Nina miraba a Emir dedicándole una sonrisa cálida, aunque sus ojos reflejaban una preocupación que intentaba ocultar. La tensión de estar atrapada entre Soraya y Salomón pesaba sobre sus hombros, pero se esforzaba por ofrecer a su hermano al menos este día especial sin sombras. Luego, el sonido agudo de una notificación interrumpió sus pensamientos. Al tomar su teléfono, su corazón dio un vuelco de alegría al ver el nombre de "Señor Ahmed ❤️" en la pantalla. Sin embargo, la sonrisa se desvaneció de su rostro al leer el mensaje: "Hoy no iré, no me esperes. No creo que me veas más" La decepción se instaló como un peso frío en su pecho. Sus dedos, ligeramente temblorosos, teclearon rápidamente una respuesta: "¿Ni para el cumpleaños de Emir?" La espera por la respuesta pareció eterna, aun

