PODER

1328 Words
Subo y bajo repetidamente haciendo abdominales sobre el suelo tratando de mantenerme caliente ya que el día de hoy es particularmente frio. Me gustan los días como hoy, donde el aire sopla helado y el frio calándome los huesos es lo único que siento, lo único que puedo sentir agradezco la sudadera que visto en este momento tenga una gran capota, sudadera que gane en una apuesta y que me protege la cabeza del frio al tiempo que esconde mi llamativo cabello, aunque no puedo alardear mucho de él ya que está sucio y enmarañado. Desde que estoy aquí trato de mantenerlo trenzado y he logrado que lo corten en dos ocasiones ya que crece como si la suciedad fuera el mejor de los tratamientos. - Hay carne fresca – habla el hombre condenado junto a mi celda al tiempo que escucho la que está al otro lado se abre y arrojan dentro a un hombre que trata de resistirse, pero es golpeado hasta que lo dejan encerrado. - ¡HIJOS DE PUTA! – grita el hombre haciendo que ponga los ojos en blanco – voy a matarlos, ¡HIJOS DE PUTA!! - Cállate – ordeno sin detenerme - Metete en tus propios asuntos, puta – responde haciendo que el otro hombre sonría burlón. - Me gusta el silencio de este lugar – vuelvo hablar sin detenerme – así que te callas o hago que te calles. – amenazo girándome en el suelo empezando hacer flexiones ignorando al imbécil que acaba de llegar. Termino mi sección de ejercicios antes de que un guardia abra la puerta de mi celda, por lo que muy seductoramente me levanto enarcando una ceja al notar la mirada hambrienta que me lanza, pero con toda la arrogancia y superioridad que poseo paso por su lado saliendo de allí. Noto como unos ojos avellana me observan, por lo que le guiño un ojo aprovechándome de hecho de saber que le gusto y que será quien me saque de aquí, además de darme el apoyo y los medios necesarios para vengarme de los Rivera. El guardia me guía por el lugar hasta la jaula, me quito la sudadera quedando vestida únicamente con un vaquero gastado y sucio y un top deportivo en color n***o. Bajo la mirada a mis botas llenas de barro mientras ingreso viendo a mi próxima víctima. Un imbécil que me dobla en altura y tamaño que al verme se saborea haciéndome reír internamente. - Antes de matarte voy a follarte aquí – dice a lo que yo ruedo los ojos – delante de todos los presentes y su ellos quieren hacerlo, lo permitiré. Soy consciente que soy la única mujer en este lugar, tanto en los prisioneros como entre los guardias. Sumado a esto, su morbo solo aumento ya que me han visto completamente desnuda en innumerables ocasiones, tanto cuando me torturaban, como en las ocasiones que he tenido que bañarme con ellos, porque aquí no me tratan como Biserka Horvat o la esposa de uno de los Rivera, me tratan como a cualquiera de los miserables despojos humamos que hay aquí dentro. A la fuerza tuve que aprender a defenderme, por supuesto que ha habido intentos de violación, pero todo aquel que lo ha intentado ha resultado muerto. - Me aburro – hablo bostezando lo que parece enfadarlo ya que se me viene encima dándome una sonora bofetada habiéndome probar mi propia sangre – ¿es todo lo que tienes? – pregunto antes de tomarlo del brazo atrayéndolo a mi dándole un cabezazo, él trata de devolverme el golpe, pero me agacho pateándole detrás de las rodillas El imbécil rápidamente me toma del cabello haciendo que lo vea a los ojos, pero tomo su brazo con el que me sujeta inmovilizándolo haciendo un brusco movimiento fracturándoselo. - ¡PUTA! – grita a lo que yo le guiño un ojo soltándolo, con su mano lanza un puñetazo a lo que yo hago lo mismo haciendo que estos se estrellen, pero en ese momento de distracción, le doy una fuerte patada haciéndolo caer de rodillas y sin alargar más este enfrentamiento le rompo el cuello alzándome como vencedora. - ¿algo más? – pregunto limpiándome la sangre del labio mientras camino a la puerta de la jaula tomando mi sudadera poniéndomela. - Diez peleas invictas – habla el guardia que se pone junto a mí - ¿Qué quieres como premio? - Una botella de vodka – respondo caminando a mi celda - ¿alguna marca en especial? – pregunta a lo que yo niego con la cabeza. - No soy exigente – respondo a lo que él asiente con la cabeza mientras seguimos el camino en silencio hasta la celda donde entro poniéndome la capucha de la sudadera. No sé cuánto tiempo después el recién llegado se atreve hablarme preguntándome porque estoy aquí, pero al ignorarlo empieza hablarme de él. - Creí que podría ganarme el respeto y el apoyo de las cabezas más importantes en mi organización al matar a la amenaza más grande para la siguiente generación – lo escucho mientras hago flexiones – los primos Rivera – me detengo un momento al escucharlo, pero continúo tratando de disimular lo mucho que afecta escuchar ese apellido. – quien dijo que unos niños no dan miedo, es porque jamás ha escuchado de los primos Rivera, la familia más poderosa de nuestro mundo. - No son tal cosa – hablo sin detenerme escuchándolo reír – solo son una insignificante familia española con un poco de suerte. - Si con insignificante te refieres a que cuentan con el apoyo no solo de los demonios Sokolov y los hermanos Pavlok, si no que también con el apoyo de los dragones Wang y las triadas chinas lideradas por On Jing. – me detengo de golpe poniéndome de pie observándolo. - ¿Qué? – pregunto acercándome a los barrotes que comunican con su celda. - Al parecer llevas mucho tiempo aquí – dice burlón observándome – así que te cuento – enarco una ceja – él mayor de los Rivera, Sebastián. Se casó con Inna Pavlok, hermana de crianza de Nikolay Sokolov. Además de que es el padre del próximo heredero del poder de los demonios, Piero Rivera – eso es algo que ya sabía – el segundo hermano, Santiago. Se casó con la dragón, Wang Seri con quien tiene dos hijos, el mayor ya se está preparando para asumir el cargo que por derecho le corresponde – eso si me sorprende – los dragones cuentan con el apoyo incondicional del jefe de la mafia y las triadas chinas, On Jing, así que los Rivera igual. ¿quieres que continúe? – asiento con la cabeza – Antonio Rivera y su esposa son los líderes de España y gran parte de Europa, ellos tuvieron una niña que también heredara parte el poder que están forjando, al igual que la hermana menor que tiene también una hermosa niña... - Son seis... - trato de hablar a lo que él asiente con la cabeza. - Uno de ellos murió y el otro se casó con Biserka Horvat quien murió en un atentado posicionándolo como líder de la mafia en Croacia y todo lo que esta abarca. Me vuelvo a mirar al otro lado de la celda encontrándome con sus ojos avellanas que me observan expectantes a lo que yo asiento con la cabeza y sin dejarlo de verlo pregunto. - ¿En qué año estamos? – su respuesta hace que un escalofrió me recorra el cuerpo al darme cuenta de que han transcurrido tres años en los que ellos han subido posicionándose en lo más alto de la organización, mientras que yo me he estado pudriendo en este foso olvidado del mundo. – es momento de regresar – susurro tomando el cuello de aquel hombre rompiéndole el cuello tratando de mitigar un poco mi furia, pero respiro profundamente sabiendo que ha llegado el momento de recuperar mi vida.
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