Capítulo 31.
Franco sonríe con las ocurrencias de su esposa quien no duda en desnudarse y correr al mar, Franco acomoda la moto y la sigue, ambos hacen cosas que ninguno hubiera imaginado hacer en su vida. Se meten a nadar y Emma juega con él como dos novios en su primera cita, lo saca de su zona de confort y es que él le bajaría la luna si se lo pidiera así de hechizado lo tiene la mujer, que su sonrisa lo hipnotiza mientras la atrapa en sus brazos cargándola para hundirla, al salir ella se ríe y él le expresa una sonrisa, se miran fijamente y Franco la toma de la mano para atraerla a su cuerpo, le hace el amor bajo las hermosas estrellas y la luna de testigo, consumiéndola en el agua. Sin palabras, solo sentimientos hundidos es la pasión que los hace crecer, sin pensar en nada más que e
