RELATO DE DOMINIKA La boda se llevó a cabo al mes y se suponía que debía de sentirme la mujer más feliz del mundo. Y así lo había hecho. No había sabido nada de Alejandro. Lo último que supe de él fue en un correo electrónico dos semanas antes de mi boda. Había intentado cancelar el compromiso con Damiano porque me sentía culpable de que siempre que estaba con él y era amable conmigo, el recuerdo de Ale me pegaba de lleno. En el correo me dijo que lamentaba mucho el hecho de dejarme sin explicación alguna, pero que él había creído que no iba a entrar a la universidad, se había enamorado de alguien más y había hecho planes con otra chica a la que le había pedido ser su novia antes que yo. No quise saber más de él. Me había visto la cara de estúpida. Había decidido darme una oportunidad

