Bajo del avión y en el estacionamiento ya me está esperando mi chófer y guardaespaldas de confianza.
—Señor es bueno volver a verlo.
—Lo mismo digo Marcelo sabes algo de mi padre.
—No señor, ninle han dado informes a nadie.—Me dice él con algo de nostalgia en sus palabras. Lo entiendo mi padre es una buena persona y le ha dado trabajo a muchos jóvenes que estaban en la calle uno de ellos es Marcelo quién participaba en peleas clandestinas mi padre lo encontró una vez malherido lo ayudó y le dio trabajo.
—Llevame al hospital por favor.
—Enseguida señor.
Subo a la camioneta, Marcelo comienza a manejar entre las calles de Milán. Han pasado tres años desde que me fui a vivir definitivamente a España, ondas mi padre pidiéndome que me queda que podía trabajar desde aquí sin tener que ir a otro país.
Era más que me iban a negar ante su petición y él sabía que no me podía exigir más puesto que hizo lo mismo una vez con mi abuelo.
Qué ironías de la vida no creen regreso a Milán por el mismo motivo que regresó hace ya varios años solo espero que en mi casa nada haga que me quede en este lugar.
—Llegamos señor. —Marcelo me hablas sacándome de mis pensamientos.
—Gracias, Marcelo me podrías hacer un favor.
—Claro dígame qué es lo que quiere.
—Podrás ir a mi departamento y checar que todos este en perfecto estado me voy a quedar unos días y Milán sino que mi papá se recupera.
—Claro salgo para allá.
Entró al hospital bajo la mirada de las mujeres que ahí están, no es algo que me moleste pero sí me incomoda sabiendo en el lugar donde estamos.
Le pido a mi chica de recepción que me diga cuál es la habitación de Jared Stone, me da el número de piso y el de habitación. Doy un fuerte suspiro antes de entrar y ver a mi padre.
Al entrar me encuentro con la mejor escena quisiera recordar el resto de mi vida. Mi mamá está regañando mi papá porque no se quiere comer la comida que le dieron en el hospital solo que me causa risa me recuerdo que por algo no le gustan estos lugares.
—Anda cariño tienes que comerte todo lo que el doctor te trajo para que si ya te puedan dar de alta.
—No me gusta esa porquería sabe.
—Peor que lo que cocina el abuelo franco.
Mi mamá bebé fijamente y puedo notar que sus ojos se llenan de lágrimas mi papá solo sonríe.
—Noah! mi amor estás aquí.
—Hola mamá, papá.
—Hijo me da mucho gusto que estés aquí a pesar de que tuvo que pasar esto para hacerte uno no sabes cuánto me alegro que por fin estés en casa.
Me hacer con mi papá y a mi mamá quién nos toma entre sus brazos fundiéndonos en un fuerte abrazo.
—Que feos son están compartiendo un mismo momento sin mí.
—No seas egoísta tú lo escribes siempre.
—Porque tú así lo decidiste hermanito es la oveja negra que decidió salir del corral.
Kendra se acerca a nosotros y hacemos un gran abrazo familiar como cuando éramos pequeños.
Me enderezo y noto que en el umbral de la puerta está Owen sonriendo ante dicha escena.
—Noah.
—Owen.
Saludo a mi cuñado y él me regresa el saludo jalandome y dandome un abrazo. Cabe recalcar que desde hace tiempo el y yo nos llevamos muy bien. Es como un segundo hermano para mí, lo que es algo raro porque está casado con mi hermana.
El doctor ingresa a la habitación y trae sus manos lo que supongo que es el expediente de mi papá.
—Buenas tardes a todos veo que la familia ya está reunifa. Pues bien les diré sobre el estado de el sr Stone.
El doctor, abre la carpeta y comienza a leer lo que en ella está.
—El señor Stone ingresó al hospital con un cuadro de estrés debido a la carga de trabajo y a ciertos factores que complicaron su salud pudimos estabilizarlo antes de que sufriera una embolia o un paro cardíaco.
Mi papá estresado, no es una persona que se deja de llevar tanto por el trabajo lo cuide hace mucho ejercicio porque se estresaría.
—En necesario que tome reposo deje de el trabajo a un lado y se vaya de vacaciones a donde él no tenga que estarse preocupando de nada.
Mi hermana y yo nos quedamos viendo papá no dice nada, eso quiere decir que él ya sabía que estaba bajo estrés.
El doctor sale de la habitación y mi mamá se pone de pie.
—Como ya vieron, su papá no está bien. Él lleva varios días preocupado porque alguien en la empresa está robando los proyectos de André no sabemos quién es ni cómo es que lo hace y no puede dar con él ladrón. Yo no quiero el día de mañana que a su padre le de un ataque al corazón así es que Noah necesito que te quedes al frente junto con tu hermana te fashon Stone.
—Noah No creo que eso sea necesario mamá mi hermana sabe manejar muy bien las dos empresas después de la fusión ha demostrado que es capaz de estar al frente de ambas.
—Lo sabemos de eso no tenemos ninguna duda lo que te estamos pidiendo Noah es que descubras quién es la persona que nos está robando tú tienes la capacidad para hacerlo.
No sabía qué decirles a mis papás y mis planes no estaba quedarme era solo visitar ver que tenía e irme.
Toco el timbre de la casa de mi cuñado y espero. La puerta se abre dejándome ver a una pequeña réplica de Owen
—Tío Noah
El pequeño me abraza, es físicamente parecido a Owen pero con la actitud alegre de Kendra buena combinación.
—Oli —Le doy una sonrisa no soy fanático de los niños pero es mi sobrino y lo adoro.
Oliver quien es? Joven Noah —Exclama Sonia sorprendida
Buenas tardes Sonia sé que te impresiona ver tanta hermosura — Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa.
