Eso le mostró que su conexión era mutua y que había una oportunidad para algo especial entre ellas. Con un brillo travieso en sus ojos, Victoria respondió con una sonrisa encantadora, ayudando a Julia a continuar la conversación. Las palabras surgieron entre ellas de forma natural, compartiendo risas y pequeñas historias mientras se conocían mejor. Descubrieron intereses comunes y conexiones sorprendentes que fortalecieron su atracción mutua. ― Victoria, me alegra finalmente tener la oportunidad de hablar contigo. ― ¡Julia! Yo también estaba deseando conocerte mejor. Vaya, debo reconocer que me impresionaste al acercarte a mí primero. Eso lo demuestra valentía. ― Gracias Victoria, creía que era necesario dar ese primer paso. Desde el momento en que te vi, sentí una conexión especial y

