BLAIR Me he metido en un severo lío, lo sé. El aire en estas escaleras de emergencia es pesado, casi sofocante, como si supiera que lo que está a punto de suceder no es un juego cualquiera. Frente a mí, Rubin no aparta sus ojos de los míos, negros, penetrantes, tan oscuros como la misma noche, como si guardaran en su interior los secretos del universo. Su mirada es un pozo sin fondo que no me concede escapatoria. Hace unos minutos que me dejó libre y ahora estamos aquí, frente a frente. Como dos enemigos públicos que se están declarando la guerra, el asunto es que yo no quiero guerra con él, quiero alianza. Yo supe desde el principio que él no era como los demás. No se tragó la farsa de que soy una becada débil, frágil, a punto de quebrarse. Desde el primer día que lo vi supe que me obse

