia Emir, estudiando la transformación del muchac

