—Estoy totalmente de acuerdo—, le digo. Miro mi pecho transparente. —Bueno, ya sabes lo que quiero decir—. —Miren—, dice Ronak. Los tres se ponen rígidos y me giro para ver a Delsheen dirigiéndose hacia ellos. —¿Qué quiere esa zorra?— Evert y yo decimos al mismo tiempo. Le sonrío y le doy una palmada en el hombro. Mi mano lo atraviesa, pero creo que sigue contando. Delsheen lleva un vestido de piel blanca brillante. Se ciñe a sus curvas con suaves drapeados. La parte delantera le empuja las tetas prácticamente hasta la barbilla. Me miro las mías, más pequeñas, y frunzo el ceño. —Hola chicos—, ronronea cuando llega hasta ellos. Sus alas peludas vuelven a estar a la vista y su pelo castaño está recogido en lo alto de la cabeza con una enorme garra. Me pregunto si su accesorio para el

