Capítulo 2

1101 Words
PÍP, PÍP, PÍP... 5:30 Otra vez esa estúpida alarma está sonando, maldita pobreza que me obliga a madrugar. En ese momento me levanté entre a la ducha, al terminar de ducharme me vestí ¿Cómo tiene que vestirse una secretaria? Me pregunté a mi misma, aunque ni yo lo sabía, así que decidí ponerme lo primero que encontrará me puse unos tacones negros, unos vaqueros y una blusa azul cielo, no debía de haber mentido en mi currículum, aunque era la única manera de encontrar un trabajo más decente que el que tenía. Al terminar de desayunar salí para ir a trabajar. Entre y me incorpore en mi sitio, el idiota de mi jefe aún no había llegado, así que decidí hacer la lista mental de lo que tenía que hacer hoy. *La compra de casa *Pagar la luz y el agua *Romper con mi falso prometido *Quejarme de mi vida *No hacer nada por cambiar mi vida Creo que no me olvido de nada ya al ir a terminar la lista mi jefe apareció y guarde rápido en mi bolso esa lista. —Buenos días— Dije educadamente y con una sonrisa falsa. —Quiero que entre ahora mismo a mi despacho y ordene los documentos que le voy a dar por orden alfabético y por fechas—Dijo el idiota de mi jefe mirándome de arriba a abajo, encima que le saludo ni se molesta en contestarme. Después de que el entrará a su despacho, entre detrás de él, para recoger esos estúpidos documentos. Me pase todo el día ordenando los documentos. Las horas se me pasaron volando. Después de aquello al salir del trabajo, me dirigí directamente a mi casa para cambiarme y quedar con mi futuro ex-novio y a la vez mi mejor amigo. Me cambie rápidamente poniéndome algo sencillo y elegante, me había puesto un vestido beige y me había dejado el cabello suelto, llevaba unos tacones negros, parecía que estuviera de luto. Me dirigí al restaurante donde había quedado con el. —Hola cariño—Dijo Sam —Hola, oye creo qué tenemos que hablar hoy seriamente sobre lo nuestro—Le dije directamente —Seguramente me dirás que quieres dejarme ¿Verdad?—Dijo el riéndose —Si, es qué sabes que me comprometí contigo sólo porque me habías dicho que sería algo temporal, para que tus padres te dejarán tranquilo—Dije tranquilamente, sinceramente Sam es mi mejor amigo, el es la única persona que logra entenderme bien y en quien confío al 100% —Te entiendo, pero la pregunta es ¿Te dejo yo o me dejas tu?—Dijo el entre risas—No acostumbro a que me dejen—dice el guiñándo un ojo —Te dejaré yo, ya que nadie abandona a Emma Horwen—Dije con un tono dramático —¿Montamos un drama? tiene que ser creíble así luego informaré a mis padres que me has dejado con el corazón roto, que has jugado con mis sentimientos sin haber tenido compasión por ellos, además sabes que los dueños de aquí son amigos de ellos así que eso lo hará más creíble—Dijo el —Ahora no, después de comer, ya sabes lo que se dice Barriga llena corazón contento si no como no podré estar feliz y si no estoy feliz no podré actuar de buena manera, solo espero que los amigos de tu padre no me prohíban la entrada después de esto, porque sabes que aquí se come muy bien—Dije —Siempre piensas en comer—Dijo el riendo Después de haber pedido la cena, tocaba romper con el. En ese momento tomé aire y empecé con el drama. —Después de todo lo que he echo por ti es así como me lo agradeces, engañandome con otra, deje todo por ti, mi familia, mi vida todo y después de todo lo que hecho por ti me lo agradeces siendo infiel, eres un desagradecido, la vida te lo devolverá y acabarás sufriendo al igual que sufrí yo contigo, lo que me has echo estoy segura que te la harán—Dije entre falsas lágrimas y llantos En ese momento le tiré el vino a la cara y salí de allí, pero podía ver que Sam me miraba con asombro al ver mi actuación, había que admitirlo mentir era mi punto fuerte, tenía que haber sido actriz, la el no haber tenido medios me lo prohibía. Al salir me había dirigido a un parque que estaba cerca de allí, después de un rato sentí que alguien ponía su mano sobre mi hombro. —Son cosas que pasan, hay veces que las personas que amamos son las que más daño nos hacen— Dijo aquella persona sentándose a mi lado Al levantar la mirada vi que era el idiota de mi jefe ¿Acaso el había visto mi falsa actuación? —Se que ahora mismo te sientes fatal— Dijo el ¿sentirme mal yo? JAJAJA, tenía que aguantarme la risa, en ese momento comencé a fingir que lloraba, porque seguramente si hablo le diré algo estúpido, estaba saliendo con Sam porque él es gay y sus padres siempre lo presionaban a que saliera con chicas, aunque siempre le intentaba convencer de que les dijera la verdad a sus padres pero nunca se sentía preparado. Mi jefe me abrazó, quería alejarme o decirle que me soltara, pero me sentía cómoda y segura en sus brazos y eso impidió que pudiera hablar, pero aparte de eso que tonta le negaría un abrazo a este bombón, que para ser idiota está muy bueno, no quiero sonar materialista pero también es multimillonario. Como cualquier mujer en su sano juicio aproveché su confianza y me hice la víctima para recibir su atención. Después de unos largos minutos allí, el decidió acompañarme a mi casa. El me había llevado en coche hasta la puerta de mi casa y luego se había ido. Al llegar a mi querido hogar me fui a dormir directamente después de cambiarme. PÍP, PÍP, PÍP... 5:30 En ese momento apagué la alarma y me levanté a ducharme, cambiarme y desayunar para ir a trabajar. Luego de un rato me dirigí a mi trabajo, pero en la empresa todos comenzaban a mirarme raro o algo curiosos, no sabría describir sus miradas. Al llegar allí mi jefe me había llamado para que fuera a su despacho. Al entrar el me ordenó que me sentará, en ese momento me enseñó una revista y me puse pálida. Ahora entendía porque todos me miraban raro y con asombro a la vez.
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