Nuestro Destino

Observo esos hermosos ojos tan propios de esa familia y los cuales me observan con inocencia, pero si quiero lograr mi objetivo, ella tiene que desaparecer. Me observo las manos llenas de sangra mientras conduzco por un vía rústica y oscura. Pero que mejor lugar para dejarla porque no hay personas en kilómetros que puedan socorrerla así que me detengo y la tomo. Salgo del auto y veo un montón de basura a la orilla de la vía por lo decido dejarla allí a que la intemperie se encargue de ella. Sin remordimiento o culpa alguna vuelvo al auto para salir de allí sin mirar atrás y saber que pronto tendré todo aquello que siempre he deseado.     Budapest, Hungría Salgo de la reunión un poco confundido por todo lo que está sucediendo, pero es algo que resolveré al llegar a Londres. Así que como el hotel está muy cerca de donde se llevó a cabo la reunión decido caminar un rato y despejar la mente. Pero al pasar junto a un callejón escuchó una discusión y luego un disparo. Corro por el callejón hasta llegar junto a una mujer que yace en el suelo agonizante y junto a ella un hermoso niño de unos diez años que llora sosteniéndole la mano a la mujer. -              Aguante voy a llamar a una ambulancia – digo sacando mi celular para hacerlo, pero la mujer con la poca fuerza que tiene me lo impide. -              Ayude a mi hijo, que sin mi estará completamente solo – dice débilmente mientras las lágrimas caen de sus ojos de los que poco a poco se va desvaneciendo la vida. -              Lo haré – digo y ella me sonríe para después cerrar los ojos y el niño rompe en un llanto desgarrador. Mientras lo observo me doy cuenta que el destino tiene extrañas formas de darte lo que deseas.