Han pasado dos semanas tranquilas en las que Will y yo hemos estado viviendo juntos, a pesar de sus recurrentes salidas por su empleo, la hemos estado pasando bastante bien, la casa cada día va tomando más forma, tiene ese calor de hogar tan característico, mi hombre vikingo me ha dejado decidir la mayor parte de las cosas, casi tuve que exigirle que hiciera un espacio solo para él, en lugar del clásico estudio aburrido con biblioteca, optamos por un cuarto de juegos con sistemas de entretenimiento y demás, le fascinó la idea de tener una gran pantalla para jugar a matar zombis, si, se compró una consola y he estado enseñándole unos cuantos trucos. Mi entrenamiento va bien, al fin logro controlar más mi energía y comienzo a escuchar los pensamientos de las personas, aunque al principio te

