—Entonces ¿Es por aquí? Pregunto ansiosa, Will sigue conduciendo por la calle Phillip y va bajando de velocidad hasta aparcar justo frente a una bonita mansión de estilo francés clásico con un gran jardín delantero, muros en color blanco, muchas ventanas y pilares —Bienvenida a casa Dice apagando el motor, le doy una mirada a él y sonrío, bajo del auto de prisa y me encamino hasta la entrada, una gran reja de color n***o, el cartel de vendida me hace sonreír, acaba de comprarme una bendita casa, nuestro hogar de ensueño, su mano se posa sobre mi hombro mientras mis ojos se cristalizan al ver la magnificencia del lugar —Es preciosa, Will no sé qué decir, yo, yo… Las lágrimas se me escapan, es inevitable emocionarse en este momento, se me vienen un mundo de ideas a la cabeza, él y yo e

