Esa noche el sueño de Laura fue agitado. Marco tuvo que despertarla de una pesadilla. - Laura, despierta, ¿todo está bien? Ella se acurrucó en la cama, el sollozo del llanto la dejo en agonía. - Me voy a acercar, no la voy a maltratar, eso lo sabes, ¿no? - Lo se. - ¿Qué sucedió? Las pesadillas no la habían puesto tan agitada en mucho tiempo. - Tengo miedo con la consulta. Creo que los recuerdos me están dando miedo de ser examinada. Soportar que la doctora me toque parece demasiado. - Estaré contigo Ella se aferró a él. - ¿De verdad necesito ir? - Necesitas, tenemos que cuidar su salud. Y no voy a estar contigo sin asegurarme de que estás bien. Soy un idiota, pero no seré uno con mi esposa. - ¿Y si no puedo? - No pienses de esa forma, mañana lo atravesaremos juntos. Le acarici

