Max Lo que había comenzado como un juego, terminó siendo real. Ahora sí, estábamos en medio de un peligro verdadero y a pesar de no tener idea de cómo lidiar con un forastero, me sentía positivo. Porque desde el momento en el que sentí su presencia y capté su olor, mi lobo aulló exigiendo que lo atrapara, como si realmente dependería mi vida de ello. Habíamos buscado en vano toda la noche y cualquiera podría sentirse tranquilo y pensar que aquel forastero se sintió amenazado y huyó. Pero James no se veía feliz con esa idea. Él quería encontrarlo porque sabía que era un peligro en dónde quiera que esté. Ya sea en este pueblo o en los aledaños. Aunque, había algo más que lo atormentaba. Podía notarlo. Cerca del mediodía, me dejó solo con la excusa de buscar alimento y al regresar su s