—No sabía que llegaba hoy mi niña no me comunicó nada.
—Llegue ayer, aun no sabía si me iba a quedar y quise caerle de sorpresa a mi hermana y mi cuñado.
—Bienvenido joven —Ella me da un abrazo el cual correspondo
—Mama, papá —Grita Oliver
Deja de gritar y vuelve a mirarme con su linda sonrisa.
—Tio solo viniste un ratito o te vas a quedar para siempre.
Me pregunta con una mirada intrigada, como las que hacen los detectives, eso me causa risa.
—Vine a quedarme —Confieso
—Qué pasó
Llegan Owen y Kendra con su cabello todo desordenado se queda estática viéndome.
—Noah —Dicen al mismo tiempo
—Creo que llegué en un mal momento.
Los miro con diversión Kendra se arregla el cabello rápidamente mientras que Owen la camisa con discreción.
—Voy a preparar unos bocadillos, me alegra que haya regresado joven Noah.
Caminamos hacia la sala dónde me siento al lado de sobrino, mi cuñado mi hermana enfrente de nosotros.
—Pensé que ya estarías en España.
Dice mi hermana con algo de nostalgia en los ojos.
—Aun no me voy a ir voy a quedarme para descubrir quién es el que está vendiendo los diseños de André después de eso regresaré a España.
Kendra se levanta y corre a abrazarte.
—Gracias hermanito sabia que te quedarías a ayudarnos.
Owen se para y también me abraza, es raro pero confortante.
—Qué bueno es tenerte de regreso
—Además ya es hora de hacerme cargo de mis responsabilidades además sé que estaba como nena.
—Mi papá se va a poner muy feliz al saber que te vas a quedar, ahora sí se va a poder ir tranquilo a su viaje.
—Me da mucho gusto saber que por fin va a tomarse un tiempo para el y mi mamá.
—Papá puedes llamar a mi tía Abi para que le diga a Matty que venga para que le presente a mi tío.
—Matty?
Le pregunto con intriga a mi hermana y mi cuñado.
—Es el hijo de la hermana de Owen —Me dice mi hermana.
—Si, el y yo somos de la misma edad y vamos juntos a la escuela.
—No conoces a mi primo.
—No tengo el gusto chaparro
—Vamos a mi habitación para enseñarte mi álbum de fotos ahí puedes ver a Matthew
—Está bien chaparro vamos.
Nos dirigimos a su habitación y al entrar no me sorprende que tengas tantas cosas porque Owen es muy consentidor. Oliver va hacia el escritorio y de uno de los cajones saca el álbum de fotos.
—Ven tío.
Hace su mano como los gatos de la buena suerte que hay en las tiendas, se sienta en la cama y yo hago lo mismo el comienza a buscar.
—Este es Matthew.
—Es igual de guapo que tú.
—Salió guapo como la tía por ejemplo yo salí guapo como mi mamá y como mi papá y el como la tía.
Vuelvo a ver la foto de Matthew y una sonrisa involuntaria sale de mi boca.
Una hora después de estar jugando con mi sobrino una pequeña voz nos interrumpe.
—Oliver estás ocupado.
El pequeño y yo nos quedamos viendo, yo le sonreí y el a mi.
—Ven Matty te presento a mi tío Noah
Habla mi sobrino mientras su primo ingresa a la habitación y se acerca a nosotros.
—Buenos días señor
Saluda muy respetuoso
—No me digas señor dime Noah me haces sentir viejo.
Le digo todo sufrido por haber escuchado esa horrible palabra.
—Bueno yo lo traté con respeto pero ya que me dio el permiso para tutear no pasa nada soy Owen Miller.
Me toma de la mano y una corriente corre por mi cuerpo, es una sensación demasiado extraña. Dejo ese sentimiento a un lado y lo observo se nota a leguas que es un dolor de cabeza me recuerda a alguien pero no se a quien.
—La tía está aquí. —Pregunta Oliver no se porque pero me interesa oír la respuesta ya que me encantaría llevarme bien con la hermana menor de mi cuñado
—No mi mamá solo vino a dejarme y se fue porque tiene un compromiso no hoy me quedaré a dormir aquí. —Comunica muy tranquilo.
—Deja le digo a mi mamá que nos traiga algo para comer, les parece la idea.
Los dos le decimos que si, mi sobrino se va corriendo. Deslizo mi mirada hacia el enano frente a mí.
—Noah tú tienes hijos. —Me pregunta curioso.
—No, no tengo por qué preguntas.
—Por curiosidad eres como el tío Javier él tampoco tiene hijos.
—Tienes novia. —Sonrió al ver que es un niño muy curioso.
—Yo no tengo novia, yo solo tengo amigas, cuando seas grande lo entenderás.
—Bien aún falta mucho pero bueno.
—Tú tienes novia los niños de ahora desde chiquitos ya anda enamorados.
—No pero sí me he dado los besitos con mis compañeras de jardín aunque eso no lo sabe mamá creo que me regañaría.
Pone una cara muy pensativa, y luego mueve la cabeza en desaprobación.
—Eso es campeón dame esos cinco.
Chocamos nuestras manos y de nuevo siento esa corriente que es algo extraña.
—Cuando seas grande te enseñaré muchas cosas para que seas un hombre de bien y todo un conquistador de categoría.
—Serás mi instructor?.
—Claro yo te enseñaré todo lo que sé con las mujeres pero cunado crezca.
—Está bien.
Me enseña su dedo meñique, toma mi mano y entrelaza su dedo con el mío.
—Lo prometes unimos nuestro dedo meñique lo prometo.
No sé que es lo que me pasa, solo puedo decir que este niño me cae muy bien.