Asiento repetidas veces con un par de escalofríos al saber que tiene toda la razón.
Lo primero que mis ojos leen al abrir la carpeta es Contrato de matrimonio
En mi vida había imaginado que tendría que pasar por una situación como esta.
Clausura 1: Nadie más que los abogados bajo juramento de silencio deben saber sobre el contrato. De lo contrario, los cargos serán para quien cometa el delito de hablarlo con personas externas.
Clausura 2: Contrato entrará en vigencia desde el presente día ___ del presente mes _____ y año ______ hasta ____ del mes ____ y año _______, ambas partes deben firmar, de lo contrario el contrato no será válido.
Clausura 3: Antes de casarse deben aparentar un noviazgo por 2 meses y medio, mínimo. Ninguna de las partes puede salir con otra persona/amante/ex, etc.
Clausura 4: Quien rompa clausura 3, deberá pagar daños hacia la otra parte. Ya sea por pérdidas financieras, etc.
Clausura 5: Los bienes no serán divididos después del divorcio.
Clausura 6: Todo lo que se hable dentro de la vigencia del contrato, no puede ser divulgado, ya sea personal, tema de empresas, conflictos, etc.
Y así sucesivamente continuaban las clausuras.
—¿Qué opina? — pregunta luego de varios minutos.
—¿No le parece algo dramático tantas clausuras? —
—Claro que no, tenemos que estipular bien todo, para no tener problemas más adelante —
—Pero es solo un año —
—Un año y varios meses de hecho, pero ahora lo importante es proteger las empresas de quién sea que acepte el contrato —
—Tiene razón — vuelvo a concordar.
—Entonces, ya es hora. Debe ir a la junta con el señor Logan, se le está haciendo tarde —
—¿Cree que sea buena idea meter a Logan en esto?, usted mejor que nadie sabe el peligro que puede correr —
—Lo sé señorita Sol, pero sabe que él también tiene problemas y bastantes —
—Pero no con intentos de asesinato dentro de la propia familia —
—Créame, entre abogados nos contamos cosas y se dé buena fuente que también han ocurrido cosas turbias en su familia —
—Está bien — asiento en derrota — Me iré —
—Suerte — se levanta del asiento al igual que yo.
—Gracias — digo tomando mi celular, bolso y carpeta con el contrato — La necesitare —
Sin más nada, ambos salimos y en una corta despedida él se va hacia la salida y yo a la cocina — Vamos que si no llego tarde — hablo, a lo que tanto Paúl y Bruno se levantan de sus asientos, le agradecen a Antonia por el desayuno y salen por la puerta que da hacia atrás de la casa mientras que yo camino a la sala para sentarme un momento y esperar a que estén listos.
Necesito casarme lo antes posible y que sea lo más “Real” posible, si no todo se irá al carajo también, aún no le digo nada a Adam sobre mi posible compromiso con Logan, trato de hacerme la idea de que esto solo será un contrato más, en donde debo estar con alguien por mínimo un año y medio, podré lograr encerrar a Rebeca y a Omar, librarme de ellos al fin, poder estar tranquila sin miedo a que esos dos locos estén detrás de mí y de mi hermano.
Escucho que tocan el claxon de la camioneta dándome a entender que ya están listos, por lo que me paro tomando mi bolso y abrigo para caminar hacia la puerta mientras me lo coloco.
Al salir de casa me encuentro a los dos con sus trajes y posturas de piedra, ya acostumbrada a eso, subo a la camioneta negra con ayuda de Paúl como siempre y emprendimos camino al restaurant, miro la hora y son las ocho con treinta, aún tengo media hora para llegar, no está tan lejos, diría que llegare justo a la hora.
Luego de estar revisando mis r************* durante el trayecto llegamos un minuto antes de lo acordado por lo que ya estoy entrando al local, se ve bastante tranquilo y no tan lujoso como el de ayer, sin embargo, está mucho más acogedor y bonito este, al estar escaneando el lugar me encuentro a Logan en una de las mesas más apartadas por lo que caminó hacia él siendo seguida por Paúl, antes de llegar a donde esta me paro y me giro para quedar frente a Paúl.
