―Oh, gracias. —Finalmente —continuó la doctora, sacando una hoja impresa en papel de alta calidad, el logo del hospital reluciendo en la esquina superior—, aquí tiene una dieta específicamente diseñada para elevar sus defensas y mejorar sus niveles de hierro. He incluido opciones accesibles y nutritivas, con especial énfasis en alimentos ricos en hierro como lentejas, espinacas y carnes rojas magras. Mientras iba explicando cada medicamento y su función, la doctora los acomodaba cuidadosamente en la elegante bolsa blanca del hospital. Sus manos, con movimientos precisos que hablaban de años de experiencia, organizaban todo con una atención al detalle que Nina nunca había experimentado. Ella observaba el proceso con una mezcla de asombro y confusión reflejándose en sus ojos marrones, que