—Paúl espera afuera con Bruno — le ordeno a lo que él frunce el ceño, pero no dice nada, solo asiente lentamente para luego girarse e irse por donde veníamos… raro, sin darle mayor importancia sigo mi camino a la mesa.
—Hola linda — saluda Logan parándose y dando un par de pasos hasta llegar a mí y darme un beso en la mejilla — Puntual… Me agrada — dice él con una sonrisa.
—Hola logan — le saludo un poco incomoda por la cercanía, él se da cuenta y se aleja haciendo un movimiento con su mano para que me siente por lo que yo asiento para sacarme el abrigo, antes dejando mis cosas sobre la mesa, colocándolo detrás de la silla para luego sentarme en ella frente a Logan, este levanta la mano para llamar a una de las camareras que estaba cerca de donde estamos.
No pasa mucho cuando llega a donde nosotros sonriente.
—Buenos días, ¿Que van a servirse? — pregunta ella viéndonos a los dos y entregándonos la carta, observo lo que tienen y me decido rápido.
—Quiero un jugo de naranja y un picado de frutas — pido aun mirando la carta.
—Anotado… ¿Y usted? — le pregunta ella dirigiéndose a Logan.
—Un café cargado y medias lunas rellenas — pide Logan serio, a lo que yo frunzo el ceño para luego mirarlo y me doy cuenta que me mira igual con su entrecejo fruncido.
—Claro… enseguida se los traigo — dice la chica para luego retirarse.
—¿Pasa algo? — le pregunto sin entender su cambio.
—¿Solo comerás eso? — pregunta aun con su entrecejo fruncido.
—Eh bueno… ¿sí? — le digo incómoda (otra vez) por lo que miro hacia otro lado.
—Discúlpame — pide por lo que yo lo miro de nuevo — No quería incomodarte, es solo que me parece que es una cantidad bastante… Pequeña como para ser un desayuno — dice él aún serio, a lo que yo me enderezo más en mi asiento y hago una pequeña mueca incómoda (¿ya lo había dicho?).
—No me da mucho apetito por las mañanas y para no pasar del desayuno como cosas livianas — le digo sincera y es que cuando murieron mis padres tuve un pequeño desarreglo en lo que es mi alimentación y bueno por las mañanas no me da hambre, pero a la hora de almuerzo como “bien” se podría decir, al menos lo suficiente para no caer desmayada hasta la hora de la cena.
—Oh — murmuró pensativo, nadie dice nada hasta que llega la chica con una bandeja y nuestros pedidos.
—Gracias — decimos los dos al mismo tiempo.
—de nada — dice ella para luego darse la vuelta e irse a atender otros clientes.
—¿Y bien?, vamos al punto… ¿Cuál es tu razón por la cual te quieres casar? — le pregunto tomando un sorbo de mi vaso.
—Tengo que casarme antes de que termine el año para poder recibir la herencia de mi abuelo, y deshacerse por fin de dos personas que me han hecho la vida a cuadritos… Si no, las consecuencias serán demasiado dolorosas y no me lo perdonaría jamás — responde seriamente mirándome.
—Creo que tenemos algo en común — digo sarcásticamente pensando, aunque los de él son solo dos, los míos son una familia completa, ya que por desgracia mis tíos les han lavado el cerebro a mis primos desde que eran unos niños y diría que de todas las veces que les he visto a sido para ver sus caras de molestia y desagrado hacia nosotros, y me refiero a mi familia.
—¿Y tú?, ¿Porque te quieres casar ahora? Dudo mucho que sea por obra de caridad — suelta él tomando de su café, por lo que yo resoplo.
—Necesito casarme lo antes posible… Sino perderé todo — le digo seria también — Tanto los viñedos, como la empresa de mi padre… Lo más seguro es que me quiten hasta donde vivo y no tengo opción… No estoy dispuesta a perderlo todo por ellos — termino de decir sin mirarlo.
—Y si no fuera yo. Sería otro, ¿no? — pregunta él haciendo que yo lo mire detenidamente.